Publicado el Lunes 12 de marzo de 2012.
Este informe, que contiene la nueva lista 2012 de los países "Enemigos
de Internet" y "bajo vigilancia", es una actualización del informe
publicado el 12 de marzo de 2011
El informe anterior, publicado en marzo de 2011, subrayaba la
consagración de las redes sociales y del papel de la Web como
herramienta de movilización y de difusión de información en los
movimientos de protesta en el mundo árabe. Los meses que siguieron
mostraron el aumento de las reacciones de los regímenes represivos a lo
que consideraban intentos inadmisibles de "desestabilización". En 2011
los netciudadanos estuvieron en el centro de los cambios políticos que
afectaron al mundo árabe e intentaron soportar los fallidos esfuerzos
para imponer el silencio. Lo pagaron caro.
De forma paralela, países considerados democráticos continuaron cediendo
a tentaciones relacionadas con la preservación de la seguridad o tomando
medidas desproporcionadas para proteger el derecho de autor. Los
internautas de los países llamados "libres" aprendieron a movilizarse
para conservar sus derechos. Asimismo, se incrementó la presión sobre
los intermediarios técnicos, que en algunos países fueron incitados a
jugar el papel de policías de la Red. Empresas de vigilancia se
convirtieron en los nuevos mercenarios de una verdadera carrera
armamentista en línea. Los hacktivistas aportaron su experiencia técnica
a los netciudadanos atrapados entre las tenazas de los aparatos
represivos. Los diplomáticos también entraron en el juego. La libertad
de información en línea representa más que nunca un gran reto de la
política interior y exterior.
Los nuevos medios continúan empujando los límites de la censura
Las redes sociales complican la tarea de los regímenes autoritarios, que
intentan asfixiar toda información molesta. Sidi Bouzid, Khaled Saïd…
tantas piedras angulares de las revoluciones árabes, tantos "temas" que
pudieron salir a la luz gracias a la movilización de los netciudadanos.
La revolución de los microblogs, la suma de opiniones y la aceleración
de la difusión de información que estos inducen, junto con los teléfonos
móviles, cada vez más empleados para el livestreaming, multiplican las
posibilidades de liberar la información de su corsé. La mezcla de
géneros entre periodismo y activismo se acentuó en contextos extremos,
como el de Siria, donde simples ciudadanos, indignados por las masacres,
empezaron a recabar información, con los medios de los que disponían,
para enviarla a los medios de comunicación internacionales, con el fin
de que se conozca la magnitud de la sangrienta represión.
Hasta en Corea del Norte, el "reino ermitaño", se desafió el completo
silencio impuesto: los teléfonos móviles ofrecen a los pobladores que
viven cerca de la frontera china la oportunidad de establecer contacto
con el resto del mundo. El contrabando de información goza de la
permeabilidad de la frontera, por la cual transitan teléfonos, CD, DVD y
artículos en dispositivos USB.
En Turkmenistán, la mortífera explosión de un depósito de armas en
Abadán, en las afueras de Achkhabat, en julio de 2011, marcó el inicio
de una guerra de la información 2.0. Por primera vez, netciudadanos
lograron romper el muro de silencio impuesto por el régimen difundiendo
en Internet simples videos realizados con sus teléfonos móviles.
Después, lo pagaron muy caro.
La implacable censura en Arabia Saudita no pudo impedir la lucha de las
mujeres por el derecho de conducir o de votar, que hallaron un vínculo
en la Red, atrajeron la atención de la comunidad internacional y
encontraron un cierto eco dentro del país.
Las denuncias de corrupción, de problemas medioambientales y de la
miseria social han alimentado en abundancia la Red; de la lucha de los
campesinos chinos de Wukan contra la expropiación de sus tierras por
funcionarios sin escrúpulos, a la documentación de fraudes electorales
en Rusia, o del catastrófico impacto sobre el medio ambiente de la
explotación de las minas de bauxita en Vietnam.
Los cortes de Internet y de las telecomunicaciones se vuelven ordinarios
Les regímenes represivos aprendieron la lección. Para asegurarse de que
lograrán instaurar el silencio, ya no les basta con hacer a un lado a la
prensa, intimidar a los testigos y bloquear algunos sitios web
informativos y de oposición. Un método mucho más eficaz consiste en
imponer un bloqueo sobre un territorio para impedir la llegada de
testigos molestos y la salida de todo soporte digital, así como cortar
la comunicación recurriendo a bloqueos de SMS, suspensiones temporales o
selectivas de acceso a la Web y a los servicios de telefonía móvil.
Egipto mostró el camino. A finales de febrero, en el momento álgido de
las manifestaciones, cortó el acceso a Internet durante cinco días, por
primera vez en el país. Otros países siguieron ese ejemplo durante
periodos electorales, de disturbios o, incluso, antes. La República
Democrática del Congo, Camerún y Kazajistán son algunos ejemplos de ello.
China estableció un método bien probado que consiste en suspender las
comunicaciones en las ciudades o provincias donde se registran
problemas, cuando la situación se le escapa de las manos. El Tíbet, la
región de Xinjiang y la de Mongolia Interior, fueron las primeras víctimas.
Pero el corte de Internet constituye una solución drástica que puede
limitar a las mismas autoridades y perjudicar la economía de los países
concernidos. Disminuir la velocidad del ancho de banda es un método más
empleado y temiblemente eficaz, pues hace imposible la descarga y el
envío de fotografías y videos. Irán se ha convertido en un maestro en la
materia. Los censores sirios juegan con la velocidad del ancho de banda.
De hecho, las fluctuaciones de ésta demuestran el grado de represión en
las zonas afectadas.
Bahréin ofrece el ejemplo de una "exitosa" represión, logró silenciar la
información con un impresionante arsenal de medidas de censura técnicas,
judiciales y humanas.
Refuerzo del filtraje
La mayoría de los regímenes que censuran la Red, desde el inicio de las
revoluciones tunecina y egipcia han reforzado el filtraje para intentar
impedir toda propagación de esos movimientos en su país. Otros,
incorporaron el uso de filtros como una herramienta de gobierno, útil
para ampliar su dominio en el poder. Los sitios de livestreaming y las
redes sociales fueron de los más afectados.
En Uzbekistán el régimen bloqueó los foros de discusión en los que
simples ciudadanos hablaban de las revoluciones árabes. Las palabras
"jazmín" y "occupy", seguidas del nombre de alguna ciudad China, fueron
bloqueadas en Internet en ese país. Bielorrusia, confrontada por las
manifestaciones masivas, hizo que no fuera posible acceder a la red
social Vkontakte. Del lado de Kazajistán se tuvo el mismo reflejo
desproporcionado: la plataforma Livejournal fue bloqueada por completo
como medida contra algunos sitios considerados "extremistas".
Turquía estableció un sistema de filtraje de la Web que, si bien es
facultativo, pareciera una forma de censura disfrazada.
El nuevo gobierno tailandés emprendió, en nombre del crimen de lesa
majestad, una espiral de bloqueos de sitios y de contenidos peligrosa
para la libertad de expresión. El gobierno se jacta de haber bloqueado
en unos meses más páginas web que en los últimos tres años.
La vigilancia sigue teniendo cabida en Túnez. Ammar 404, sobrenombre del
sistema de filtraje y vigilancia de la Web puesto en marcha bajo el
régimen de Ben Ali, podría renacer de entre las cenizas ahora que la
justicia examina el posible filtraje de sitios web pornográficos.
Corea del Sur, en respuesta a la propaganda de Corea del Norte, decidió
aumentar el número de sitios web bloqueados. Tayikistán, que no figura
en este informe, ha bloqueado Facebook y sitios web de noticias,
mientras que Pakistán está acusado de querer construir su propio "Gran
cortagfuegos".
Más contenidos eliminados y presiones sobre los intermediarios técnicos
Cada vez más, los censores intentan implicar a las empresas privadas en
la vigilancia y la censura en línea. Algunas colaboran, otras se resisten.
Por presión de las autoridades, sitios de microblogging chinos como Sina
Weibo debieron dotarse de miles de moderadores y requieren ahora que sus
usuarios se registren bajo su verdadero nombre.
Las empresas que alojan sitios web son objeto de presiones cada vez más
fuertes para que retiren contenidos bajo el procedimiento
"notification-retrait". Se corre el riesgo de que se cometan abusos con
el empleo de este método, como lo subrayó Frank La Rue, relator especial
de las Naciones Unidas en materia de Libertad de Expresión. En
Tailandia, la responsable del sitio informativo Prachataï, Jiew, corre
el riesgo de pasar veinte años en prisión por comentarios juzgados de
lesa majestad. También se le reprocha no haberlos retirado a tiempo tras
la notificación. La presión que ejercen las autoridades sobre los
intermediarios técnicos se intensifica. Por ejemplo, en India intentan
convencerlos de que garanticen la previsualización de los contenidos
difundidos en sus plataformas, con el fin de retirar aquellos
considerados "inconvenientes" o "susceptibles de provocar disturbios
intercomunitarios".
El derecho al olvido, un peligro para la neutralidad de la Red y la
libertad de expresión en línea
Cada vez son más frecuentes las peticiones de individuos basadas en un
supuesto "derecho al olvido digital", en lo que concierne a información
almacenada en Internet. El 8 de noviembre de 2011 la comisaria europea
Viviane Reding suscitó nuevas preocupaciones al mencionar un proyecto de
directiva que permitiría a toda persona pedir, "por motivos legítimos",
que se borren datos de tipo personal. El derecho general al olvido,
garantizado por una ley, es difícilmente conciliable con la libertad de
expresión y de información en Internet. No es sencillo ponerlo en
práctica y se corre el riesgo de imponer a los editores y a quienes
alberga sitios web una obligación imposible de cumplir en la Red: la
total desaparición de un contenido. Debe hacerse una reflexión de fondo
para determinar si las disposiciones actuales relativas a la protección
de la vida privada, los delitos de prensa, los datos personales y el
arbitraje judicial del juez son suficientes para garantizar los derechos
de los individuos.
Tácticas de vigilancia cada vez más eficaces e invasivas
Si bien el filtraje continúa progresando, es sobre todo la vigilancia lo
que se desarrolla. Los censores prefieren consultar la actividad de los
disidentes y sus contactos en la Red, más que impedirles acceder a ella.
Los servicios de seguridad ya no sólo le piden a un prisionero
interrogado y torturado el nombre de sus cómplices, sino la contraseña
de su cuenta Facebook, Skype, VKontakte, etc. Esta situación se
reproduce en Irán, Bahréin, Turkmenistán, incluso en Siria. Los
disidentes intentan encontrar toda clase de soluciones. La de algunos
consiste en crear cuentas falsas o en darle su contraseña a una persona
de confianza para que "arregle" su cuenta en caso de que sean detenidos,
para evitar así poner en peligro a sus contactos.
La protección de las fuentes de los reporteros y de redes de disidentes
constituye uno de los mayores retos en la lucha por la información.
Reporteros sin Fronteras incitó a los periodistas extranjeros que
desempeñan su trabajo en países donde la situación es delicada a tomar
precauciones especiales en lo que respecta a la comunicación,
dependiendo del contexto. Al partir a una zona de guerra o en conflicto,
el chaleco antibalas ya no basta, hay que abastecerse de un "equipo de
supervivencia digital" que permita encriptar la información, garantizar
el anonimato de las comunicaciones y, eventualmente, evadir la censura.
En lo que se refiere a la vigilancia técnica, en Siria e Irán se han
registrado intentos de phishing, usurpación de la identidad (nombre de
usuario) en las redes sociales, así como el uso de certificados de
seguridad falsos. En Siria se efectuaron estas prácticas después de que
se eliminó el bloqueo de Facebook, que no se decidió con intenciones de
apertura, sino para facilitar la vigilancia.
También se da prioridad a la neutralización de herramientas de
encriptado, de evasión de la censura o que permiten el anonimato. Irán
ahora es capaz de bloquear https o los puertos utilizados por las redes
privadas virtuales (VPN, Virtual Private Network). China está en
condiciones de limitar el número de direcciones IP que pueden conectarse
al mismo tiempo a la red internacional.
La vigilancia se refuerza a medida que los regímenes represivos
adquieren de las empresas especializadas equipo y programas de filtraje
y escucha, así como de Deep Packet Inspection (DPI), cada vez más
eficaces. Los SpyFiles publicados por WikiLeaks son una mina de
información sobre el tema. Con frecuencia estas empresas son
occidentales y gozan de un mercado muy lucrativo. Sólo por citar
algunas: se denunció a la firma estadounidense BlueCoat por sus
actividades en Siria; a la compañía Franciasa Amesys, en Libia; la ONG
Arabic Network for Human Rights Information (ANHRI) emprendió acciones
legales contra Vodafone en Egipto; asimismo, la empresa italiana AreaSpa
finalmente dejó Siria, tras una campaña internacional de denuncia
después de que se revelara que colaboró con el régimen.
La cuestión de la responsabilidad social de las empresas se encuentra en
el corazón de los debates. Las compañías que se vuelven cómplices de las
violaciones de los derechos humanos deben ser sancionadas. El Parlamento
Europeo votó una resolución a favor del endurecimiento de las reglas de
exportación de productos (incluidos los informáticos o de
telecomunicación) a países que no respetan los derechos humanos. En el
Congreso estadounidense se examina otra propuesta de ley encaminada en
ese sentido.
El reino de la propaganda
Corea del Norte llevó su guerra propagandística contra su vecino Corea
del Sur hasta la Red, asegurando su presencia en las redes sociales. La
propaganda cubana no deja de atacar a los blogueros críticos del
régimen, a quienes acusa de ser mercenarios al servicio del "imperio"
estadounidense.
China contribuyó con los "50 Cent" –blogueros a los que les paga por
difundir mensajes avalados por el partido (50 centavos por cada uno)–,
tras los problemas generados en Mongolia Interior por la muerte de un
ganadero.
El ciberejército sirio se ha convertido en un maestro en el arte de
contaminar los muros Facebook de los opositores y de ahogar los
comentarios críticos entre una masa de elogios al régimen de Bachar
Al-Assad. Se crean cuentas Twitter para parasitar la información
proporcionada por el hashtag #Syria, que envían cientos de tweets cuyas
palabras clave (keywords) reenvían a resultados deportivos o fotos del país.
Bahréin invierte millones para mejorar su imagen en el extranjero. Las
autoridades hacen todo lo posible para que el Gran Premio de Fórmula 1
de Manamá, que tendrá lugar en abril de 2012, produzca la ilusión de que
todo regresó a la normalidad.
Ciberataques
Los ciberataques de tipo DDoS (Denial of Service, ataques de denegación
de servicio) se generalizan. A menudo, los gobiernos están detrás de los
intentos de hackear sitios web informativos o independientes. Incluso
Eritrea se vio afectada. Sitios web de oposición se volvieron
inaccesibles, mientras que la ONU adoptaba sanciones contra el país.
Sitios web ceilandeses también lo padecieron. En Rusia, en vísperas de
las elecciones legislativas, una serie de ciberataques coordinados y de
detenciones de periodistas y blogueros intentaron asfixiar las
discusiones políticas, que sólo pueden realizarse libremente en la Red.
Durante las manifestaciones en Bielorrusia, el proveedor de acceso a
Internet BelTelecom redirigió a los internautas que buscaban conectarse
a la red social Vkontakte a sitios que contenían programas nocivos
(malware).
En adelante, cada país cuenta, junto con su ejército tradicional, con un
ciberejército, ya sea oficial o no. Los ciberejércitos sirio e iraní van
al frente. En el año 2011 también se presenció el aumento de poder de
grupos de hackers como Anonymous, que en respuesta a la cibercensura y
la represión emprendieron ciberataques contra los regímenes tunecino,
egipcio y sirio.
Deshacerse de los testigos molestos
2011 fue un año particularmente mortífero para los netciudadanos, de una
violencia nunca vista desde que se generalizó el uso de Internet entre
los disidentes y los defensores de los derechos humanos. Muchos de ellos
perdieron la vida en Bahréin, México, India y Siria. Es probable que aún
queden por identificar decenas de casos y, seguramente, otros engrosarán
el balance, en especial en Siria.
En México los cárteles atacaron directamente a los usuarios de las redes
sociales. Tres netciudadanos y una periodista fueron asesinados. El 9 de
noviembre de 2011 encontraron en Nuevo Laredo el cuerpo decapitado de un
internauta mexicano conocido en la Red como el "Rascatripas", quien
colaboraba activamente con el sitio "Nuevo Laredo en vivo", que denuncia
las actividades del crimen organizado. "Rascatripas" era moderador de
este sitio. Un mensaje colocado a un lado de su cadáver decía: "Me pasó
esto por no entender que no debo reportar en las redes sociales".
El 9 de abril de 2011, en Bahréin, el netciudadano Zakariya Rashid
Hassan murió mientras se encontraba detenido, siete días después de que
lo arrestaran por "incitación al odio", "publicación de noticias
falsas", "promoción del sectarismo" y "llamado al derrocamiento del
régimen en los foros en línea".
Al menos siete profesionales de la información extranjeros y sirios
perdieron la vida en Siria a finales de febrero de 2012; su muerte
estuvo relacionada con su actividad profesional. Los netciudadanos
también pagaron con su vida la difusión de información, entre ellos,
Basil Al-Sayed, Ferzat Jarban y Soleiman Saleh Abazaid.
Redadas y arrestos
Cada vez más numerosos, los netciudadanos también se encuentran cada vez
más expuestos. Al menos 199 de ellos fueron detenidos en 2011, cuando
participaban en labores de información al público; esto representa un
aumento de 31% respecto al año anterior.
Hasta el día de hoy, al menos 120 netciudadanos se encuentran
encarcelados por sus actividades de información en línea. China, y
después Vietnam e Irán, son de nuevo este año las prisiones más grandes
de mundo para los netciudadanos.
Una verdadera redada tuvo lugar el 16 de febrero de 2012 en el Centro
Sirio para los Medios de Comunicación y la Libertad de Expresión. Lo
mismo sucedió en Turkmenistán, tras los acontecimientos de Abadán. Irán
y Vietnam recurrieron a este método con mucha frecuencia. Vietnam lo
empleó contra las redes católicas. China detiene con regularidad a
netciudadanos y disidentes para intimidar a sus círculos de influencia.
El Premio Nobel de la Paz, Liu Xiaobo, aún se encuentra tras las rejas.
En Egipto, el primer preso político de la era pos Mubarak fue el
bloguero Maikel Nabil Sanad, condenado por sus críticas al ejército.
Por otra parte, los arrestos domiciliarios y las falsas liberaciones se
multiplican. Estos métodos se han convertido en la especialidad de
China. El bloguero y disidente Hu Jia y el defensor de los derechos del
pueblo mongol Hada lo padecieron. Vietnam también recurrió a ellos.
Tratos inhumanos, presiones y tácticas desleales de todo género
Numerosos netciudadanos sirios y bahreiníes fueron torturados cuando se
encontraban detenidos. Las autoridades iraníes con frecuencia obtuvieron
a través de la tortura confesiones de los disidentes, que después
difundieron en la televisión. En Egipto, blogueros dieron cuenta del
trato degradante de la policía durante los interrogatorios.
Los "UAE 5", cinco netciudadanos y activistas encarcelados en los
Emiratos Árabes Unidos acusados de subversión en línea, fueron descritos
en los medios de comunicación del país como traidores, al igual que sus
allegados. En Bahréin, el famoso disidente Nabeel Rajab a menudo vio su
imagen enlodada por los medios de comunicación, y fue agredido físicamente.
En Cuba, una verdadera batalla campal se desarrolla entre los blogueros
progubernamentales y los "alternativos", críticos del régimen. Estos
últimos, como Yoani Sánchez, han sido víctimas de campañas de descrédito
y difamatorias en los medios de comunicación del Estado o en los sitios
de propaganda exteriores.
Cadenas de solidaridad
Se han creado puentes entre las blogósferas. Ciudadanos del mundo entero
han comenzado a difundir llamados a la solidaridad, las imágenes más
impresionantes, la información más asombrosa. Global Voices ha jugado un
rol importante en el diálogo entre comunidades en línea, al igual que
diversas ONG de defensa de la libertad de expresión.
Para sortear a los censores, que han mejorado sus capacidades, los
"hacktivistas" han proporcionado apoyo técnico a netciudadanos
vulnerables frente a la censura generalizada, para ayudarles a hacer
circular la información. Las campañas en torno al bloguero egipcio
Maikel Nabil Sanad, o de la siria Razan Ghazzawi, sobrepasaron
claramente las fronteras. #OpSyria, lanzado por Telecomix, permitió
ayudar a los sirios a difundir videos de la represión.
El año 2011 vio el desarrollo de herramientas de evasión de la censura y
del bloqueo de la Red, como "Internet in a suitcase" o las Freedom Box.
Los defensores de las libertades digitales trabajan sin descanso para
responder a los retos que plantean herramientas de censura más eficaces.
Cuando los diplomáticos entran en el juego
La libertad de expresión en Internet ya no es un dominio reservado a los
disidentes, geeks o censores. Los diplomáticos les pisan los talones.
Las declaraciones y los textos comunes de organización internacionales y
de coalición de países sobre la libertad en Internet se multiplican, del
informe de Frank La Rue, quien en junio de 2011 reconoció el acceso a
Internet como un derecho fundamental, al alto marcado por la Corte
Europea de Justicia, condenando el filtraje y sus efectos nocivos en la
libertad de expresión.
A finales de febrero de 2012, durante una reunión del Consejo de
Derechos Humanos, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos, Navi Pillay, denunció las restricciones de Internet en
ciertos países y la detención de blogueros. Subrayó: "Internet ha
transformado los movimientos de derechos humanos. Los Estados ya no
pueden ejercer un control basado en la noción de un monopolio sobre la
información".
La Secretaria de Estado estadounidense, Hilary Clinton, hizo un llamado
a la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE)
para que adoptara una declaración que garantizara las libertades en
línea, considerando que "los derechos ejercidos en el ciberespacio
merecen la misma protección que los ejercidos en el espacio real".
Por su parte, China, Rusia, Tadjikistán y Uzbekistán defendieron en las
Naciones Unidas el principio de un código de buena conducta en Internet.
Una propuesta que busca, de hecho, legitimar la censura.
El balance poco glorioso de algunas democracias
Las prácticas de las democracias están lejos de ser virtuosas. La
libertad de circulación de información en línea en ocasiones carece de
peso frente a la seguridad interior, la lucha contra el terrorismo o la
cibercriminalidad, incluso de la propiedad intelectual.
La vigilancia de la Red se intensificó en India desde los atentados en
Bombay en 2008. Rusia tiende a tachar de "extremistas" a los sitios que
simplemente critican al Kremlin para mejor cerrarlos. Escudándose en la
lucha legítima contra la pedofilia, Canadá adoptó una ley liberticida
para la Red.
El Reino Unido –donde el Digital Rights Bill, destinado a proteger el
derecho de autor, fue puesto al descubierto por Frank La Rue– vivió un
periodo difícil durante los disturbios del mes de agosto de 2011. El que
RIM, el fabricante de BlackBerry, haya revelado a la policía los datos
personales de algunos de sus usuarios, sin una orden judicial previa,
constituye un precedente preocupante.
Pese a la condena internacional y el hecho de que sus leyes son
excesivas, Francia continúa aplicando la ley Loppsi, que establece un
filtraje administrativo de la Red, y la ley Hadopi, que prevé el corte
de acceso a Internet para luchar contra la descarga ilegal. Decretos de
aplicaciones de otras leyes muestran que las autoridades tienden a
recurrir al filtraje. Australia aún no ha renunciado a su sistema de
filtraje nacional, incluso si los apoyos se erosionan y el tipo de
contenidos concernido podría ser limitado.
El discurso de funcionarios estadounidenses sobre la importancia de la
lucha contra la cibercensura, así como su financiamiento de herramientas
de evasión de la censura, se contradice con el trato que le dieron a
WikiLeaks (leer el informe de Reporteros sin Fronteras sobre Estados
Unidos e Internet). El bloqueo de sus fuentes de financiamiento –en
especial Visa y MasterCard–, limitó el funcionamiento del sitio. Bradley
Manning, sospechoso de ser uno de los informantes de WikiLeaks, estuvo
detenido en condiciones deplorables durante varios meses. Julien
Assange, el fundador de WikiLeaks, enfrenta una "inculpación secreta".
Reporteros sin Fronteras pide a las autoridades estadounidenses que la
clarifiquen.
La reacción de internautas y ciudadanos "del mundo libre"
Los internautas de los países occidentales prepararon sus armas en los
movimientos Occupy Wall Street. Fueron aún más numerosos al salir a las
calles para denunciar los proyectos de ley liberticidas estadounidenses
SOPA y PIPA, que sacrificaban la libertad de expresión en línea por la
protección del derecho de autor. La operación Stop SOPA y el apagón
efectuado durante 24 horas por sitios como Wikipedia permitieron
movilizar como nunca a internautas del mundo entero potencialmente
afectados por esas leyes.
Esta movilización repercutió e hizo posible una nueva ola de
movilizaciones contra el proyecto ACTA (Anti-Counterfeiting Trade
Agreement, Tratado Comercial Antifalsificación), al que hasta entonces
el gran público era relativamente indiferente. Los netciudadanos de
todas las latitudes se dieron cuenta de que esos textos internacionales
podían tener incidencia en sus actividades cotidianas. La punta de lanza
de la movilización fue Europa del Este. Algunos gobiernos dieron marcha
atrás y suspendieron la ratificación. La resistencia al ACTA nunca fue
tan fuerte y el tratado podría conocer muy pronto sus últimos días. Se
debe permanecer vigilante. El próximo blanco de los internautas podría
ser la Directiva de Aplicación de los Derechos de Propiedad Intelectual
(IPRED por sus siglas en inglés), que podría establecer un filtraje
masivo de la Web. Un golpe más a la neutralidad de la Red.
La "soberanía" de Internet y la división de la Web
La soberanía de Internet es una noción que avanza cada vez más en el
pensamiento de los dirigentes de países más o menos represivos. La
plataforma nacional instaurada en Birmania en 2010 hizo émulos. Mahmoud
Ahmadinejad, fiel a su política nacionalista, anunció varias veces en
2011 el lanzamiento de una Internet nacional, con su propio motor de
búsqueda y servicio de correo electrónico, que podría establecer dos
formas de acceso diferentes, una para las autoridades y otra para el
resto de la población, como lo permite hoy, por ejemplo, la estructura
de la Internet birmana. Bielorrusia impone en adelante a las sociedades
comerciales que registren sus sitios web en el país. Los sitios
informativos al parecer no están concernidos. Por el momento.
En los hechos, algunos países como Corea del Norte, Turkmenistán,
Uzbekistán, Cuba e Irán censuran tanto el acceso a Internet, como
relegan a su población a Intranets locales que no tienen comparación con
la Red Internacional. La decisión de Twitter de aplicar una censura
geolocalizada confirma esta tendencia en el repliegue sobre Redes
nacionales.
En 2011 la división de la Web se reforzó. Los internautas tienen acceso
a información diferente según el lugar donde se conectan. La segregación
digital se expande. La solidaridad entre defensores de una Internet
libre y accesible a todos es más que nunca vital para edificar o
preservar los puentes entre los netciudadanos y procurar que la
información continúe circulando.
LA NUEVA LISTA 2012 DE LOS ENEMIGOS DE INTERNET
Dos países, Bahréin y Bielorrusia, pasan de la categoría "países bajo
vigilancia" a la de "Enemigos de Internet". Venezuela y Libia dejan la
lista de países bajo vigilancia, mientras que India y Kazajistán entran
en ella.
La lista de "Enemigos de Internet" crece
Bahréin y Bielorrusia se unen a Arabia Saudita, Birmania, China, Corea
del Norte, Cuba, Irán, Uzbekistán, Siria, Turkmenistán y Vietnam en la
lista de "Enemigos de Internet". Estos países combinan a menudo
problemas de acceso a Internet, un filtraje severo, persecución de
ciberdisidentes y propaganda en línea. Irán y China reforzaron
particularmente sus capacidades técnicas en 2011. Además, China acentuó
su presión sobre los actores privados de la Red con el fin de ponerlos a
su servicio. Irán anunció el lanzamiento de una Internet nacional. Irán
y Vietnam emprendieron nuevas olas de detenciones, mientras que la
masacre en Siria azotó a los netciudadanos y permitió al régimen, con la
ayuda iraní, perfeccionar su maestría en la vigilancia de de la Web.
Turkmenistán conoció su primera guerra de información 2.0, en tanto que
Corea del Norte, que desarrolla su presencia en línea con fines de
propaganda, se enfrentó al crecimiento del contrabando de equipo de
comunicación en la frontera china. En Cuba, blogueros críticos y
progubernamentales se enfrentaron en línea. Arabia Saudita continuó
aplicando una censura implacable, asfixiando la cobertura de una
revuelta provincial. Uzbekistán tomó medidas preventivas para evitar que
UzNet (nombre de la Internet uzbeca) sea un lugar de debate sobre las
primaveras árabes. Un rayo de esperanza: la situación mejora en
Birmania, donde la Junta permitió la liberación de periodistas y
blogueros, así como el desbloqueo de sitios informativos, pero aún falta
que se deshaga de herramientas técnicas y legislativas de control y
vigilancia de la Red.
Bahréin ofrece el ejemplo de una exitosa represión, logró silenciar la
información gracias a un impresionante arsenal de medidas represivas:
marginación de los medios de comunicación extranjeros; hostigamiento de
los defensores de los derechos humanos; detención de blogueros y
netciudadanos (uno de ellos murió cuando se encontraba detenido);
acciones judiciales y campañas de difamación contra los defensores de la
libertad de expresión; perturbación de las comunicaciones, en especial
durante las grandes manifestaciones.
En Bielorrusia, a medida que el país se hunde en el aislamiento político
y el marasmo económico, el régimen del presidente Lukashenko intenta que
la Web permanezca bajo un corte ajustado. Internet, espacio de
movilización y de información, sufrió de lleno la violenta reacción de
las autoridades a la "revolución de los medios de comunicación social".
La lista negra de sitios bloqueados creció, Internet fue bloqueado de
forma parcial durante las "protestas silenciosas". Internautas y
blogueros fueron detenidos y otros, "invitados" por la policía a
"conversaciones preventivas", con el fin de convencerlos de que
renuncien a manifestarse o a cubrir las manifestaciones. Por otra parte,
el gobierno usó Twitter para enviar mensajes de intimidación a los
manifestantes o redirigir a los visitantes de la red social Vkontakte a
sitios que contenían programas nocivos (malware). Finalmente la ley
n°317-3, que entró en vigor el 6 de enero de 2012 en Bielorrusia,
ratificó la vigilancia de la Red y reforzó el dispositivo de control de
la Web en el país, agregando un arsenal represivo.
Movimiento en la lista de los países bajo vigilancia
Aún se encuentran en la lista de países "bajo vigilancia": Australia,
cuyas autoridades no tienen la intención de renunciar a un peligroso
sistema de filtraje de la Red; Corea del Sur, que reforzó la censura de
la propaganda de su vecino Corea del Norte y conserva un arsenal
legislativo represivo; los Emiratos Árabes Unidos, donde la vigilancia
se intensificó en reacción a las rebeliones populares en el mundo, como
medida de prevención; Egipto, donde las autoridades no han tomado en
cuenta ninguna lección de la revolución y retomaron antiguas prácticas
atacando directamente a los blogueros más críticos; Eritrea, régimen
policial que mantiene a sus ciudadanos al margen de la Red y que se
preocupa por la nueva movilización de su diáspora en la Web y en las
calles del mundo entero; Francia, que continúa su política de lucha
contra las descargas ilegales vía la "respuesta gradual", y donde el
recurso de un filtraje administrativo de la Red se trivializa; Malasia,
donde se mantiene a los blogueros –que poseen más credibilidad que los
medios de comunicación tradicionales– bajo presión ante la proximidad de
las elecciones generales; Rusia, que recurrió a los ciberataques y a la
detención de blogueros y netciudadanos para impedir que durante el
periodo electoral se desarrollara un verdadero debate político en línea;
Sri Lanka, donde los periodistas y los medios de comunicación en línea
continúan siendo víctimas de la violencia y de bloqueos; Tailandia,
donde el nuevo gobierno condenó a blogueros a penas de prisión y reforzó
el filtraje en nombre del crimen de lesa majestad; Túnez, donde lejos de
haber sido obtenida, la libertad de expresión sigue siendo frágil y la
tentación de filtrar Internet no ha desaparecido; Turquía, donde se ha
vuelto imposible acceder a miles de sitios web y las autoridades
emprendieron iniciativas preocupantes en lo que respecta al filtraje,
asimismo, continúan las acciones judiciales contra netciudadanos y
periodistas en línea.
Venezuela y Libia dejan la lista de países bajo vigilancia
En Libia los retos siguen siendo numerosos, pero la desaparición del
coronel Gadafi y la caída de su régimen pusieron fin a una era de
censura. Antes de su caída, el ex predador de la libertad de prensa
había intentado imponer un silencio informativo, cortando el acceso a la
Red.
En Venezuela, el acceso a la Web sigue siendo libre. Si bien es cierto
que es difícil evaluar la autocensura, la adopción en 2011 de
legislaciones en potencia liberticidas para la Red no ha tenido hasta el
momento efectos particularmente nefastos. No obstante, Reporteros sin
Fronteras sigue vigilante, dado que las relaciones entre el poder y los
medios de comunicación críticos son tensas.
India y Kazajistán
Tras los atentados de Bombay en 2008 les autoridades de la India
reforzaron la vigilancia de la Web y aumentaron la presión sobre los
intermediarios técnicos, negando públicamente las acusaciones de
censura. La política de seguridad nacional de la democracia más grande
del mundo debilita la libertad de expresión en línea y la protección de
datos personales de los internautas.
Kazajistán, que pretende ser un modelo regional tras haber asumido en
2010 la presidencia itinerante de la Organización para la Seguridad y la
Cooperación en Europa (OSCE), parece hacer de lado sus bellas promesas
para emprender de forma resuelta el camino de la cibercensura. En 2011
un movimiento social inédito prolongado por un violento motín, una ola
de atentados y los problemas de salud del jefe de Estado, contribuyeron
a crispar a las autoridades aún más y a que éstas reforzaran el control
de información, en especial en línea: bloqueo de sitios informativos,
corte de las comunicaciones en la región aledaña de Janaozen cuando se
suscitaron problemas, nuevas regulaciones liberticidas para la Red.
Tailandia y Birmania a las puertas de los Enemigos de Internet
Si continúa su caída por el incremento del filtraje y de las condenas de
netciudadanos en nombre del crimen de lesa majestad, Tailandia podría
unirse a los países que conforman el grupo de los más liberticidas de la
Web.
Por el contrario, Birmania podría salir muy pronto de la lista de
Enemigos de Internet si toma las medidas necesarias. El país comienza un
periodo de apertura alentador, caracterizado por la liberación de
periodistas y blogueros, así como por la eliminación del bloqueo de
sitios informativos. Sin embargo, debe concretar las reformas, abandonar
por completo la censura, liberar a los periodistas y blogueros que aún
se encuentran detenidos, desmantelar el aparato de vigilancia
desarrollado en torno a la plataforma nacional y abrogar la Electronic Act.
Otros temas preocupantes
Otros países encarcelaron a netciudadanos o aseguraron una forma de
censura de la Red. Incluso si no figuran en estas listas, Reporteros sin
Fronteras sigue vigilando la situación de la libertad de información en
línea, en especial en países como Azerbayán, Marruecos y Tayikistán.
Al cierre de este informe, Paquistán lanzó una licitación, el 2 de marzo
de 2012, encaminada al desarrollo de un sistema nacional de filtraje y
bloqueo de la Red que es muy preocupante. Reporteros sin Fronteras pidió
a las autoridades que abandonaran este proyecto liberticida, que crearía
una gran muralla electrónica. De lo contrario, Paquistán podría empezar
a formar parte de los Enemigos de Internet en el informe 2013.
http://es.rsf.org/entre-vigilancia-y-filtraje-la-12-03-2012,42082.html
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