domingo, 24 de abril de 2011

La lucha de poderes generó una crisis de líderes en Cuba

La lucha de poderes generó una crisis de líderes en Cuba

En Cuba la vida política y social gira sobre el PCC, y con un régimen
que aglutina y controla todas las formas de educación del país, surge la
inquietud de por qué a estas alturas, luego de cinco décadas bajo el
marxismo-leninismo, tanto Raúl como su hermano Fidel, no encuentran
líderes que a estas alturas debían estar preparados para gobernar,
serían ya "el hombre nuevo" del que hablaba el Che Guevara.
EL UNIVERSAL
domingo 24 de abril de 2011 05:01 PM

La escases de nuevos líderes para la conducción de la revolución cubana
fue una gran revelación de Raúl Castro al clausurar el VI Congreso del
Partido Comunista de Cuba (PCC), por lo que esa crisis generacional
demostró que el monolítico sistema, que lleva 52 años en el poder, sigue
dependiendo de una vieja guardia militar que no siente confianza dentro
de su propio círculo para traspasar el control.

Así, por vez primera en muchos años, la dirigencia cubana se sinceró, y
no son las amenazas externas las culpables de la crisis, sino que el
problema está al interior. "Estamos convencidos de que el principal
enemigo que enfrentamos y enfrentaremos -reconocía Raúl este martes ante
1.000 delegados comunistas- serán nuestras propias deficiencias y que
por tanto, una tarea de tamaña dimensión para el futuro de la nación, no
podrá admitir improvisaciones ni apresuramientos".

La renovación, o mejor dicho, el movimiento de figuras dentro del Buró
Político del PCC, donde se asentaron a viejos titanes del triunfo de la
revolución de 1959 -una guardia inspirada en las guerras reales e
imaginarias de Fidel Castro-, es la que ahora detenta el poder, pero esa
"gerontoélite" supera los 70 años de edad, y la renovación de los
cuadros de mando es una cuestión urgente, como dijo Raúl, pero que sin
duda tomará tiempo.

En Cuba la vida política y social gira sobre el PCC, y con un régimen
que aglutina y controla todas las formas de educación del país, surge la
inquietud de por qué a estas alturas, luego de cinco décadas bajo el
marxismo-leninismo, tanto Raúl como su hermano Fidel, no encuentran
líderes que a estas alturas debían estar preparados para gobernar,
serían ya "el hombre nuevo" del que hablaba el Che Guevara.

Sin claridad

Los Castro y el propio Raúl, no arguyen de las razones de esa realidad,
pero "el problema de la falta de relevo -por lo visto- no quiere ser
atribuida a ellos, sino a la baja catadura moral de sus herederos, de la
terrible agresión imperialista que no les dio tiempo a pensar en la
sucesión o de la equivocada injerencia -establecida en la propia
constitución de 1976, ¡reformada en 1992!- del Partido Comunista en la
Administración pública", escribía el historiador cubano en el exilio
Rafael Rojas, buscando explicar las razones de esta "crisis".

Para otros el conflicto de liderazgo es producto de la actual realidad:
líderes históricos que se aferraron al poder durante décadas,
destruyeron cualquier tipo de iniciativa innovadora al interior del
partido o las juventudes comunistas, aplastando la motivación por surgir
en parte, por la lucha de fuerzas, y el paternalismo exacerbado del
Estado; la inmigración cualificada al exterior, y la ortodoxia fidelista
que no permitía sombras a su imagen e influencia, también son razones
creíbles.

El hecho de que Castro propusiera la limitación del mando de todos los
cargos directivos del partido y la administración a dos períodos de
cinco años es una visión congruente con su propuesta de modernización,
pero la ratificación de viejas figuras militares va en contrasentido,
pero parece ser útil para darle un carácter más militar al sistema, y
por ende, más autoritario y represivo para evitar brotes democráticos
ante esa ausencia de remplazos calificados.

Raúl fue elegido primer secretario del PCC, esto era de esperarse, pero
"el nombramiento del primer vicepresidente José Machado Ventura, con sus
80 años, como segundo Secretario disipa cualquier esperanza de que
nuevos talentos se moverán hacia arriba en corto plazo. Peor aún con
Ramiro Valdés, de 79 años, el temido exministro del Interior, elevado a
la tercera posición en la línea de sucesión", advierte Karina Gutiérrez,
investigadora de estudios cubanos de la Universidad de Miami, en Estados
Unidos.

Cruzadas

El objetivo trazado entonces, de deslindar al Estado- Gobierno del
partido, será una cruzada que tendrá que llevarse por delante a los
inmovilistas refractarios a los cambios. Aclarado el mensaje de que la
misión es mantener el socialismo y "no permitir jamás el regreso del
régimen capitalista", Cuba entra ahora en una faceta de "democratización
a lo Castro", es decir, movimiento de figuras clave; uno que otro
derecho económico; el ascenso de negros, mestizos, mulatos y mujeres
-evidencia del elevado racismo y exclusión en las cúpulas de poder--, y
quizá más liberaciones de opositores.

Con estos pasos y revelaciones del VI congreso, en lo que a política
respecta, demostrar que el socialismo cubano a lo Castro avanzó en
inclusión -hasta de sus mismos idealista--, es una tarea difícil por más
que imposible; lo contradictorio es que hay gobiernos y figuras que aún
pregonan que esa forma de poder es un modelo exportador.

http://internacional.eluniversal.com/2011/04/24/la-lucha-de-poderes-genero-una-crisis-de-lideres-en-cuba.shtml

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