Lunes 23 de Agosto de 2010 17:34 Agencias
El gobernador del estado norteamericano de Nuevo México, Bill
Richardson, comenzó el lunes una visita a Cuba para promover las
exportaciones agrícolas y la cual, según expertos, podría esconder
gestiones diplomáticas con La Habana, informó Reuters.
Según un comunicado de su oficina en Santa Fe, Richardson permanecerá
cinco días en Cuba para "fortalecer potenciales asociaciones comerciales
y culturales".
Pero los detalles de su agenda son vagos y su pasado como enviado del ex
presidente estadounidense Bill Clinton a naciones enemigas como Corea
del Norte sugiere un posible rol diplomático detrás de bastidores.
Algunos analistas creen que Richardson intentaría por ejemplo discutir
con las autoridades cubanas la liberación de Alan Gross, un contratista
estadounidense arrestado en diciembre de 2009 bajo sospechas de espionaje.
"Nada le interesaría más que resolver la situación de Gross. Parecería
que la delegación comercial es simplemente una excusa para viajar a
Cuba", dijo un experto en Washington que pidió no ser identificado.
La detención de Gross, sospechoso de distribuir teléfonos satelitales
ilegales en Cuba, trabó la tímida apertura emprendida en 2009 por el
presidente Barack Obama.
Obama eliminó restricciones para que los exiliados cubanos viajen y
envíen remesas a Cuba y autorizó a las compañías de telecomunicaciones a
explorar oportunidades de negocios en la isla. También retomó
conversaciones sobre asuntos migratorios que habían sido interrumpidas
durante la administración anterior.
Richardson, ex embajador de Estados Unidos ante Naciones Unidas y hombre
cercano a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, defiende un
acercamiento a La Habana.
En una columna de opinión publicada el 14 de agosto en The Washington
Post, instó a Obama a eliminar las restricciones que impiden a los
estadounidenses viajar a Cuba.
"Relajar las restricciones de viaje es en el interés de Estados Unidos y
sería un paso importante hacia una normalización de las relaciones con
Cuba", escribió Richardson.
En su opinión, sería además una forma de responder a la decisión de Raúl
Castro de liberar a medio centenar de presos políticos tras
negociaciones con la Iglesia Católica.
El gobernador de Nuevo México es además una cara conocida para las
autoridades cubanas.
En agosto del 2009 realizó una visita similar a Cuba y se entrevistó con
el vicecanciller Dagoberto Rodríguez y con el presidente de la Asamblea
Nacional, Ricardo Alarcón.
Richardson dijo entonces que percibió una "buena atmósfera" y que
recomendaría al presidente Obama dar "modestos pasos" hacia una futura
normalización de las relaciones con La Habana.
En 1996 se reunió con Fidel Castro y logró la excarcelación de tres
presos políticos.
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