Martes 13 de Julio de 2010 23:57 Agencias
Tres de los disidentes llegados el martes a Madrid se convirtieron en
protagonistas de la presentación de un libro de su compatriota Guillermo
Fariñas y coincidieron con él en que "en Cuba es más grande el miedo que
el dolor", informó EFE.
Se trataba de la presentación del libro Radiografía de los miedos en
Cuba, cuyos originales salieron de la Isla "a través del escritor Raúl
Rivero y gracias a algunos mecanismos de colaboración con la Isla", como
explicó Guillermo Gortázar, el presidente de la Fundación
Hispano-Cubana, editora de la obra.
Hasta la sede madrileña de la Fundación Ortega y Gasset, donde se
celebró el acto, llegaron José Luis García Paneque, Pablo Pacheco y
Léster González, tres de los siete disidentes excarcelados y expatriados
que llegaron a España merced a un acuerdo entre el gobierno y la Iglesia
de Cuba y la mediación de Madrid.
En una breve presentación del libro de Fariñas, disidente que acaba de
abandonar una huelga de hambre que mantuvo durante 135 días, Gortázar
dijo que es una obra "extraordinariamente expresiva y explicativa de por
qué dura tanto la dictadura en Cuba".
Según Gortázar, Fariñas, sicólogo profesional y "observador político y
social", retrata a Cuba, "un país donde todo el mundo tiene miedo a algo
o a alguien; donde el miedo es generalizado".
"En Cuba tiene miedo desde el más alto burócrata, Fidel (Castro), Raúl
(Castro, el presidente), hasta el último de los guajiros, porque el
miedo —agregó— somete, oprime, genera personas dependientes,
aterrorizadas y limitadas, condenadas al disimulo y a la espera".
Y añadió Gortázar que, en la Isla, "los únicos seres humanos realmente
libres son los disidentes, los que han perdido el miedo y se expresan en
público con libertad, tal como son".
Citando a Fariñas, el presidente de la Fundación Hispano-Cubana añadió
que los opositores dentro de la Isla son "los dementes", las víctimas de
las delaciones y de las múltiples formas de represión, que son
imprescindibles para el común de los cubanos, "que les admira en silencio".
"Cuba será libre cuando su gente común pierda el miedo", dijo Gortázar.
A su turno, el disidente Léster González, de 33 años, recién llegado de
La Habana, aseguró que estaba "impresionado" porque nunca había visto un
país libre: "Ni me imaginaba lo que era esto", dijo.
"Es verdad que de un día para otro puedo decir y hacer lo que me de la
gana, pero estoy triste —agregó González—, porque no estoy en Cuba, que
es la tierra que me vio nacer".
Léster González expresó su convencimiento de que la actitud del régimen
con los presos políticos le parece "el inicio de una nueva etapa".
Y recordó que en el aeropuerto de La Habana, poco antes de salir hacia
España, algunas personas le tendieron la mano y "aplaudieron, sin miedo,
delante de los guardias".
"Se me acercaron como diez o doce militares, pero no me miraban con mala
cara, sino asombrados por lo que estaba sucediendo", recordó González,
convencido —dijo— de que "en Cuba el miedo supera al dolor".
García Paneque, por su parte, aseguró que no se esperaban tal acogida en
Madrid, aunque apuntó que él y sus compañeros no están "para
celebraciones", pues han dejado tras las rejas a 45 hermanos que deben
ser liberados pronto.
En su opinión, en Cuba "ha comenzado un diálogo entre cubanos por el que
hay que apostar y aportar", y agregó que "no hay que esperar a la muerte
de nadie" para alentar la transformación del país.
"No tenemos nada que celebrar hasta que no salga el último de la
cárcel", dijo también a EFE Pablo Pacheco, de 40 años, acompañado de su
hijo Jimmy, de once años, que tenía cuatro el día que le detuvieron y le
sacaron de casa "en su presencia".
Acompañado por su padre, Jimmy dijo que lo primero que le ha llamado la
atención es que "España tiene una sociedad adelantada y muy buenos
edificios".
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