31-07-2010.
Juan Carlos Linare Balmaseda
Periodista Independiente
(www.miscelaneasdecuba.net).- Cleptocracia es un concepto moderno, cuyo
origen viene del griego clepto: quitar y cracia: fuerza; lo que en
término de recién acuñación se conoce como gobierno de corruptos.
Bárbara Castillo cuajó bien como cleptócrata del castrismo. Cuando ella
fungía de ministra del comercio en Cuba, entre otras muchas
dilapidaciones al Estado, se echaron decenas, o tal vez cientos, de
electrodomésticos nuevos pero defectuosos en fosas cavadas con buldózer,
luego se sepultaban para evitar que los equipos se desviaran hacia el
mercado negro, es decir hacia la población.
Ahora en Venezuela, reaparece involucrada en el deterioro de por lo
menos 30.000, o tal vez –dicen otras fuentes- 130 000 tonelada de
alimentos importados por la empresa estatal Producto y Distribución
Venezolana de Alimentos, Pdval.
El fenómeno barbarita es nada comparado con el pedigrí de otros
cleptócratas. Imaginemos cuanto peculado y daño al medio ambiente habría
causado la idea de Fidel de construir "una de las mayores presas del
mundo" a principio de la década del sesenta.
Su proyecto era conectar la Isla de Pino con los dos extremos de la
provincia La Habana mediante dos carreteras, formando un triángulo, y
con los ríos habaneros vertiendo agua dulce al embalse.
Hoy, los cleptócratas que nos gobiernan armonizan con la maña de
consolidarse en el poder. La división de la provincia La Habana, la
separación de una franja turística –de extrema importancia turística- en
Matanzas, un deslinde de la frontera en Guantánamo, y quien sabe cuantas
artimañas más, evidencian todo lo que ha crecido la cleptocracia
criolla, al grado de que ya la isla le queda pequeña en espacio.
Mientras, corre el rumor de que Raúl prepara los cambios sustanciales
una vez muerto Fidel.
Sea cual fuere el modus operandi y el modus vivendi de los castro,
finalizó la etapa en que Fidel con apabullante soberbia controlaba a los
súbditos de la cleptocracia, aumentando o disminuyendo sus conexiones y
su operatividad, aunque nunca pretendiendo librarse del todo de ellos,
porque la influencia de los clectócratas fué un medio de dominación del
dictador en jefe. Ahora la cleptocracia, con rostro cada vez más
tenebroso, organiza la cleptomanía sin el látigo del mentor, Fidel.
Un amigo me contó que en el Ministerio de Comercio Interior, MINCIN,
organismo al cual pertenece, quedaron "excedentes" (desempleados)
cientos de trabajadores en meses recientes, y cuantiosas dependencias
del MINCIN están casi cerradas debido a la falta de mercancía, pero la
esfera administrativa continúa casi intacta, los jefes se reubica en
otros puestos similares de dirección.
Asimismo acontece en los demás ministerios de la nación. En el
Ministerio del Turismo, MINTUR, sobran 8 000 trabajadores, de los que ya
están en la calle una parte.
En esencia, solo el gobierno justo y honrado que liberalice las fuerzas
productivas y democratice la actividad política puede salirse de la
maleza clectocrática, acaba con la cleptocracia.
La historia del absolutismo recoge suficiente documentación sobre
furibundos cleptócratas, los que exterminan opositores, perfilan guerras
étnicas o raciales a conveniencia y también, en el momento decisivo, le
estrangulan el gaznate lo mismo a un moribundo comandante que a un
anciano general."
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=29142
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