jueves, 13 de julio de 2017

Hundimiento del remolcador 13 de Marzo: el crimen más atroz de Castro

Hundimiento del remolcador 13 de Marzo: el crimen más atroz de Castro
11 de julio de 2017 - 21:07

A 23 años de la masacre del remolcador 13 de Marzo, un crimen horrendo
perpetrado por el régimen de los Castro, Jorge García, quien perdió a 14
familiares en la tragedia, recuerda uno de los capítulos más horrendos
de la historia de esa dictadura
ÁLVARO MATA
POR JORGE A. GARCÍA
Escritor y poeta

Desde el 13 de julio de 1994 les prometí a mis muertos que nunca más
volvería a separarme de ellos. Desde entonces hasta acá, 23 años han
volado en bandadas por los techos del mundo. Y ellos continúan ahí
esperando por una reivindicación, y yo sigo aquí haciendo de cada
aniversario una cita de recordación para que el tiempo no borre la
efeméride de la memoria; para que los nuevos Joel nacidos conozcan de
cerca el hundimiento del remolcador 13 de Marzo, un crimen horrendo
perpetrado por el régimen de los Castro, durante la madrugada del 13 de
julio de 1994.

En este brutal suceso, tres navíos bajo las órdenes del Gobierno, a
fuerza de chorros de agua y bandazos, hunden la embarcación donde
viajaba un elevado número de personas con el único propósito de
encontrar caminos de libertad. El balance de víctimas es alto, más
notorio aun cuando se trata de niños y mujeres inocentes: 37 cubanos
ahogados, entre las edades de cinco meses de nacido y 52 años. La
actuación despiadada de estas bestias con ropaje castrense, los lleva a
disparar chorros de agua a presión sobre los cuerpos de los niños que
piden clemencia y viajan abrazados a sus madres desde la cubierta del barco.

Espanto

Como si esto fuera poco y para seguir saciando su gula de espantos,
ponen oídos sordos a las súplicas, arremeten sus moles de hierro contra
la indefensa embarcación y la hunden.

No conformes todavía implementan nuevos abusos con sus máquinas de
muerte. Ahora comienzan a dar giros para crear un torbellino que se
trague a las pocas personas vivas que quedan sueltas en la superficie
del mar, muchas de las cuales, sin saber nadar, buscan desesperadamente
algo donde aferrarse para no perecer ahogados.

A pesar de la barbarie los verdugos se retiran de la escena sin brindar
socorro a nadie. Unos segundos bastan para que la crueldad prepare el
"tiro de gracia" y vista sus nuevos atuendos de "buenagente" con la
llegada de las lanchas patrulleras Griffin artilladas y repletas de
gendarmes a bordo. Entonces, rescatan a los que, por la gracia de Dios
logran sobrevivir, y en vez de darle atención, le aplican grilletes a
sus manos y los conducen como prisioneros hasta Jaimanitas adonde son
confinados en lúgubres mazmorras.

Atrás y en total abandono permanecen los muertos a la suerte de los
depredadores del mar. Nunca nos entregaron sus cadáveres para darles
cristiana sepultura, nunca permitieron funerales simbólicos o alguna
manifestación de tributo. El miedo a que la verdad salga a la luz, los
lleva a encarcelar durante meses a los hombres sobrevivientes e
implementar un fuerte acoso contra los familiares de las víctimas.

Crimen impune

Se me pone la carne de gallina cada vez que pienso que cuatro lustros y
pico después, los mismos asesinos siguen en su propia madriguera
aguardando por nuevas víctimas. Por eso pido a las Naciones Unidas, a la
Organización de Estados Americanos, a los Tribunales Internacionales y a
las organizaciones de Derechos Humanos en el mundo un favor póstumo a
nombre de los muertos en el hundimiento del remolcador 13 de Marzo, para
que estas instituciones impidan que se repitan hechos semejantes en
cualquier parte del mundo.

En tanto un crimen impune de lesa humanidad sigue merodeando frente a
mis narices. La única forma de enfrentarlo, a mi alcance, es la
denuncia. Si bien prosigo haciéndolo cada aniversario, este quehacer
cobra algunas desavenencias entre mis amigos y una parte de la familia.
Los que me conocen saben muy bien que no busco protagonismo personal ni
creo erigirme en pedestal de las víctimas. Sin querer serlo, porque
estas amargas citas afectan sobremanera mi plano emocional, trasmuto en
vocero de mis muerto, una especie de papagayo que cuando asoma su faz
provoca temblequeos en esos mismos que dedican una parte de su tiempo en
hacerme llamadas de amenazas para que yo abandone mis lides.

A esos cardúmenes que visten de verde olivo y hacen de mis muertos un
nuevo plancton en el menú del fondo de la bahía. A esos que no cesan sus
amenazas y no les basta haberme dejado huérfano de familia y ahora
tratan en vano de apagar mi vida, les digo:

"Mi derecho al dolor es tan soberano y susceptible como las palmas que
adornan mi campiña y nadie puede impedir que prosigan brotando lágrimas
desde la cobija de mis ojos."

Conmemoración

Finalmente, agradezco el altruismo de un matrimonio amigo para hacer
realidad el lanzamiento de la 3ra edición de mi libro El hundimiento del
remolcador 13 de Marzo, dentro del marco de las actividades por el 23
aniversario, en la sede del Directorio Democrático Cubano, 730 NW 107
Avenue, Suite 117, Miami, el jueves 13 de julio, a las 11 am.

Asimismo, el mismo día, a las 7 pm, se realizará un acto solemne en el
Malecón del Santuario Nacional Ermita de la Caridad, 3609 South Miami
Ave., en el que se depositarán flores en el mar. Acto seguido, se
oficiará una misa católica a los pies de la Virgen, en el templo casa de
los exiliados cubanos y todas las nacionalidades.

Source: Hundimiento del remolcador 13 de Marzo: el crimen más atroz de
Castro | Cuba -
http://www.diariolasamericas.com/america-latina/hundimiento-del-remolcador-13-marzo-el-crimen-mas-atroz-castro-n4126538

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