Rosa Parks en la Cuba de los Lineamientos
Ojalá el caso de Yanay Aguirre ayude a acabar de una vez con el problema
de la discriminación, y no solo la de tipo racial
Viernes, julio 14, 2017 | Luis Cino Álvarez
LA HABANA, Cuba.- En Cuba, donde el maltrato de todo tipo a las personas
por parte de cualquiera –sea un guagüero, un bodeguero, la recepcionista
de una oficina, el administrador de una empresa o un policía- se ha
vuelto cotidiano, y los que se atreven a quejarse no suelen ser
escuchados, un caso como el de Yanay Aguirre es raro, excepcional.
Yanay Aguirre escribió una carta a la sección Buzón del periódico
Trabajadores donde se quejaba de que un botero (chofer de alquiler) la
había maltratado al expulsarla del carro, profiriéndole insultos
racistas. Tan pronto la carta apareció publicada, el pasado 3 de julio,
llegaron al periódico decenas de mensajes de solidaridad con la joven y
de indignación por la forma en que la muchacha había sido discriminada y
vejada por ser negra. Y poco después, la Dirección de la Policía
Nacional Revolucionaria anunció que el chofer (cuyo nombre no reveló)
había sido detenido y sería llevado ante los tribunales.
"Tremendas leyes se gasta esa negrita", me comentó jocosamente un
vecino, y me miró con cara de asombro cuando le reproché su racismo
jaranero.
En Cuba, si tuvieran que ir a juicio todos los que se refieren a los
negros de forma despectiva, burlona o abiertamente insultante, los
tribunales se abarrotarían, no darían abasto. El racismo, aunque sea la
mayoría de las veces de forma no consciente, está prendido en la psiquis
de los cubanos, por mucho que se nieguen a admitirlo, especialmente si
son blancos o parecen serlo.
El gobierno, que hace más de medio siglo, de un plumazo, dio por
terminada la discriminación racial, en los últimos años ha tenido que
admitir que aún está latente en la sociedad cubana, solo que lo explica
como "un problema cultural".
Yanay Aguirre, que tal vez por ser estudiante de Derecho en la
Universidad de La Habana conoce las leyes y supo reclamar su derecho a
no ser vilipendiada y discriminada, viene a convertirse en una especie
de Rosa Parks en la Cuba de los Lineamientos y la actualización del
modelo económico.
El caso de Yanay Aguirre es alentador. Ojalá ayude a acabar de una vez
con el problema de la discriminación, y no solo la de tipo racial.
Porque en Cuba, donde según la Constitución y el Código Penal, ninguna
persona puede ser discriminada, no solo los negros son ofendidos y
discriminados de una forma u otra. También lo son las personas de la
comunidad LGTBI que no estén bajo el amparo de Mariela Castro y no
bailen en su comparsa; los habitantes de las provincias orientales, los
llamados despectivamente "palestinos" o "sin tierra", que por ley
necesitan de un permiso para permanecer en La Habana y no ser deportados
por la policía a su lugar de origen.
Y ni hablar de los que se oponen abiertamente al régimen. Sus derechos
no cuentan. Para ellos, la exclusión es institucionalizada. Llamarlos
"gusanos" o cualquier otro insulto, y hasta golpearlos, es un mérito
político, una muestra de celo y combatividad revolucionaria, aun cuando
no sea en el marco de uno de los actos de repudio organizados por
Seguridad del Estado.
Últimamente, las discriminaciones, lejos de resolverse, en este país que
cambia "sin prisa y sin pausa", van en aumento. Ahora también te pueden
discriminar por pobre y hasta por feo. Te pueden negar un empleo
alegando "falta de idoneidad", un abstracto y subjetivo concepto que
abarca desde "no tener una buena apariencia física" (¿?) hasta no ser
políticamente confiable. Y el dueño de un paladar o cualquier otro
establecimiento privado se reserva el derecho de no admitir tu entrada
por tu aspecto "raro" (¿?) o tus modales, o porque sospeche a priori,
sin saber cómo anda tu billetera, que no cuentas con dinero suficiente
para pagar la comida y la bebida que vas a consumir.
Ojalá que a partir de ahora, a los que les griten "negro de mierda",
"maricones", "tortilleras" "palestinos", "gusanos" o cualquier otro
insulto, todos los marginados o discriminados, empiecen a quejarse
públicamente, y como en el caso de Yanay Aguirre, la gente se
solidarice con ellos. Y lo que es más difícil, al menos por ahora: que
las autoridades escuchen sus reclamos.
luicino2012@gmail.com
Source: Rosa Parks en la Cuba de los Lineamientos CubanetCubanet -
https://www.cubanet.org/destacados/rosa-parks-en-la-cuba-de-los-lineamientos/
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