martes, 20 de diciembre de 2016

Permitido fiestear

"Permitido fiestear"
El régimen castrista "autoriza" a los cubanos a celebrar en el Fin de Año
Martes, diciembre 20, 2016 | René Gómez Manzano

LA HABANA, Cuba.- El periódico Granma del sábado publicó, en su primera
plana, una información que no carece de importancia para los ciudadanos
de a pie. Bajo un titular truculento e inesperado ("Orgullo de
cubanos"), el órgano oficial del Partido Comunista informa a sus
súbditos que están autorizados a celebrar fiestas este Fin de Año.
¡Buenos que son estos castristas!

Los comisarios marxistas-leninistas, propugnadores del "ateísmo
científico", se hermanan así a los jesuitas de las misiones paraguayas
del Siglo XVIII. En esas reducciones, las reglas disponían que los
nativos casados (¡por supuesto, que los solteros, ni hablar!) sólo
podían copular cuando la autoridad tocaba una campanita. Al cabo de un
rato, otro tañido indicaba que el coito debía cesar. De manera análoga,
ahora los seguidores de Castro han anunciado que se puede fiestear…

Esto sucede tras casi diez días de luto obligado. Durante esa semana
alargada, nada sucedió en el mundo (y si algo pasó, el cubano no se
enteró, porque no hubo información alguna al respecto). Durante nueve
días sólo se habló del difunto epónimo. Pero ni siquiera por existir ese
único tema la inigualable prensa oficialista cubana se dignó cubrir la
rotura sufrida en Santiago de Cuba por el vehículo que transportaba los
despojos, el cual tuvo que ser empujado por uniformados.

La actual autorización para el jolgorio resulta sorprendente, si la
cotejamos con la decisión adoptada hace apenas unos días por autoridades
locales. Éstas, más papistas que el papa (o más fidelistas que Raúl, que
viene a ser lo mismo) dispusieron la suspensión de actividades
festivo-culturales de profunda raigambre, tales como las que en época
navideña se celebran cada año en Bejucal, Remedios o Guayos.

Al informar sobre el arbitrario decreto dictado en el poblado que fue
habanero hasta hace un par de años, el colega Orlando González comentaba
en CubaNet: "Este diciembre, por primera vez en su historia, Bejucal no
podrá disfrutar de sus populares Charangas". La decisión pone de
manifiesto el poco caso que los burócratas municipales prestan a los
deseos de quienes se supone que los eligen.

El grotesco ukase bejucaleño se une al arbitrario paquete de medidas que
circuló el Ministerio de Cultura (¿no sería más apropiado llamarlo de la
Anti-Cultura?). En virtud de ese conjunto de órdenes despóticas emitidas
por el actual Artista en Jefe, las dependencias del ramo quedan
inhabilitadas para el uso del humor y la música, excepto la sacra o
trovadoresca.

Por supuesto, el periódico con nombre de abuelita angloparlante, al
anunciarnos el gracioso permiso para fiestear, no deja de hacer sus
interpretaciones sobre las motivaciones que deberán tener los cubanos
para darse unos tragos, oír música bailable y menear el esqueleto.

Según el órgano de propaganda comunista, ello no tendrá relación alguna
con la llegada de un nuevo año, algo que ha sido festejado durante
siglos en todo el mundo. Conforme a la información brindada por los
agitadores castristas, son "miles las razones para celebrar estos 58
años de victorias", pero resaltan dos: el advenimiento de "un nuevo
aniversario del triunfo de la Revolución", ¡y la "confianza en el
futuro" para el 2017!

El inagotable optimismo que aparentan desbordar los escribidores
oficialistas choca de manera frontal con las duras realidades del
lúgubre panorama nacional. En medio del tremendo desastre en el que está
sumida Cuba, las promesas de los propagandistas suenan cada vez como el
tañido de una campana rajada.

En esta coyuntura, hablar (como lo hace el Granma en la referida nota)
de "nuevas expectativas", "optimismo" y "confianza", resulta algo
risible, y se percibe como un ejemplo insuperable de triunfalismo.
Cerrar el texto con la consabida frase "hacia la victoria, siempre", más
que una ilusión parece una obscenidad.

Los gacetilleros oficialistas recuerdan los éxitos reales o imaginados
de estos 58 años, ¿pero alguna vez mencionarán, siquiera de pasada, los
fracasos evidentes? ¿La desecación de la Ciénaga de Zapata y el Cordón
de La Habana? ¿El peligro real de aniquilamiento atómico en 1962? ¿La
total ausencia de perspectivas de futuro? ¿El consiguiente éxodo
desesperado de millones de compatriotas? ¿La "Zafra de los Diez
Millones" y la subsiguiente destrucción de la industria azucarera? ¿Los
campos convertidos en inmensos marabuzales?

Sí, los cubanos festejarán. Pero debo informar a los redactores
castristas que, salvo para unos pocos exaltados, sus motivaciones serán
las mismas de sus congéneres del resto del mundo. Nada tendrán que ver
con lo que proclama su órgano oficial. No importa que el esmirriado
periodiquito vuelva a ponerse ahora un poco de colorete, al usar de
nuevo el rojo que estuvo proscrito durante casi diez días, tras la
muerte del fundador de la dinastía reinante.

Source: "Permitido fiestear" | Cubanet -
https://www.cubanet.org/opiniones/permitido-fiestear/

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