jueves, 27 de noviembre de 2014

Sin billetes no hay gozadera

Sin billetes no hay gozadera
Los cubanos que buscan la diversión y el esparcimiento en clubes
nocturnos y discotecas sufren las inseguridades y altos precios. Sin
dinero no hay recreación
miércoles, noviembre 26, 2014 | Ernesto Aquino Montes

LA HABANA, Cuba. -Las necesidades recreativas de los cubanos pasan por
el mismo dilema que la satisfacción de sus imperativos básicos, como La
alimentación, el vestir y una atención médica de calidad. Todo se reduce
al dinero, y cómo conseguirlo.

Un gran sector de la sociedad –sobre todo los jóvenes- busca desconectar
la presión de sus días de trabajo y estudio dedicando los fines de
semana a bailar, beber, reunirse con amigos o encontrar pareja; y para
ello, acude a Centros Nocturnos y Discotecas.

Precios inaccesibles

Ramiro Díaz Comelier, un joven de 21 años que estudia enfermería, nos
habla de sus experiencias para acceder a un poco de esparcimiento.
Según el joven, "la entrada a las discotecas, donde la música está a
cargo de los DJs, cuesta entre 3.50 y 5.50 dólares, pero las que son
amenizadas por orquestas y agrupaciones musicales, la entrada puede
costar entre 12 y 27 dólares, aproximadamente. ¡Imagínese los inventos
que hay que hacer para conseguir ese dinero!".

Ramiro expresa su abierto desacuerdo con estos precios, asegurando que
"es vergonzoso que un ciudadano cubano -trabajador o estudiante- tenga
que pagar estos precios injustos para disfrutar de unas horas de
esparcimiento, después de haberse pasado toda la semana trabajando y
estudiando".

Delincuencia

Por su parte, Rolando Sarmiento, un ingeniero eléctrico de 27 años, que
asiste con frecuencia a estos centros recreativos, expresó que "en mi
opinión, hay algo que es mucho peor que el precio de las entradas; y son
los Choros". Sarmiento explicó que los llamados "Choros" es un nuevo
fenómeno delictivo, cuyos autores son carteristas que asedian de forma
silenciosa a las personas que acuden a estos centros.

El ingeniero eléctrico comentó que "lo que hace más peligrosos a los
Choros es la dificultad para identificarlos. La mayoría de las veces son
mujeres; mujeres jóvenes y bonitas que están muy bien vestidas y
perfumadas; adornadas con cadenas y pulseras de oro. De manera que nadie
puede imaginarse que una persona con esa apariencia te pueda robar".

Karla Sofía Mustelier Delgado, una bailarina de 23 años, asegura que los
responsables de velar por la seguridad de los participantes prohíben a
las mujeres llevar carteras o bolsos a las sesiones de baile. "A las
extranjeras –la mayoría europeas- se les advierte que el dinero deben
llevarlo en una bolsita, con un cordón atado a la cintura y por dentro
de la ropa, para evitar que les roben. Es tan dramático y bochornoso que
la realidad supera la fantasía".

Altas medidas de seguridad

Ricardo Claxton Leliebre, un joven de 27 años, graduado de Técnico en
Contabilidad, se refirió al incremento de personal entrenado dentro de
los establecimientos recreativos, y el especial cuidado en las medidas
de seguridad.

Nos dice Claxton Leliebre que "en la puerta de cada establecimiento hay
un portero que registra a los hombres que entran, para evitar que puedan
pasar armas blancas, drogas o bebidas alcohólicas; incluso, en algunas
discotecas ya se están utilizando mujeres en el servicio de protección;
porque se han dado algunos casos en que los hombres usan a sus
acompañantes mujeres para que estas sean las que les pasen la bebida,
las drogas o las armas. Yo sé que esta medida es un poco molesta, pero
con este método se garantiza la tranquilidad en estas actividades".

Pero la mayoría de los entrevistados coincidieron en afirmar que las
discotecas atendidas por el Estado son muy inseguras y mal abastecidas;
excepto la de los hoteles importantes como la del Meliá Cohíba, Hotel
Nacional, Habana Libre y otros, donde hay mucha afluencia de extranjeros.

Los clubes privados son más seguros

Sin embargo, para Natalia, una Joven de 34 años que prefirió ocultar el
resto de su identidad y cuyo esposo trabaja como personal de seguridad
en un Centro Nocturno Privado, los clubes particulares resultan más
seguros y creativos.

Y terminó diciendo: "No podemos olvidarnos que cuando las cosas son
propias uno las cuida más; y lo más importante para el dueño de un
negocio es el bienestar de los clientes. Al gobierno solo le importa
cuidar su imagen ante los extranjeros, por eso los clubes y discotecas
de los grandes hoteles parecen cárceles con música".

Source: Sin billetes no hay gozadera | Cubanet -
<http://www.cubanet.org/actualidad/actualidad-destacados/sin-billete-no-hay-gozadera/>

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