sábado, 20 de julio de 2013

Frente a la lógica totalitaria

Frente a la lógica totalitaria
JUAN ANTONIO BLANCO | Miami | 19 Jul 2013 - 11:05 am.

De no recibir sanciones que afecten a la estabilidad de su poder, los
líderes de Cuba y Corea considerarán que nada puede detenerlos. Hoy es
un contrabando de armas, mañana la masacre de una protesta popular.

Primero, un apretado resumen:

a) Cuba y Corea del Norte organizaron clandestinamente un contrabando de
varios tipos de armas que, al margen de su fecha original de
fabricación, violan lo estipulado por el embargo dispuesto por el
Consejo de Seguridad de la ONU contra este último.

b) Para hacerlo decidieron que no iban a declarar esa carga prohibida
cuando intentaran pasarla por el Canal de Panamá. De haberlo logrado,
habrían también violado las disposiciones que prohíben el paso de
armamento por esa vía marítima.

c) Al ser detenido bajo sospecha el barco, Cuba envió rápidamente a
Panamá al viceministro de Relaciones Exteriores, Rogelio Sierra Díaz, a
mentir —con premeditación y alevosía— a un gobierno con el que mantiene
buenas relaciones y al que venía cortejando para hacer avanzar
tempranamente su objetivo de participar en la próxima Cumbre de las
Américas a efectuarse en ese país. Juró a su contraparte que nada ilegal
venía a bordo y la exhortó a permitir que el barco continuara de
inmediato su curso.

¿Para qué era necesario correr esos riesgos si las piezas pueden ser
traídas de Rusia o China (Venezuela puede comprárselas) y en la Isla
hay, desde inicios de los sesenta del pasado siglo, técnicos, ingenieros
e instalaciones dedicados a esa faena y especializados en esos equipos?
Si los consideran obsoletos, ¿para qué malgastar dinero enviando esos
equipos al otro hemisferio del planeta para su mantenimiento?

Esas incongruencias sugieren que quizás también mientan en este asunto y
el destino de esas armas no era realmente ser reparadas en Corea del
Norte y devueltas a la Isla. En tal caso, ¿a quién estaban entonces
destinadas? Este incidente, investigado hasta sus últimas consecuencias,
puede resultar mucho más grave de lo que conocemos hasta ahora.

Los líderes totalitarios no comparten la misma lógica que los estados
democráticos. Sus regímenes no permiten una prensa libre, ni existe en
ellos una división y equilibrio de poderes que los obligue a responder
por la violación de compromisos nacionales o internacionales. No hay una
sociedad civil que fiscalice y denuncie los abusos gubernamentales. Su
objetivo no es procurar el bienestar de los ciudadanos, sino proteger su
poder totalitario.

Suponer que comparten la lógica de los regímenes democráticos es un
presupuesto no solo errado sino peligroso, porque acostumbran a entender
las concesiones y la tolerancia como debilidad e impotencia para
contener sus acciones. Ahora pretenden minimizar el escándalo diciendo
que se trata de equipos obsoletos. Su maquinaria de desinformación y
propaganda ya intenta distraer la atención hacia ese dato, real pero
secundario. De ese modo esperan salir del apuro con una, mínima,
reprobación de algún comité de ONU. Y así no van a escarmentar, sino
serán alentados a escalar su audacia.

Véase la conducta de Corea del Norte después de ser excluida de la lista
negra de Washington. Lo que en un momento dado "dejan de hacer", pero
sin asumir compromisos de trasparencia ni suscribir tratados
vinculantes, pueden reanudarlo mañana cuando vuelvan a sentirse
confiados. Su lógica no es la nuestra. Pertenecen a otra galaxia mental.

Cuando los demás países toman a la ligera actos como estos, los líderes
totalitarios llegan a la conclusión de que nada puede detenerlos. Hoy
violan las medidas del Consejo de Seguridad con un contrabando conjunto
de armas cubierto de azúcar y mentiras. Mañana pueden estimar factible
masacrar una protesta popular suponiendo que nada les sucederá. La
firmeza con que se les enfrente hoy puede salvar vidas en el futuro.

El único lenguaje que entienden estos líderes es el de aquellas medidas
concretas que afecten —de manera eficaz— la estabilidad de su poder. Es
entonces mejor que se les hable, oportunamente, en ese idioma. Luego
puede ser tarde.

Source: "Frente a la lógica totalitaria | Diario de Cuba" -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1374224709_4284.html

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