Chong Chon Gang, Armas, Misiles
El apestoso asunto del Chong Chon Gang
El gobierno de Cuba declara que se trataba de un cargamento de 240
toneladas de "armamento obsoleto". Conste que, por obsoleto, no deja de
ser letal
Roland J Behar, Miami | 30/07/2013 11:00 pm
Con toda razón se ha armado un escándalo con la confiscación de armas
ocultas en el carguero Chong Chon Gang. Los países envueltos no son de
fiar. Ambos están gobernados por dinastías familiares entronizadas por
décadas a expensas de la libertad y los derechos humanos de sus ciudadanos.
El gobierno de Corea del Norte ha sido incapaz de alimentar a su
población que, como resultado, padece de constantes hambrunas. Dicho
gobierno se da el lujo de financiar con sus ínfimos recursos un programa
nuclear que tiene al mundo consternado, dado lo impredecible del
carácter del actual gobernante Kim Jong —un heredero de la dinastía
fundada por Kim Il Sun, que lo mismo amenaza al mundo con una catástrofe
apocalíptica que habla de su admiración por la música de los Beatles o
Van Damme.
El otro elemento de la ecuación es nada más y nada menos que el gobierno
de Cuba, bajo el aparente mandato de Raúl Castro, siempre obediente a su
hermano Fidel, el mismo promotor, asesor y financista de acciones de
subversión y apoyo al terrorismo en los cinco continentes y quien, desde
la sombra, sigue, si no determinando, aún influyendo en las decisiones
más importantes en el ámbito nacional e internacional.
El gobierno de Cuba es único propietario y armador de todas las naves
mercantes con las que cuenta el país, las que ha subarrendado a otras
naciones, como desesperada forma de recabar fondos. Por esto podemos
asumir que conoce, perfectamente, la ley marítima. Saben que un
carguero, aunque este atracado, debe mantener sus sistemas de
localización satelital funcionando, y que todo lo que se cargue en un
navío para ser transportados entre cualesquiera dos o más puertos ha de
aparecer en la declaración de carga, si no es considerado contrabando,
de acuerdo a la ley marítima internacional.
Además, el transporte de mercancías peligrosas y contaminantes marinos
en buques de alta mar, está regulado en la Convención Internacional para
la Seguridad de la Vida Humana en el Mar (SOLAS) y la Convención
Internacional para Prevenir la Contaminación y las catástrofes en los
buques. Encabezan esta lista las materias y objetos explosivos.
Afortunadamente, luego de la crisis de los misiles de Octubre de 1962,
cuando la irresponsabilidad e irrespeto por la vida de su pueblo, el Dr.
Castro declaró —por supuesto, sin contar con nadie— que "prefería que la
isla se hundiera en el mar, antes de renunciar a sus principios
revolucionarios" poniendo, paso seguido, al mundo al borde de una
hecatombe nuclear, se asume que en Cuba no hay armamento nuclear.
El gobierno de Cuba (especifico el gobierno de Cuba para tratar de
romper con la mala costumbre de decir "Cuba" cuando se habla de las
decisiones o posiciones de la tiranía) declara que se trataba de un
cargamento de 240 toneladas de "armamento obsoleto". Conste que, por
obsoleto, no deja de ser letal. Baste decir que con equipos como los
decomisados en Panamá, se derribó un avión norteamericano en la década
de los 90 durante la guerra de Iraq y que varios países, entre ellos
Corea del Norte aún los utilizan.
La Habana, a través de sus agentes de influencia, está tratando de hacer
creer que ha habido una descoordinación entre las diferentes ramas del
gobierno, y que por ello ha ocurrido este incidente que viola todos los
acuerdos y resoluciones de la ONU en cuanto al suministro de equipos
bélicos a Corea del Norte. Con ese cuento durmieron al pueblo de Cuba
durante décadas, alegando que los horrores y errores en que incurría el
sistema, sucedían sin el conocimiento del "Máximo Líder" (como él mismo
se bautizó), cuando hasta un párvulo sabía que las decisiones más
insignificantes tenían que pasar por su despacho antes de poder llevar a
cabo la más simple gestión de cualquier tipo.
Si algo positivo tiene este incidente, es que no importa lo que el
gobierno de Cuba o sus alabarderos digan o dejen de decir. Estamos en el
principio de un proceso que hasta ahora no se sabe cómo terminará,
además de haber demostrado una vez más que no son confiables, que
mienten, que hacen trampas y que están dispuestos a hacer y decir lo que
sea necesario con tal de mantenerse en el poder a perpetuidad. De igual
manera que irrespetan a su pueblo y su derecho a ser libre así mismo se
burlan de cuanto código moral ético o internacional se interponga en sus
intereses. ¿A Ud. no le parece? A mí sí.
Source: "El apestoso asunto del Chong Chon Gang - Artículos - Opinión -
Cuba Encuentro" -
http://www.cubaencuentro.com/opinion/articulos/el-apestoso-asunto-del-chong-chon-gang-292257
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