Afuera escuelas, que venga el hotel
julio 1, 2013
Rogelio Manuel Díaz Moreno
HAVANA TIMES — La primera vez que entré a la Manzana de Gómez, no fue a
una de las tiendas de la planta baja. Mal podría haberlo hecho en aquel
momento, en lo más álgido de este interminable Período Especial cubano.
Si no recuerdo mal, ni siquiera la posesión de divisas convertibles era
todavía legal en nuestro país.
La primera vez que entré a la Manzana de Gómez, fue a un concurso de
conocimientos, probablemente de Física, de los que lleva a cabo
nacionalmente el sistema educacional. La edificación albergó, durante
muchos años, centros escolares, teatros, revistas y otros
establecimientos culturales, como la Institución Iberoamericana de
Cultura, presidida por el célebre intelectual Fernando Ortiz.
Esta edificación fue erigida paulatinamente, entre 1890 y 1918, con gran
protagonismo de la potentada familia Gómez-Mena. Desde entonces, ha
constituido uno de esos sitios emblemáticos de la ciudad de La Habana.
Los estragos del paso del tiempo y la falta de labores de mantenimiento
han hecho estragos en su estructura.
Recién me entero, por un despacho de Prensa Latina, que se va a erigir
un hotel de 500 habitaciones en su lugar. Sospecho que se conservará la
forma exterior, por eso del Patrimonio y la memoria de la ciudad, que el
historiador-empresario Eusebio Leal Spengler sabe administrar tan bien.
Y duele el alma al pensar que, para ello, han de ser necesariamente
desaparecidas las escuelas del lugar.
A decir verdad, desde hace varios años el edificio se veía tan destruido
que, tal vez, las escuelas ya llevaran cerradas un buen tiempo, con sus
estudiantes reubicados por otros centros de la zona.
A fin de cuentas, es lo mismo que ha pasado con la Facultad de Física de
la Universidad de La Habana. Y con miles de edificios más, escolares,
habitacionales, centros médicos, industriales, que vieron crecer el
peligro hasta volverse inhabitables, trampas mortales donde perecieron
no pocas personas.
Los recursos para las reparaciones nunca aparecían, a pesar de
derrocharse en otros lugares de utilidad dudosa.
Ahora, para edificar un hotel, sí se pueden destinar recursos. Todo buen
capitalista sabe que, para ganar dinero, hay que invertir dinero. Tal
vez la Colina Universitaria vea crecer un día otro lindo hotel, más
productivo que la enseñanza de las ecuaciones de Maxwell; o el hospital
Pedro Borrás se torne un Golf Resort.
Dudo que se haya consultado a la comunidad, a los padres, profesores,
trabajadores, para decidir el nuevo destino de la Manzana de Gómez. No
obstante, si alguien tiene otra noticia, que la comparta.
Los muchachos y muchachas, nos queda un consuelo a medias amargo, no
perderán sus oportunidades educativas. La mitad consoladora: llevarán
sus lecciones en otros centros: de matemáticas, de español, de
historias. Y la mitad amarga: llevarán la lección de que son desplazables.
Source: "La Manazana de Gomez de La Habana Vieja será un hotel" -
http://www.havanatimes.org/sp/?p=87587
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