Tiran perros vivos para alimentar a cocodrilos en la Ciénaga de Zapata
[26-04-2012]
Joisy García Martínez y Carlos B. García Ocampo
(www.miscelaneasdecuba.net).- Voz, por los que no la tienen. Ventana al
futuro.
El justo cuida de la vida de su bestia, mas el corazón de los impíos es
cruel.
Proverbios 12: 10
En esta vida que transitamos, como promedio general, entre unos 70 u 80
años, Dios en su sabiduría y perfección, creó como a hermanos
existenciales menores a los seres vivos que nos acompañan diariamente,
tanto para ayudarnos a vivir, embellecernos la vida, o como alimento,
para lo cual no sólo exige humanitarismo, sino también no derroche, no
depredación.
Debido a la sostenida hambruna social, la carencia notoria de alimentos,
tanto y más para los animales, la carestía de la vida aciaga por la
responsabilidad de un régimen político que tanto ofreció y tanto nos ha
arrebatado, reflexiono en torno a los que quizás más han sufrido,
nuestros animales.
Duele ver la absoluta irresponsabilidad e impunidad con que muchos
dueños maltratan, matan o dejan ciegos, lisiados, cojos etc. a sus
propios animales, los cuales no pueden defenderse ni tener voz, y sin
lamentablemente tener a nadie que haga nada sustancial, que los alivie
de tanto martirio.
Recientemente, se supo que en la Ciénaga de Zapata, en cierto criadero
de cocodrilos los alimentaban con perros vivos. Como verdugos gratuitos
observaban el sufrimiento canino y disfrutaban de las horribles orgias
de sangre noble e indefensa. Ante la vista pública y sin pudor
vergonzoso, hay quienes apalean a cansadas y hambrientas bestias mal
alimentadas, caballos, bueyes, perros etc.
Se sabe, que no pocos cuatreros en su afán de robar carnes en peligrosa
apropiación provocada por la ineficiencia productiva, e injusta
distribución, en ocasiones aun con el animal vivo, le arrancan miembros,
dejándolos que mueran lenta y desgarradoramente, lo que además muestra
el subdesarrollo espiritual y humano de algunas personas sin corazón y
gandinga. Devenidos hombres nuevos de lo que sería el futuro, nuestro
traumatizante hoy.
Con un profundo talento de perfeccionamiento social, la oposición
pacífica ha venido desarrollando su programa de fortalecimiento de la
sociedad civil, que con toda maldad política totalitaria fue básicamente
destruida, para con ello, en total estado de indefensión, cada
individuo, colectividad, etc., dependiera de la voluntad hegemónica de
la prepotente y siempre parcial conveniencia gubernamental.
Si alguien quisiera saber qué es estado de indefensión por destrucción
de la sociedad civil, debe analizar muchísimas indefensiones de aquellos
que caen en la impotencia de depender de la "justicia" siempre
parcializada para los que disienten y que son tratados peor que ilotas
en la época del imperio romano, pero en este caso siendo ciudadanos.
Aquel abusador y oportunista concepto de "dentro de la revolución todo,
fuera de la revolución nada" tiene muchas aristas, todas cortantes y
peligrosas para el ciudadano de a pie. Por eso el pueblo ha sufrido el
bloqueo gubernamental de no poder crear cuanta organización o
asociación, que persiga una finalidad socialmente utilitaria,
independiente de la política oficial vejatoria y prepotente.
Lo anterior incluye el impedimento de la creación de una fuerte
asociación nacional de protección a los animales, más allá de lo que ha
sido la vitrina del totalitarismo sobre vedas de caza y pesca, sólo
prohibidas realmente para los de a pie, pues sobradamente bien se
conoce, que los iguales no igualitarios gozan entre sus múltiples
dulcísimas mieles del poder de los privilegiados cotos de caza y pesca,
como las existentes en las reservas para caza de ganado mayor en
Holguín, Pinar del Rio y toda la cayería de la zona sur de la Isla-Finca
del reino castrista.
La sabiduría de la vida está probadamente recogida en los múltiples
libros sagrados existentes, comenzando por la Biblia con las exigencias
y tendencias al trato humano a todos los animales.
Hay muchas citas, observaciones, etc., que obligan a la humanización del
trato y por ventura, en las verdaderas democracias, las organizaciones
de los sistemas civiles para la protección de los animales, son tan
fuertes, que no pocos impíos tienen temor a enfrentarlos, con maltratos
indebidos, toreos ilegales, cazas prohibidas, peleas de perro, etc., o
por el placer diabólico de verlos morir por la muerte en sí misma.
Es por todo esto y mucho más que en una futura sociedad cubana
democrática, libre y humanizada, deberá organizarse, para proteger a
esos hermanos menores vivenciales, que no sólo los proteja
contundentemente, sino que nos entregue ese lado de felicidad que brinda
el ver y ayudar a hacer felices a todos los que nos rodean.
Tanto abuso y criminalidad contra los animales, con su impunidad
creciente, es una prueba más de la incapacidad estatista del
totalitarismo para abarcar el todo de la sociedad civil, que en este
campo como en el político, económico y social, ha conducido al país a
una catástrofe. Avanzar en este sentido y defender a los que no tienen
voz es nuestra obligación, acción que nos permitirá acercarnos a la
dañada expectativa de aspirar a una mejor nación.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=35848
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