lunes, 25 de abril de 2011

Perspicacia cubana…

Perspicacia cubana…
Por Cayetano Llobet T. - Columnista - 24/04/2011

Un gringo muy cercano al Departamento de Estado, en un coloquio
internacional, me dijo hace poco: "nos interesa la estabilidad de
Castro. Cualquier temblor político en Cuba, nos llenaría Florida de más
millones de cubanos… ¿qué haríamos con ellos?" Los gringos, ellos
también, han resultado muy perspicaces…

Porque hay que tener una agudeza intelectual superior y una visión
especial del mundo y de su historia para llegar a constatar, ¡después de
más de 50 años!, que el socialismo cubano ha resultado un solemne y
rotundo fracaso. Es cierto que todavía hay algunos --porque hay de todo
en estos mundos de Dios-- que están echando las campanas a vuelo porque
Raúl Castro ha anunciado la nueva revolución dentro del socialismo, su
gran renovación, autorizando la apertura de unos restaurantes privados,
los "paladares", que ya funcionaban discretamente, como lo sabe
cualquier turista, en combinación con los choferes de taxi --empleados
del Estado-- por una modesta propina que equivalía a varias veces su
sueldo.

Y no cabe la menor de las dudas de que hay que poseer una inteligencia
infinitamente superior para caer en cuenta de que el Partido Comunista
había resultado un nido de burócratas inútiles opuestos a todo, salvo a
su permanencia en el poder. Si en los partidos comunistas tradicionales
de casi todos los países --siempre salvo a Santiago Carrillo y su
momento especial en España-- el aparato partidario era una suerte de
tortuga casi inmóvil, ¿qué se podía esperar de un proceso de
anquilosamiento de más de 50 años? Qué tal será --¡sigo asombrado por
semejante perspicacia!-- que también se han dado cuenta de un pequeño
detalle: "por los errores cometidos"… ¡"no hay relevo preparado para
suceder a los históricos"!

No es difícil entender, en consecuencia, que el tiempo de preparación de
tales relevos no puede ser muy corto. Pero como son muy audaces y han
decidido emprender el camino de la modernidad, han aprobado --¡asombro
una vez más!-- que el tiempo máximo de permanencia de un dirigente en
cargo relevante, no podrá exceder los 10 años. Como el flamante elegido
como primer secretario, el propio Raúl Castro, ya tiene 79 años --cumple
80 los primeros de junio--, se ha cuidado de que el segundo secretario,
es decir, el posible sucesor de Raúl, sea una joven promesa del nuevo
comunismo cubano, José Ramón Machado… ¡con 80 años encima! Es decir,
que si todo va tan bien como lo piensa Raúl, tanto él como su segundo,
brindarán por el fin de su mandato cuando estén celebrando su 90
cumpleaños… ¡eso es previsión, lo demás son cuentos!

Pero hay más en la audacia reformista de Raúl Castro: ha informado a
Cuba y al mundo que "la misión principal" de su cargo es trabajar para
"defender y "perfeccionar" --sí, perfeccionar-- el socialismo". Si
entendemos que tal verbo, en las convenciones idiomáticas, significa
"acabar enteramente una obra, dándole el mayor grado posible de bondad o
excelencia", quiere decir que lo hecho hasta ahora es, por lo menos,
muy, pero muy bueno.

Y en medio de tanto avance, de tanta audacia, de tanta modernidad una
antipática ausente: doña Democracia. Ni una palabra de opciones
ideológicas o partidarias, menos de la posibilidad de publicar algún
medio con divergencia, diferencia o disidencia: entrar ahí es entrar al
terreno de la contrarrevolución. Ése es el ámbito de los provocadores,
de los agentes de la CIA, de los mercenarios pagados por Estados Unidos…
¡Ojo!, son las campanas que oye repicar en Bolivia el Vicepresidente.

Para el cierre: un gringo muy cercano al Departamento de Estado, en un
coloquio internacional, me dijo hace poco: "nos interesa la estabilidad
de Castro. Cualquier temblor político en Cuba, nos llenaría Florida de
más millones de cubanos… ¿qué haríamos con ellos?"

Los gringos, ellos también, han resultado muy perspicaces…

El autor es analista político

http://www.lostiempos.com/diario/opiniones/columnistas/20110424/perspicacia-cubana%E2%80%A6_122769_245782.html

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