27-04-2010.
Héctor Julio Cedeño Negrín, Periodista Independiente de Cuba
(www.miscelaneasdecuba.net).- Ciudad de la Habana, abril de 2010.- La
tiranía castrista se encuentra como he asegurado, en sus momentos
finales. Tengo la certeza de que el fin está cerca y que pronto
colapsará. Pero es precisamente en este momento en que se hace más
peligrosa, en los estertores de su muerte.
No es que sea aprendiz de brujo, sino que verdaderamente en la
actualidad, las condiciones son excepcionales, por mucho que se empeñen
en soslayar las dificultades y de apelar a la normalidad de la situación.
Claro, lo hacen para mantener al pueblo sedado y controlado, pero su
mismo nerviosismo y su propia torpeza lo delatan. En los dos últimos
meses, incluido el que transcurre, se divulgó mucho más de nuestra
lucha, por la libertad, la democracia, el respeto de los derechos
humanos y por la liberación de todos los Presos Políticos y de
Conciencia, que en todos los años pasados.
Nuestros héroes de esas jornadas extraordinarias, fueron
indiscutiblemente, el Mártir Orlando Zapata Tamayo y Las Damas de
Blanco. Ellos capitalizaron prácticamente toda la información sobre
Cuba, acostumbrada a estar muy brevemente en la noticia internacional.
Aún nos esperan jornadas inmensas y muy peligrosas para nuestro país,
que tal vez puedan desembocar en un baño de sangre.
Escribía, hace algunos días sobre una circular que se está pasando por
centros de trabajo, de estudio y otras instituciones, la nombran: Plan
contra alteraciones del orden y disturbios contrarrevolucionarios. El
"Plan" que termina con un Acta de constitución del destacamento de
respuesta rápida de la unidad x, detalla las acciones que, según ellos,
deben tomarse contra las manifestaciones contrarrevolucionarias, así
como el uso de "armas rudimentarias" para enfrentarlas: Palos, Cabillas
y Cables. Pienso que los cables, más que para golpearnos, pueden servir
para ahorcarnos.
Esto en sí es viejo; ya lo utilizaron en otras ocasiones, en los años
ochentas, en el noventa y cuatro. Pero ahora hablan de que podemos
atacar a los trabajadores y a las unidades. Esas unidades, a que se
refieren pueden ser: centros de trabajos, tiendas, bodegas, hoteles,
etc, pero eso también podría incluir estaciones de Policía, tal vez
incluso, hasta Unidades Militares, según la especulación.
En julio de 2005, se exponía falsamente, que estábamos apedreando el
Hospital "Hermanos Ameijeiras". Esto es, que están preparando a la
opinión nacional e internacional para realizar una acción excepcional,
en contra los opositores y tratar de incluir sabotajes en sus
acusaciones, pero somos luchadores pacíficos.
Hace unos días tomaron con policías, bomberos y perros rastreadores, la
zona de la manzana de Gómez y el Centro Asturiano, frente al Parque
Central de la Habana e insinuaron, como que se había encontrado
explosivos. Además, supe por unos amigos, que se especulaba sobre el
hallazgo de una bomba en alguna Unidad Militar, de la periferia de la
Ciudad de la Habana y que había sido desactivada a tiempo. ¿Dónde
podríamos conseguir explosivos, si ellos controlan hasta los clavos?
Se sabe que los que atacaron las tiendas el 5 de agosto del año noventa
y cuatro, conocido como el Maleconazo y que estimularon a convertir los
disturbios en la acción de simples ladrones, fueron los servicios
segurosos de la tiranía, para desvirtuar el motivo real de la protesta
política contra la dictadura. Esa fue la acción de sus agentes
infiltrados entre los participantes.
Se conoce además, que quien incendió el Círculo Infantil "Le Van Tan",
de Marianao, en el convulso año ochenta, fue la propia Seguridad del
Estado cubana. Eso lo denunció el ex Mayor de la Seguridad del Estado,
Florentino Aspillaga, quien fue baleado por pistoleros "diplomáticos"
cubanos, en la ciudad de Londres y dado por muerto, para que se llevara
el secreto a la tumba después de haber desertado de las filas de la
tiranía, frente la tremenda repulsión que le produjo el hecho.
Felizmente salvó la vida y pudo denunciarlo ante el mundo. Esto le costó
la abominación a la dictadura de Fidel Castro y la expulsión como
Embajador en la Gran Bretaña de Oscar Fernández Mell y sus pistoleros
mafiosos, que no pudieron ser juzgados, amparados en el recurso de su
inmunidad diplomática.
Se sabe que la acción de los petardos, colocados en distintos hoteles en
la Ciudad de la Habana, por individuos de nacionalidad centroamericana,
fue dirigida por los agentes de la dictadura castrista radicados en el
exterior. En un momento de crecimiento vertiginoso de la oposición
pacífica interna y con el fin de sembrar el pánico entre los opositores
y dar el pretexto necesario y suficiente, para incrementar la vigilancia
y la represión contra los contestatarios luchadores cubanos.
Esos agentes de la dictadura radicados en el exterior, varios de ellos
en los Estados Unidos de América, son los que envían las supuestas
infiltraciones, que al llegar a Cuba son abortadas por los "expertos
agentes de la inteligencia cubana".
Nada, simplemente sus agentes allá colectan a un grupo de retrazados
mentales, anormales y tontos y les convencen de que vayan a libertar a
Cuba, les entrenan y les arman, en el arte de ser capturados y en el de
confesar todos los planes y las acciones que, supuestamente, iban a
realizar y luego al llegar aquí, los detienen, los desarman y los
encarcelan o los fusilan y justifican los planes del imperialismo
norteamericano por subvertir el orden de la más cacareada revolución
fascista de América, o de intentar asesinar al más sátrapa de todas las
satrapías de la historia, que ya lleva inventado, cientos de ficticios
atentados (record Guinness), divulgado ahora a través del serial El que
debe vivir. y que está casi muerto en la vida real.
Luego, al cumplir sus penas, y sin glorias, muchos que ni siquiera se
preocuparon antes por obtener la ciudadanía norteamericana o no tenían
capacidad mental, no pueden retornar a los Estados Unidos por haber
violado las leyes estadounidenses y quedan aquí, hablando una sarta de
disparates, diciendo que los abandonaron y que eran agentes de la CIA;
ni que la CIA se dedicara a reclutar idiotas.
Decididamente la dictadura castrista no tiene método, ni estrategia, ni
principios, para enfrentar la lucha pacífica de los opositores cubanos;
en este campo están completamente perdidos. Es por ello que, a toda
costa, tratan de llegar al camino de la violencia, de las bombas, los
sabotajes y de las armas, donde tienen verdaderas posibilidades.
Así, tratan de infiltran entre nosotros provocadores e incitadores y
también delincuentes, que intentan llevarnos a ese terreno e incluso
tratan de convertir algunos de esos delincuentes comunes en Presos
Políticos para otorgarles prestigio y preeminencia.
Esos individuos por su falta de principio y de escrúpulos, siempre se
encuentran bajo el control de los cuerpos policiales e incluso bajo
chantaje de estos. Lo he visto y lo veo frecuentemente y también lo
combato permanentemente, pero hay otros que los toleran y los utilizan
para sus propios fines e incluso para hacer bulto en las fotos o
tenerlos en las "plantilla" de sus "organizaciones".
Digo esto, porque en los próximos días o meses, la dictadura en su
desesperación y cobardía, podría provocar actos vandálicos, que pueden
resultar colosales, puesta de bombas, de apariencia casera, sabotajes,
incendios provocados, etc., que puedan incluso causar muertes inocentes
e imputárnoslas.
Ellos que nos tienen rigurosamente vigilados, pero que están
completamente desesperados, aterrados, ante la pérdida del poder. Usando
esos métodos, tratarían de incitar al pueblo en contra nuestra, para
provocar choques violentos como ocurrió en el ochenta y justificar una
verdadera casería de opositores y una inusitada represión. Ellos han
tenido miles y miles de presos en sus mazmorras, aunque ya no les queda
ni una vacía, donde llevarnos. Bueno sí, pueden reabrir la prisión del
Príncipe o el Presidio Modelo, de la Isla de Pinos, que está ahí, de
reserva y volver a dinamitarlo.
Con la creación de esas Brigadas de Respuesta Rápida (BRR, Porristas le
llamaban en tiempos del machadato), que tratan de concretar intimidando
a las personas, en centros de trabajo o de estudios, obtendrían una
engañosa membresía de individuos, que supuestamente la integrarían
trabajadores o estudiantes.
Pero que sus verdaderos miembros serían los del Ministerio del Interior
y otros entes represivos, paramilitares y parapoliciales, de los que hay
muchos, porque la ciudadanía no es segura y no actuaría contra nosotros.
Así lo hacían con el Contingente "Blas Roca", aunque los verdaderos
integrantes de esas brigadas, eran los mismos policías con los pulóver
del contingente. Vi a muchos de ellos, pertenecientes a la Unidad de
Dragones y Zulueta, miembros del DTI y de otros departamentos, que nunca
en su existencia habían portado una cuchara de albañil.
No sé si aun existirá, pero en la esquina de las calles Belascoaín y
Cristina tenían un almacén del Ministerio del Interior, con uniformes de
cuanto organismo existía y le entregaban esos módulos a sus miembros.
Así, en determinada situación, aparecían en cualquier lugar con
uniformes diversos, simulando ser trabajadores de distintos organismos y
se trasladaban en diferentes vehículos con logotipo de distintas
entidades, aunque realmente todos eran simples esbirros del MININT,
entrenados para dar golpes y romper huesos.
Entre las bolas que hacen circular en estos días, los esbirros de la
dictadura castrista, está la de que las Damas de Blanco estaban
contratando a mujeres, para que se integrasen a su grupo y por el
supuesto pago de cincuenta pesos.
Como existe tanta ignorancia, analfabetismo y desinformación en la
población cubana y muchas personas saben donde encontrarlas y donde se
reúnen, por la tremenda hospitalidad de Laura Pollán, pretenden que allí
vayan a molestarlas y preguntarles o quizás a llamarlas por teléfono.
Eso es debido a la tremenda pobreza, que padecen las mujeres cubanas y a
la propaganda de que las Damas de Blanco reciben sustanciales dividendos
desde el exilio. Es también un arma de doble filo, que se puede revertir
contra la dictadura y que demuestra la simpatía y el interés
desarrollado por la población hacia ellas.
Para terminar, quiero volver al tema de los explosivos. Antes se vendían
en Cuba o se conseguían con relativa facilidad hasta en las canteras.
Recuerdo que a un compañero de estudios llamado Rogelio, le estalló un
petardo en las manos, estando en el baño de la escuela, cercenándole
varios dedos.
Yo que en tiempos de tener que asistir a la reserva militar activa, a la
que todos los hombres estábamos obligados a pertenecer en Cuba, so pena
de ser encarcelados, fui seleccionado como ingeniero militar,
especialista en comunicaciones, enmascaramiento, minado y demoliciones.
Allí pasé diversos cursos de entrenamientos, hasta que fui designado
para enseñar e impartir clases a un grupo de altos oficiales de aquella
época, en la 2100, Unidad de artillería de largo alcance, de la Ciudad
de la Habana, perteneciendo a la 2030, 3067 y a la 2115, Unidades de
Ingeniería Militar.
El control sobre los explosivos era tan riguroso, que teníamos que
desnudarnos, prácticamente, al regreso de las demostraciones y siempre
nos acompañaba un oficial de la Contrainteligencia, para que no
pudiéramos esconder ni un solo pan, del rompedor TNT, ni cartuchos de
explosivos iniciadores, como el C3 o el C4.
En los polvorines de las unidades, el control es más exhaustivo y
también los fiscaliza la Contrainteligencia. Aunque existen sustancias
de fácil obtención, como el amonio, que pueden ser utilizadas en la
confección de explosivos e incluso, el azúcar, esos documentos que
explican el método de elaboración, se guardaban en el más estricto secreto.
Con este extenso escrito, quiero denunciar los planes de la dictadura
para el tiempo que se avecina y desenmascarar los posibles escenarios
que tratan de crear, ahora que corren bolas de bombas por doquier. Eso
puede ser el preludio de verdaderas explosiones, provocadas por ellos
mismos; de eso sé y los conozco muy bien. Al inicio de las explosiones,
sabrán de su origen: son ellos los dueños.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=27402
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