lunes, 12 de mayo de 2014

Cuatro infiltrados de Miami ¿casualidad o conveniencia?

Cuatro infiltrados de Miami: ¿casualidad o conveniencia?
En tiempos difíciles, al régimen siempre le aparecen "terroristas"
enviados por el exilio cubano de la Florid
lunes, mayo 12, 2014 | Miriam Celaya |

LA HABANA, Cuba -Una nota informativa del Ministerio del Interior recién
publicada en los medios oficiales da cuenta de la detención de cuatro
cubanos residentes en Miami, "cuando planificaban ejecutar acciones
terroristas en el territorio nacional". Precisa la nota que "Los
detenidos reconocieron que pretendían atacar instalaciones militares con
el objetivo de promover acciones violentas", y que estarían dirigidos
por figuras históricamente vinculadas a este tipo de actividades. No
podía faltar en la relación de vínculos de este cuarteto el nombre más
tenebroso de todos: Luis Posada Carriles.

Más allá del rechazo natural a estos métodos violentos por parte de la
mayoría de los cubanos de todas las orillas –incluyendo a la oposición
interna–, la nota de referencia exhibe deficiencias esenciales que
opacan la loable finalidad de "informar al pueblo" acerca de los planes
de estos terroristas y de sus implicaciones.

Lo primero que salta a la vista es que los objetivos a atacar fueran,
como el Moncada en 1953, instalaciones militares. Cuesta creer que
cuatro sujetos se consideraran capaces de burlar la vigilancia y
seguridad que deben tener dichas locaciones, y encima "promover acciones
violentas" en Cuba. Esto sugiere varias interrogantes implícitas: ¿son
tan vulnerables las instalaciones militares cubanas que apenas un puñado
de fanáticos violentos constituyen una amenaza para ellas?, ¿acaso
contaban con grupos armados al interior de Cuba para apoyarles en esas
acciones?, ¿existe alguna posibilidad de que un reducido número de
individuos –lo suficientemente mal preparados como para ser detectados y
detenidos en flagrante delito– puedan "promover acciones violentas" en
la Isla?, ¿tendremos, pues, que preocuparnos?

Dejemos de lado la observación obvia de que cualquier objetivo económico
del país podría considerarse como una "instalación militar", habida
cuenta que los polos estratégicos de la economía están completamente en
manos de los militares. Es decir, que un ataque terrorista contra un
complejo hotelero de "Gaviota", contra el Puerto de Mariel o una tienda
recaudadora de divisas, bien podría entrar en tal clasificación. Pero
estos son apenas algunas pecas menores.

Lo que realmente llama la atención es que el gobierno cubano siempre
tenga la fortuna, la buena suerte o comoquiera que se le llame al hecho
–exceptuando el término "casualidad", por no parecer adecuado al caso–,
de que en las coyunturas más difíciles aparezcan forajidos infiltrados,
cargados de torvas intenciones, que quieren destruir la Revolución y sus
conquistas, subvertir el orden, etc.; que detrás de ellos esté siempre
la mano tenebrosa de Posada Carriles y sus compinches; y que procedan
invariablemente del territorio estadounidense. No nos sorprendamos si en
el proceso investigativo "se descubre" también la oreja peluda de la CIA
y otros nombres demoníacos de personajes de la política, como ciertos
congresistas y senadores cubano-americanos.

Pero, repasemos brevemente algunas de las incidencias que enmarcan el
hecho: el gobierno cubano necesita desesperadamente inversiones de
capital extranjero; el embargo mantiene su presión sobre la política y
la economía de esta isla "soberana" y constituye un freno para los
inversionistas, especialmente para los empresarios de EEUU; la Unión
Europea (UE) y EEUU –pese a las sanciones aplicadas a Moscú– no acaban
de conciliar sus posiciones en torno a la crisis en Ucrania; la UE ha
iniciado un acercamiento al gobierno cubano cuyo final debería ser el
levantamiento de la Posición Común, supuestamente condicionado a mejoras
en el tema de los derechos humanos en la Isla…

Se está produciendo un nuevo y sospechoso acercamiento entre el régimen
cubano y Rusia –incluyendo visitas de barcos espías rusos en nuestras
aguas y en el territorio nacional–; EEUU mantiene a Cuba en la lista de
países que promueven el terrorismo internacional; Cuba sigue figurando
como una de las peores sociedades represivas del mundo debido a "los
abusos en cuestiones de derechos políticos y libertades civiles", según
el más reciente Informe Freedom of the Press 2014; la Comisión Cubana de
Derechos Humanos y Reconciliación Nacional en su informe mensual
correspondiente al mes de abril de 2014, ha denunciado más de 900
detenciones por motivos políticos y 90 casos de agresiones a disidentes
"por agentes policiales o parapoliciales". El régimen cubano, por su
parte, denunció que el país ha estado sometido a una ciber-guerra
–Zunzuneo y Piramideo son los "ejemplos" más recientes–, propósito que,
según asegura, cuenta con "mercenarios al servicio de una potencia
enemiga" al interior de la Isla.

Ergo, el descubrimiento y arresto de los cuatro bandidos de ocasión le
viene al régimen como anillo al dedo: ahí tiene la opinión pública la
prueba de que somos una pequeña nación acosada por un enemigo poderoso,
por eso la represión, que no es tal, sino el derecho del país a
"defenderse", porque "en una plaza sitiada la disidencia es traición".
Así de sencillo.

Razón tiene el colega Reinaldo Escobar cuando en un reciente post que
publicó en su blog ("Un momento peligroso", blog Desde aquí, 2 de mayo
de 2014), nos recordaba los momentos críticos previos a la Primavera
Negra de 2003, lo que nos alerta sobre las veleidades de la política y
la utilidad que hace el gobierno cubano de cada coyuntura, por lo que es
de temer una nueva redada en tiempos venideros: "Cuando la lealtad
cubana a Rusia se convierta en un insulto inaceptable para Europa, los
tiempos de la Posición Común serán recordados como una luna de miel.
Entonces ya no habrá a quien prometer ni con quien simular que van a
respetarse los derechos humanos en la Isla".

Hay que ver lo ventajosos que pueden resultar "los enemigos" a una
dictadura que no hubiese sobrevivido sin ellos. Por lo que a mí
respecta, a estos nuevos "infiltrados terroristas", si realmente lo
fueran, a todos los anteriores y a quienquiera que los aúpe o financie
desde cualquier punto del planeta, el gobierno debería entregarles el
carné del Partido, con honores. Jamás ha tenido el castrismo
colaboradores tan eficientes como ellos.

Source: "Cuatro infiltrados de Miami: ¿casualidad o conveniencia? |
Cubanet" -
http://www.cubanet.org/destacados/cuatro-infiltrados-de-miami-casualidad-o-conveniencia/

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