Friday, April 22, 2011 | Por Luis Cino Álvarez
LA HABANA, Cuba, abril www.cubanet.org -El Máximo Líder estuvo en la
clausura del VI Congreso para ser largamente aplaudido y aplaudir la
designación del general Raúl Castro como Primer Secretario del Partido
Comunista. Pero no pudo asistir al desfile militar del 16 de abril en la
Plaza de la Revolución. En lugar suyo, desfilaron el tanque T-34 y el
cañón autopropulsado SAU-100 que utilizó en la batalla de Girón.
Remozados, sobre ruedas. En mucho mejor estado que su tripulante de
hace medio siglo y su revolución. Parece que la industria militar es la
única que funciona aceptablemente en el país.
Los artefactos-reliquias-curiosidades históricas del Comandante no
fueron los únicos que rodaron con neumáticos en el desfile. Las
esteras de los tanques y demás blindados fueron sustituidas por
neumáticos. Según se explicó, fue para no estropear las calles de la
capital. Un detalle que se agradece en medio de la atmósfera bélica de
los últimos días en La Habana. ¿Imaginan cómo hubiera quedado el Stadium
de El Cerro y sus alrededores?
La mayoría de las personas con las que he conversado comentan que la
sustitución de las esteras se debe a que a los tanques con ruedas les
será más fácil desplazarse en las calles para aplastar una eventual
sublevación. Ojala estén equivocados, pero son muchos los que temen que
al paso de tortuga melanesia que van los anunciados cambios
estructurales, tarde o temprano los mandamases tendrán que sacar los
tanques a la calle. Y no precisamente para una parada militar.
¿Parece muy improbable tal escenario si luego de tanto debatir los
dichosos lineamientos, siguen dando plazos, ahora para la conferencia
nacional el 28 de enero de 2012? En la clausura del congreso, los
generales y los fósiles de la partidocracia, cogiditos de las manos,
cantaron La Internacional como si tuvieran por delante todo el tiempo
del mundo.
Es de agradecer que en el desfile militar no exhibieran en su plena
capacidad a las fuerzas antimotines y su equipamiento –dicen que
comprado en España. En su lugar desfiló una discreta tropa de la brigada
especial, uniformada de negro, "para situaciones de seguridad ciudadana"
(¡ellos tan eufemísticos como siempre!).
Fue solo una discreta señal de que toda la parafernalia represiva está
lista para ser usada. De todos modos, hubiera sido absolutamente
innecesario y de pésimo gusto un alarde de soldados antimotines con
bayoneta calada y carros blindados prestos a hacernos papilla. Estamos
advertidos. Todos sabemos hasta donde están dispuestos a llegar los
mandarines de acá para salvar su peculiar versión del socialismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario