Washington-La Habana
Jueves 18 de Febrero de 2010 17:10 Agencias
La esposa del contratista estadounidense detenido en La Habana desde
principios de diciembre negó que su marido trabajara para el espionaje
de Washington y dijo esperar que el caso sea resuelto el viernes,
durante la nueva ronda de conversaciones migratorias entre ambos gobiernos.
En sus primeras declaraciones extensas desde que Alan Gross fue
arrestado el 4 de diciembre, Judy Gross dijo el jueves por correo
electrónico a la agencia Reuters que su esposo "nunca ha estado
involucrado de ninguna manera con ninguna agencia de inteligencia de
ningún tipo".
Las autoridades cubanas, incluyendo al general Raúl Castro, lo han
acusado de facilitar ilegalmente equipos de comunicaciones satelitales a
los disidentes, y sugirieron que podría ser un espía de Estados Unidos.
Pero su esposa dijo que Gross es simplemente un profesional de hacer el
bien, que trabaja en proyectos de desarrollo en países en vías de
desarrollo.
"Cualquiera que conozca a Alan sabe que su trabajo en todo el mundo es
de naturaleza humanitaria. Le gusta ayudar a la gente", dijo.
Judy Gross relató que la experiencia desde que su marido fue arrestado
en el aeropuerto de La Habana creó muchas tensiones a su familia y dijo
que le gustaría que las autoridades de Estados Unidos y Cuba traten el
tema cuando se reúnan el viernes en La Habana, para discutir asuntos de
inmigración.
"Espero que los gobiernos de Estados Unidos y Cuba hagan todo lo que
esté a su alcance para resolver el caso de Alan durante las
conversaciones de esta semana", dijo Gross, psicoterapeuta en un
hospital en el área de Washington.
Diplomáticos de Estados Unidos dijeron que el caso de Gross podría ser
discutido en la reunión del viernes, ya que las negociaciones con Cuba
por lo general abarcan temas muy amplios. Pero un comunicado difundido
el miércoles por el Departamento de Estado indicó que el diálogo sólo se
"centrará en cómo promover una migración legal, segura y ordenada" entre
ambos países.
Sin acusación formal y "bajo investigación"
Alan Gross, de 60 años, se encuentra actualmente "bajo investigación" en
Villa Marista, sede de la Seguridad del Estado en La Habana, reservada
para casos vistos como asuntos de la seguridad nacional.
Raúl Castro dijo en diciembre que el régimen había detenido a un
"ciudadano norteamericano, eufemísticamente denominado... como
'contratista' de su gobierno, que se dedicaba al abastecimiento ilegal
con sofisticados medios de comunicación vía satélite a agrupaciones de
la sociedad civil que aspiran a conformar en contra de nuestro pueblo".
El general dijo que el arresto del contratista demuestra que los
intentos de Estados Unidos por destruir el gobierno cubano siguen bajo
el presidente Barack Obama, pese a su declarada intención de mejorar las
hostiles relaciones entre La Habana y Washington.
El presidente la Asamblea Nacional del Poder Popular, Ricardo Alarcón,
afirmó por su parte que Gross fue contratado por una empresa que trabaja
"para los servicios secretos norteamericanos".
Pese a las estas declaraciones, Gross aún no ha sido acusado formalmente
de un delito, o al menos no hay información oficial al respecto.
El Departamento de Estado estadounidense y la empresa que contrató a
Gross, Development Alternatives Inc., han negado que fuera un espía.
El presidente de Development Alternatives Inc., James Boomgard, dijo en
una declaración en diciembre pasado que Gross había viajado a Cuba en el
marco de un programa de la Agencia de Desarrollo Internacional de
Estados Unidos para "fortalecer la sociedad civil en apoyo a una
gobernabilidad justa y democrática en Cuba".
Boomgard reconoció que Gross había distribuido teléfonos y computadoras
portátiles en Cuba, pero no equipos satelitales. Estos últimos son
ilegales en Cuba y repartirlos puede conllevar duras penas de prisión,
pues el gobierno restringe su uso por temor a que caigan en manos de sus
opositores.
Según datos que acompañaron las declaraciones de su esposa, Gross viajó
a Cuba para ayudar a la "pequeña comunidad judía a crear una intranet
para comunicarse entre sí y con otras comunidades judías en el
extranjero y darles la posibilidad de acceder a internet".
Judy Gross dijo que había hablado con su esposos brevemente en tres
oportunidades por teléfono y que "está haciendo todo lo posible por
mantenerse fuerte", aunque está preocupado por sus dos hijas y su madre
de 86 años, que enfermó desde que fue detenido en la Isla.
Diplomáticos de Estados Unidos en La Habana sostienen que los
funcionarios cubanos apenas hablan con ellos del caso. El gobierno
cubano les ha permitido visitar dos veces a Gross.
Algunos analistas en Estados Unidos creen que el régimen detuvo a Gross
para subrayar su insatisfacción con los pocos cambios que han ocurrido
bajo el gobierno de Barack Obama.
Otros acusan a los líderes del régimen de utilizar el caso para frenar
un acercamiento con Washington.
Sea cual sea la razón, Judy Gross quiere que termine la pesadilla y le
devuelvan a su esposo. "Espero y rezo para que Alan sea liberado pronto.
Él no hizo nada malo", dijo.
Esposa del contratista detenido pone esperanzas en la próxima reunión
Washington-La Habana - Diario de CUBA (18 February 2010)
http://www.diariodecuba.net/index.php?option=com_content&view=article&id=323:esposa-del-contratista-detenido-pone-esperanzas-en-la-proxima-reunion-washington-la-habana&catid=81:cuba&Itemid=197
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