miércoles, 7 de junio de 2017

El recurrente cuento del anexionismo

El recurrente cuento del anexionismo
Vuelven a reforzarse las campañas oficialistas
Miércoles, junio 7, 2017 | José Antonio Fornaris

LA HABANA, Cuba.- Durante decenios, con sus obligadas quietudes y sus
picos propagandísticos, el Gobierno de Cuba ha sacado a relumbrar el
presunto interés que siempre ha tenido Estados Unidos de anexarse a la Isla.

En estos días estamos en una de esas crestas. El acicate ha sido la
acción del ciudadano Daniel Llorente que "inauguró" el gubernamental
desfile por el Primero de Mayo, en la Plaza de la Revolución, corriendo
delante de la formación preparada para abrir el desfile, flameando una
bandera estadounidense.

Esa fue la señal de arrancada para que todos los medios, todos propiedad
del grupo gobernante (en la práctica es así), avivaran la campaña
antianexionista.

Así, en relación con el tema, hemos escuchado hablar nuevamente de
Thomas Jefferson, de los presidentes Monroe y Polk, de la hipótesis de
"la fruta madura", y de algún que otro de los nacidos en esta isla en
tiempos un poquito lejanos.

También se ha dicho que en el siglo XIX una élite entre los criollos
estaba a favor de la anexión de Cuba a Estados Unidos. En este punto la
verdad es que en esa época en la isla existían cuatro corrientes
políticas que, hasta este momento, no se sabe muy bien cuál era la
predominante porque, en algunos casos, estaban firmemente mezcladas:
anexionismo, autonomismo, independentismo e integrismo.

Curiosamente, nunca se menciona cual era la posición de Carlos Manuel de
Céspedes, el Padre de la Patria, en ese asunto.

El 3 de enero de 1869, Céspedes le comunica a José Valiente, a quien un
mes exacto antes había nombrado como su representante en Estados Unidos,
lo siguiente: "Le recomiendo indague cual es la opinión del gobierno de
esa república sobre la emancipación, en el sentido que la he decretado
en el caso probable de la anexión de esta Isla a esos Estados".

Doce días después volvía a ordenarle a José Valiente: " (…) todos los
que tenemos las armas en las manos y el pueblo en general, estamos
convencidos de que se hace necesario pedir la anexión de esta Isla a
esos importantes Estados. Proceda usted pues sin demora a comunicarlo al
Gobierno de esa República…"

Hasta donde se conoce, Céspedes solicitó cuatro veces la anexión de Cuba
a Estados Unidos. El gobierno de ese país nunca tomó verdaderamente en
cuenta esas peticiones.

Pero además, la Asamblea de Guáimaro en pleno, en sesión a partir del 9
de abril de 1869, para redactar la primera Constitución de la República
de Cuba (en armas), solicitó también la anexión de la isla a Estados
Unidos, y dice lo hacía en nombre de todo el pueblo.

Así que cuando Fidel Castro el 10 de octubre de 1968 dijo: "Ellos hoy
hubieran sido como nosotros. Nosotros entonces hubiéramos sido como
ellos", estaba afirmando que él hubiera sido anexionista. Y a juzgar por
su actuación, estuvo todo el tiempo al servicio de una ideología
foránea, y se entregó a la Unión Soviética, no cabe ninguna duda al
respecto.

Por su parte, José Martí, a quien el régimen pinta siempre poco menos
que rosado, al desmentir comentarios que le conferían haber dicho que
los anexionistas eran viles, aseveró: "Con todos se ha de fundar para el
bienestar de todos".

En todo esto hay algo que es necesario reconocer: a cada paso que se da
en esta isla se recibe la impresión de que existe una fuerte y amplia
corriente pro estadounidense. Y es que tal y como ocurrió en buena parte
del siglo XIX, en contraste con Cuba, se ve a Estados Unidos como un
país de libertad, democracia, oportunidades, desarrollo, bienestar,
orgulloso de sus valores nacionales y respetuoso de la decencia humana.

josefornaris@gmail.com

Source: El recurrente cuento del anexionismo CubanetCubanet -
https://www.cubanet.org/opiniones/el-recurrente-cuento-del-anexionismo/

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