miércoles, 7 de junio de 2017

El consorcio de los herederos y los generales

El consorcio de los herederos y los generales, editorial 484
6 Junio, 2017 7:35 pm por Primavera Digital en Cuba

La Habana, Cuba, Redacción Habana, (PD) Todo sigue como ya es costumbre,
continuamos como comenzamos. Esto es con presos políticos, sin libertad
y sin derechos ciudadanos, en el mismo estilo de hace más de cinco
largas, tristes y aburridas décadas. El país permanece gobernado por el
partido único de los fusiladores, eternos y permanentes depredadores de
las libertades ciudadanas. Como jefe de estado, sufrimos al general
presidente Raúl Castro quien heredó el poder absoluto de las férreas
manos de su hermano mayor, el felizmente ausente Fidel Castro.

De vuelta con nuestra continuidad totalitaria de impuestos leoninos,
corrupción, actualizaciones de lo mismo y lineamientos arcaicos, Raúl
Castro juega al espejismo.

Entonces, tenemos que el partido único, la falta de libertades y la
ausencia de los más elementales derechos van a mantenerse. Para
lograrlo, el general presidente se afirma en la corrupción más amplia y
personalizada de que se haya tenido noticia en Cuba, signada por el más
rampante y borbónico nepotismo, algo de lo que tampoco hubo nunca
precedente conocido en Cuba.

Desde la opción totalitaria, el continuismo del régimen militar ha
variado su opción de socialismo. Lo nuevo está en el desplazamiento
desde el insano socialismo real de Lenin y Stalin hasta el más potable y
digerible socialismo populista y nacionalista de Hitler y Mussolini. Se
avanza por trillos totalitarios capitalistas, solo que desde otra
modalidad más salvaje y anti-democrática.

El mundo y sus poderes reguladores internacionales nunca supieron lidiar
con el socialismo ni con lo que esta perniciosa idea representa,
representó y ha representado para la humanidad. Mientras se execra a
Hitler y a Mussolini, se justifica a Stalin y a Lenin, así ha sido.

Lenin dio y marcó la pauta del exterminio en masa de seres humanos en el
siglo XX. En su caso, lo llevó a cabo basado en la lucha de clases. En
otros, usaron exclusiones raciales y étnicas. Esto fue llevado a cabo
con sus variantes por Stalin, por Hitler y más recientemente por Pol Pot
y Mao Zedong. Todos ellos se hicieron llamar socialistas o comunistas.
Algunos se inclinaron por el socialismo real, otros por el fascismo o
por el nacional- socialismo. Pero todos fueron lo mismo: socialistas,
totalitarios, genocidas y enemigos de las libertades.

Las oligarquías revolucionarias de América Latina, hasta hace muy poco
beneficiadas por los petro-dólares venezolanos y consagrados a la
comparsa política anti imperialista, cierran los ojos y comienzan a
buscar un próximo y mejor postor. El futuro se perfila incierto y los
únicos que quedarán sin retaguardia serán los castristas fósiles a
quienes nadie quiere unirse en el descenso inexorable al basurero de la
historia.

El sustrato político, económico e ideológico que sirvió de apoyatura a
la presente situación fue la confrontación real o aparente con los
Estados Unidos. Afortunadamente para ellos, apareció Obama. Las
concesiones hechas por la administración encabezada por el ex presidente
Obama consagrarían los bienes primados del consorcio herederos-generales.

En Cuba, siempre han primado los intereses de la minoría que sirve con
denuedo el interés del estado sobre los de la mayoría. Esto se impone
por medio del uso de la fuerza y el ejercicio abusivo del poder
gubernamental por parte de esta minoría, sobre quienes no compartan su
nociva ideología y los intereses materiales con ellos vinculados.

El capitalismo de Estado protofascista castrista ha demostrado ser un
capitalismo corporativo, clientelar, mafioso y cruel, muy bien
articulado por el consorcio de generales y herederos. Este inviable
sistema es generador de corrupción y lo frena todo, desde la eficiencia
económica y el desarrollo, hasta la modernización de la economía.

Por parte de los castristas, todo permanecerá igual o peor en términos
de respeto a derechos ciudadanos. Se trata de continuar sin sindicatos
libres, sin derechos y sin libertades para que el consorcio disfrute de
sus mal habidas prerrogativas.

En el estilo inaugurado por el peor dictador latinoamericano, su sucesor
se afana por consolidar una sucesión sin libertades y sin derechos, con
más presos políticos y con más represión. Esto es lo que nos reserva el
consorcio.
primaveradigital2011@gmail.com; Redacción Habana

Source: El consorcio de los herederos y los generales, editorial 484 |
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