lunes, 2 de enero de 2017

La Cuba post-Fidel proclama la vigencia de una Revolución que busca el relevo

La Cuba post-Fidel proclama la vigencia de una Revolución que busca el
relevo
2 ENE 2017 17h36

Con un guiño a la juventud y al relevo generacional, la Cuba oficialista
encabezada por una cúpula ya octogenaria lanzó hoy, en forma de masiva
parada militar, un mensaje en el que proclamó la vigencia de una
Revolución que quedó huérfana hace poco más de un mes por la muerte de
su líder, Fidel Castro.

Miles de personas, aún a falta de cifras oficiales, marcharon este
martes por la emblemática Plaza de la Revolución de La Habana
enarbolando banderas cubanas y pancartas de recuerdo a Fidel, bajo la
atenta mirada de su hermano, el presidente Raúl Castro (85 años),
acompañado en la tribuna por la cúpula política de la isla.

La movilización tuvo también carácter de misiva soberanista hacia
Washington, a pocos días de que tome posesión el nuevo presidente de
Estados Unidos, Donald Trump, abiertamente contrario a la política de
acercamiento impulsada por su antecesor, Barack Obama.

Antes de que marcharan las masas -bautizadas por los organizadores como
"pueblo combatiente"- lo hicieron, por cientos, representantes de las
Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), en un desfile que oficialmente
conmemoraba las seis décadas de vida del actual Ejército de Cuba y los
58 del triunfo de la Revolución.

Pero la ocasión, dedicada este año a la juventud y al fallecido líder
cubano, fue aprovechada para enviar un mensaje al mundo: Fidel habrá
"desaparecido físicamente" pero la Revolución permanece, con el relevo
generacional asegurado.

No por casualidad, porque nada lo es en la isla, el único discurso
estuvo a cargo de la diputada Jennifer Bello, presidenta de la
Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) y miembro del Consejo de
Estado.

La joven dirigente afirmó en su alocución que Cuba "no cederá en la
defensa de sus principios revolucionarios y antiimperialistas" y que
tampoco olvidará su historia y símbolos, ni renunciará a sus "compromisos".

"A nuestra juventud, heredera y continuadora de las luchas y victorias
de nuestro pueblo, dedicamos este aniversario", proclamó.

También aludió al proceso de normalización de relaciones entre Cuba y
Estados Unidos, y aseguró que la isla no dejará de reclamar el
levantamiento del embargo que mantiene ese país sobre la isla, así como
la devolución del territorio de la base naval de Guantánamo.

Cuba "tampoco dejará de exigir el fin de los programas subversivos e
injerencistas, dirigidos a provocar cambios en el orden político,
económico y social que nuestro pueblo escogió soberanamente", advirtió
Bello.

Estas palabras suponen la primera mención oficial desde Cuba al proceso
de deshielo con EE.UU. en las últimas semanas, cuya continuidad está en
suspenso por la llegada a la Casa Blanca de Trump.

Raúl Castro no tocó el tema el pasado 27 de diciembre en su discurso de
cierre de la Asamblea (Parlamento, unicameral).

Por ello, el mensaje de "resistencia, unidad, libertad y soberanía"
enviado este lunes por La Habana en forma de parada militar y popular
puede entenderse también como un primer gesto de aviso a la entrante
Administración Trump.

Sin embargo, el protagonista indiscutible de la jornada no fue el
volátil político estadounidense, sino el recién fallecido Fidel Castro,
omnipresente en fotografías, citas y consignas, de las que la más
coreada fue la misma que durante los fastos fúnebres por su muerte hace
poco más de un mes: "Yo soy Fidel".

El desfile, ensayado al milímetro días antes y que se dividía en bloques
histórico, militar y popular, comenzó con puntualidad castrense a las
07.00 hora local (12.00 GMT), con 21 salvas de artillería y el himno cubano.

Abrió la marcha la caballería mambisa, representando a los soldados
campesinos que lucharon contra España en 1868 en la primera de las
guerras de independencia.

Tras ellos, cuatro columnas de jóvenes vestidos como guerrilleros en
homenaje al ejército Rebelde que comandó Castro.

Les siguió, escoltado por más de 3.000 niños de uniforme agitando sus
pañoletas azules, la réplica a escala del yate "Granma" en el que con
Fidel al frente desembarcaron en Cuba desde México en 1956 los barbudos
revolucionarios que desde la Sierra Maestra impulsaron la Revolución que
triunfaría tres años después.

Desfilaron también las brigadas alfabetizadoras, los combatientes
internacionalistas, médicos, deportistas y batallones de todas las
instituciones de las Fuerzas Armadas que dieron paso al desfile popular,
al que acudieron miles de personas.

Los habaneros estaban llamados a los "puntos de concentración" a partir
de las 5 de la mañana para poder desfilar en la Plaza.

"Somos Fidel", "Yo me muero como viví", "Sí se pudo, sí se puede y sí se
podrá" o "Somos el pueblo" fueron algunas de las consignas que se
repetían en las pancartas que asomaban entre miles de banderas cubanas
de todos los formatos.

También fotografías de Ernesto "Che" Guevara, de Camilo Cienfuegos y
gritos de "Yo soy Fidel", mientras una pantalla gigante proyectaba
escenas históricas de hace casi cinco décadas.

Entre el público invitado se encontraba el líder de las Fuerzas Armadas
Revolucinonarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño, alias
"Timochenko", y también pudo verse a la viuda de Fidel Castro, Dalia
Soto, tomada del brazo de uno de sus cinco hijos.

Source: La Cuba post-Fidel proclama la vigencia de una Revolución que
busca el relevo -
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