La Primera Zafra del Pueblo, el principio del fin
Apenas queda el símil de orgullo nacional: "Sin azúcar no hay país"
viernes, enero 29, 2016 | Miriam Leiva
LA HABANA, Cuba.- La Primera Zafra del Pueblo comenzó la producción de
azúcar con el trabajo voluntario de los cubanos libres de la explotación
capitalista y propietarios de los centrales y las tierras… a través del
Estado, el 29 de enero de 1961. En el transcurso de 55 años, apenas
queda el símil de orgullo nacional: "Sin azúcar no hay país".
La agroindustria azucarera, forjadora de la nacionalidad cubana, se
desarrolló con trapiches, esclavos y bueyes desde el Siglo XVI hasta ser
la mayor exportadora mundial de azúcar en 1958. Entonces había 161
centrales, de propietarios españoles tres, francés uno, norteamericanos
36 y cubanos 121, según el Anuario Azucarero del año. En 1959 comenzó
la confrontación multifacética entre el nuevo gobierno de Cuba y
Estados Unidos, comprador de la mayor parte del azúcar cubana mediante
una cuota preferencial.
Antes de la llegada al poder, Fidel y Raúl Castro establecieron contacto
secreto con los dirigentes de la Unión Soviética, los intereses se
complementaban. La Guerra Fría se ampliaría de la lejana Europa a las 90
millas entre Cuba y Estados Unidos. En febrero de 1960, el viceprimer
ministro de la URSS, Anastas Mikoyan, viajó a Cuba donde firmó el primer
convenio para la compra de 345 000 toneladas de azúcar anuales, el
suministro de petróleo y armamento. Las relaciones diplomáticas se
establecieron en mayo. El 2 de julio, el presidente Eisenhower suspendió
la compra de azúcar.
Entonces el primer ministro Nikita Krushov anunció la disposición de
adquirir toda azúcar que Estados Unidos no quisiera, y China compró 500
000 toneladas anuales durante un lustro. En octubre de 1960 se
confiscaron los ingenios y las tierras cañeras, lo que repercutió en la
disminución de las inversiones y las áreas de siembras, el éxodo y
desempleo de gran parte del personal especializado y el déficit de
cortadores profesionales. La producción cayó de 6 875 500 toneladas de
azúcar en 1961 a 3 882 100 toneladas en 1963. En 1964, Cuba y la URSS
firmaron un acuerdo a mediano plazo por grandes volúmenes de azúcar a un
precio estable de 6,11 centavos la libra, que podría elevarse según el
incremento en el mercado mundial, y siguieron otros convenios con países
del llamado bloque socialista.
Fidel Castro decidió realizar la Zafra de los 10 millones en 1970. El
Plan Prospectivo Azucarero (1965-1970) tendría mil millones de pesos de
inversión para la expansión del 50% de la tierra destinada a la siembra
de caña con variedades de mayor rendimiento, incremento de la
irrigación, fertilización, transporte y mecanización en siembra, corte
y alza para solucionar la escasez de mano de obra; así como la
modernización de los centrales existentes y la construcción de tres
nuevos. Entre 1971 y 1980, la producción anual debía aumentar a 11 o 12
millones de toneladas, más 14 o 15 millones de toneladas de melaza para
forraje animal y desarrollo de derivados. Pero la producción acumulada
en 1966-1970 quedó un 25% por debajo del plan, La zafra de 1970 superó
en un millón la alcanzada en 1952 (de 7 298 000 toneladas, la mayor
antes de 1959), aunque estuvo un 15% por debajo de la meta. Todos los
recursos materiales y humanos del país se dedicaron a esos esfuerzos, lo
que provocó una seria caída en los demás sectores productivos.
En 1972, Cuba entró en el mecanismo de integración Consejo de Ayuda
Mutua Económica (CAME), que consolidó el mercado del azúcar, el
abastecimiento de insumos y respaldo financiero. Entre 1975-1979 se
realizaron inversiones en la agroindustria y en 1990 se logró 8,4
millones de toneladas. Pero con la desaparición del bloque soviético
comenzó el llamado Período Especial en Cuba. Desde 1993, se transfirió
el 73% tierras dedicadas al cultivo de la caña a las Unidades Básicas de
Producción Cooperativa (UBPC), probadamente ineficientes,
desestimulantes al trabajo campesino, y con pérdidas financieras. En
1994, la producción de azúcar descendió a la mitad y en 1998 fue de 3,2
millones.
En la Zafra 1998-1999 molieron 113 de los 156 existentes,
fundamentalmente a causa de falta de caña. En 2002, se decidió
desmantelar 64 ingenios, 14 se dedicaron a producir mieles y 7 se
convertirían en museos vinculados a los polos turísticos. Sus áreas
cañeras serían desmontadas, supuestamente para dedicarlas a producción
de alimentos. El entonces ministro de la Industria Azucarera, Ulises
Rosales del Toro, planteó el 22 de agosto, en el Centro de Prensa
Internacional, que los volúmenes de las zafras estarían determinados por
el comportamiento del precio del crudo en el mercado mundial, entonces
inferior a seis centavos de dólar por libra, pero sobrevino una notable
alza que Cuba perdió. Durante varios años se importó azúcar de Brasil y
Colombia para cubrir las 700 000 toneladas del consumo nacional
racionado y los compromisos con China. La zafra 2009-2010 elaboró 1,16
millón de toneladas de azúcar, similar a la de 1904, cuando Cuba contaba
poco más de 2 millones de habitantes.
Transcurridos 55 años de la Primera Zafra del Pueblo, la agroindustria
tiene un estado ruinoso con centrales descapitalizados, tierras
compactadas y llenas de marabú, carentes de caña, almacenes,
instrumentos de trabajo, sistemas de riego, caminos cañeros y
transporte. Los rendimientos industriales y agrícolas son bajos. La
cultura azucarera sucumbió, se dispersaron los trabajadores y técnicos
experimentados y motivados, fenecieron los bateyes y pueblos. Recién
comenzada con 50 ingenios, José Ramón Machado Ventura, segundo
secretario del Partido Comunista, expresó en la provincia Granma, según
reportó el Noticiero de televisión a comienzos de enero, que la Zafra
2015-2016, difícilmente superará el 1,9 millón de toneladas realizado la
precedente. Posiblemente tanto como en 1912.
Source: La Primera Zafra del Pueblo, el principio del fin | Cubanet -
https://www.cubanet.org/actualidad-destacados/la-primera-zafra-del-pueblo-el-principio-del-fin/
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario