Los jardines de la indigencia
En el proyecto ambientalista "Un planeta color de rosas", los niños
serían los encargados de embellecer las áreas verdes de la capital. La
ruinosa Habana requiere mucho más que un proyecto comunitario de
jardinería, urge el saneamiento de la ciudad
viernes, febrero 27, 2015 | Gladys Linares
LA HABANA, Cuba. — Ahora resulta que los niños tienen la responsabilidad
de crear áreas verdes para el disfrute de la población, y acabar con más
de 50 años de desidia gubernamental.
¡Esto es inaudito!
El diario Juventud Rebelde, en el artículo "Celebran jornada para
promover la belleza de los jardines", se informaba del proyecto
ambientalista "Un planeta color de rosas", y de un círculo de interés
integrado por 500 niños que serían los encargados de embellecer las
áreas verdes de la capital.
¿Podrán los niños resolver el problema creado por los servicios
comunales que recogen los grandes vertederos de basura y escombros que
pululan por la ciudad con cargadores frontales de 14 toneladas que
acaban con aceras, contenes y parterres y dejan cráteres que se
convierten en criaderos de mosquitos, ratas y otros vectores?
El más tonto sabe que la complejidad de esta tarea requiere mucho más
que un proyecto comunitario, pues corresponde a la administración
pública mantener en buenas condiciones las áreas verdes, así como
realizar obras de salubridad y saneamiento de la ciudad.
¿Podrán los niños solucionar el déficit de contenedores necesarios para
recoger los 20 mil metros cúbicos de desechos que genera nuestra ciudad,
y que muchas veces, por la mala manipulación de los trabajadores de
Comunales, a quienes no se les exige responsabilidad, o por las
indisciplinas sociales tales como quitarles las ruedas, echarles
escombros, quemarlos, hacen que en barrios densamente poblados como Diez
de Octubre, Centro Habana, Arroyo Naranjo y San Miguel del Padrón se
formen los grandes vertederos de los que hablamos anteriormente?
¿Podrán nuestros niños exigirles a los obreros que actualmente instalan
los metros contadores de agua en Marianao que al terminar dichos
trabajos no dejen escombros, zanjas y salideros de agua?
Pero no es solo Aguas de La Habana quien deja su sello de chapucería.
También la empresa del gas cuando hacen algún trabajo de "reparación" en
las calles. Alegan que el tapado y arreglo de las aceras corresponde a
Comunales, y a pesar de los esfuerzos que muchas veces hacen los
vecinos, no logran que se concluyan adecuadamente dichos trabajos.
Toda esta negligencia por parte del Estado ha provocado la exacerbación
de las indisciplinas sociales. A falta de parques y áreas de recreación
para los niños, estos juegan en las calles, molestando a los vecinos. A
falta de contenedores, la población alega –con razón- que no se puede
tener la basura dentro de la casa y la botan en la calle. Quizás no sea
coincidencia que nos lleguen tantas noticias de vecinos y familiares de
amigos muertos de leptospirosis, como le sucedió la semana pasada a un
joven y su perro, que vivían a menos de 100 metros de uno de estos
vertederos.
"Un planeta color de rosas", incluye entre sus objetivos crear jardines
para el disfrute de los niños hospitalizados y ancianos de casas de
abuelos, y aplicar los métodos empleados en la jardinería francesa.
Hermosa tarea. Este proyecto comunitario cosecha desde edades tempranas
la conciencia ciudadana, que tanta falta nos hace.
Pero hace falta mucho más que proyectos infantiles para devolver a La
Habana su verdor.
Source: Los jardines de la indigencia | Cubanet -
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