Análisis: Conferencia Nacional del PCC, ¿punto de giro o de continuidad?
DDC
Madrid 06-01-2012 - 6:44 pm.
La revista 'Espacio Laical' publica un dossier sobre este y otros temas.
La revista Espacio Laical, que edita el Consejo de Laicos de la
Arquidiócesis de La Habana, incluye en su primer número de 2012 un
dossier sobre la I Conferencia Nacional del Partido Comunista (PCC),
prevista para el próximo 28 de enero.
El documento incluye los criterios de varios analistas e intelectuales
sobres las expectativas que dentro y fuera de Cuba ha generado la
Conferencia Nacional y los principales desafíos que deberá asumir el
PCC. También, una valoración del Proyecto de Documento Base publicado
por el régimen para "orientar" los debates preparatorios.
Los participantes son además consultados sobre si el evento puede
implicar un punto de giro en el papel del PCC en la sociedad cubana o,
por el contrario, dará continuidad a la línea de las décadas anteriores.
Por el interés del tema, DIARIO DE CUBA, ofrece algunos fragmentos a los
lectores. El dossier completo está disponible en pdf.
1. ¿Qué expectativas se han generado dentro y fuera de Cuba en torno a
la celebración de la primera Conferencia Nacional del Partido Comunista
de Cuba (PCC)?
Víctor Fowler, poeta y ensayista:
"Dado el escaso peso noticioso del evento, y tomando en cuenta que nos
encontramos a poco más de un mes de su inauguración, es adecuado decir
que la Conferencia pudo haber ganado en resonancia si todos los medios
de comunicación (y, en general, la vida misma del país) hubiesen sido
volcados hacia la discusión ciudadana, pública, 'nacional' del estilo de
trabajo del Partido, así como su papel y lugar en los tiempos que
corren; por desgracia, y en lugar de ello, la 'anemia informativa' que
estamos padeciendo es casi total."
Orlando Márquez, director de la revista Palabra Nueva:
"[…] la convocatoria no ha despertado muchas expectativas en la
población en general. Creo que se debe, en primer lugar, a la ansiedad o
el desvelo de la vida diaria, que es lo que realmente demanda toda la
atención de la gente, para quienes, si la Conferencia del PCC traerá
cambios o no, no está en sus manos decidir. La Conferencia será en
enero, y entonces sabremos los resultados."
Alexis Pestano, miembro del consejo editorial de la revista Espacio Laical:
"[Para] los sectores de pensamiento cercanos a las interpretaciones más
tradicionales y ortodoxas del marxismo estalinista oficial […] es
evidente el interés en retomar la fuerza del PCC en la toma de
decisiones, en el funcionamiento de sus estructuras internas, en el
papel que le otorga el mismo texto constitucional, todo lo cual había
sido opacado por un estilo de gobierno personalista y caudillista […].
[Para] un sector de pensamiento joven […] que, si bien mantiene su
compromiso con una ideología de izquierda, es partidaria de una profunda
reforma en los contenidos del socialismo […] podría representar una
excelente oportunidad de iniciar […] un camino de reformas en el
Partido, en el sentido de ampliar sus mecanismos de participación
democrática."
2. ¿Cuáles serían los principales desafíos que tendría que asumir el PCC?
Orlando Márquez:
"Cuba necesita desesperadamente esas grandes reformas económicas, pero
no sé si el PCC, como grupo que dirige la sociedad cubana, según la
Constitución vigente, está en sintonía con el momento que vivimos. Lo
digo con absoluto respeto pero con sinceridad. […] el dilema de los
partidos comunistas del este de Europa, en particular del de la
desaparecida Unión Soviética, fue su incapacidad de adaptar o acomodar,
las decisiones políticas a las necesidades económicas".
Ovidio D'Angelo, investigador social:
"Afrontar cierto estado de decepción en la población, más o menos
generalizado —y visible en una actitud de desinterés y apatía hacia la
realización de la Conferencia—, producto de la frustración de las
expectativas anteriormente señaladas, en un momento crucial para el
planteo de las perspectivas actuales y futuras del país, constituye un
obstáculo importante y no fácil de sortear sin un cambio de enfoque
radical".
Alexis Pestano:
"El reto es tan simple como complejo: superar la soledad a donde se ha
confinado a sí mismo por la fuerza destructora de la ideología, salir de
la prisión del monólogo y comenzar a escuchar y hablar, distinguirse de
Cuba y hacerse, sencillamente, cubano, junto a los demás, uno entre
tantos. Solicitar la supresión del artículo quinto de la Constitución de
la República sería la demostración más clara de fortaleza de un renovado
PCC".
Lenier González, vice-editor de la revista Espacio Laical:
"En el orden personal preferiría la existencia en el país de varias
fuerzas políticas con la posibilidad de participar en la construcción
del orden comunitario. Fuerzas comprometidas con el ideal nacionalista y
martiano de defensa irrestricta de la soberanía nacional, con un
compromiso inquebrantable con todo el universo de derechos del ser
humano (tanto individuales como sociales), que garantizasen (mediante
derecho constitucional consagrado) el control de la vida pública por
parte de movimientos sociales y actores de la sociedad civil. Comprendo
perfectamente que este ideal no resulta posible políticamente en
nuestras actuales circunstancias, por lo que daré mis opiniones para que
el PCC pueda encarnar, o acercarse, a este ideal de diseño comunitario,
donde el ciudadano sea el centro de la vida pública.
Creo que el primer desafío del PCC sería acercarse, sin esquematismos y
dogmas, a la realidad social de la Isla".
3. ¿Podría hacer un breve análisis del Proyecto Documento Base que emana
de la dirección partidista y que tiene el propósito de orientar el
debate preparatorio de la Conferencia, así como los análisis a realizar
en dicho evento?
Víctor Fowler:
"…mi lectura descubre un documento escrito en lenguaje seudo-crítico
[…]; que maneja de modo aséptico verdades desagradables de la realidad
internacional […]; que encuentra el tono de los tiempos al proponerse
una política de cuadros que logre 'un incremento progresivo y sostenido
de mujeres, negros, mestizos y jóvenes en los cargos de dirección, a
partir de los méritos, resultados y cualidades personales de los
propuestos', pero que carece de energía para imaginar qué hacer, en este
mismo punto, con homosexuales, creyentes religiosos u otros portadores
de eso que hoy es común denominar 'diferencia'. En sentido general, le
falta al documento una identidad o energía que lo haga, de modo
agresivo, ser parte inseparable del presente; es decir, 'sonar' distinto
a un texto rutinario que podría haber sido presentado en cualquier
revisión anterior del trabajo interno de la organización".
Ovidio D'Angelo:
"Solo el debate serio y profundo sobre las cuestiones fundamentales,
algunas lateralmente planteadas en el Documento Base, podría abrir las
expectativas a una agenda de desarrollo social, económico y político que
debería activarse y tomar nuevos bríos, arrastrando tras sí a toda la
sociedad".
Ariel Dacal, educador popular:
"No obstante [algunos] aspectos renovadores, el Documento Base no se
erige en propuesta integral de renovación de la estructura del Partido.
Ratifica a su interior el método verticalista de control de las
instancias superiores sobre las bases, y hacia fuera, la función
directiva y supervisora respecto a las llamadas organizaciones políticas
y de masas. En este aspecto se soslaya el tema de la autonomía de dichas
organizaciones y se obvia el análisis de la relación del PCC con el
resto de la sociedad civil cubana organizada y legalmente constituida".
4- A partir de este Documento Base, ¿considera Usted que esta
Conferencia representará un punto de giro en el papel que desempeña el
PCC en la sociedad cubana o, por el contrario, dará continuidad a una
línea de trabajo partidista ya trazada en las décadas anteriores?
Víctor Fowler:
"… hay una cuestión de tono que estimo reveladora de intención o de
alcance, que transparenta al mismo viejo Partido de siempre, con todas
sus mismas e idénticas limitaciones, intentando hablarle al presente y a
los tiempos futuros. La cantidad de insatisfacciones que el documento
deja y la notable indiferencia social a propósito de lo que, se supone,
habrá de ser una reunión trascendental (indiferencia cuando falta poco
más de un mes para la fecha), son indicadores más que suficientes de que
lo deseado en la intención no se logra en la realidad".
Orlando Márquez:
"No sé qué resultará de la Conferencia, pero a juzgar por el Documento,
no habría que esperar grandes cambios y sí continuidad de un estilo de
trabajo político de épocas pasadas. Creo que el papel determinante y
decisivo le corresponderá al mismo presidente Raúl Castro".
Ovidio D'Angelo:
"Seguramente van a tener lugar algunos cambios en la vida interna del
Partido y sus relaciones con diferentes instancias de la sociedad. […]
Los tiempos son difíciles, la credibilidad y la contención social tienen
sus límites, las necesidades y expectativas de la población requieren de
nuevos cauces no rutinarios. La incertidumbre, la penuria cotidiana y la
frustración de amplios sectores de la población no deben admitir más
dilaciones. Abrirse a nuevas construcciones creativas elevaría las
posibilidades de una real y satisfactoria unidad nacional hacia la
sociedad en desarrollo a que aspiramos, con todas sus fuerzas sanas…
'con todos y para el bien de todos'."
Alexis Pestano:
"El Documento Base que ha sido publicado presenta una contradicción, a
mi entender, insalvable. Por una parte, se ubica en perfecta continuidad
con la tradición interpretativa sobre la relación entre el PCC y Cuba
establecida desde el inicio de esta organización, sancionada de una y
otra forma en todos sus Congresos y llevada al paroxismo desde 1991. Por
otra, se abren con timidez nuevas puertas que pueden hacer entrar aires
de renovación en la organización partidista […] Los delegados a la
próxima Conferencia Nacional del PCC tienen ante sí un gran desafío
histórico, en momentos de especial complejidad de la vida nacional y
mundial".
Lenier Rodríguez:
"Si nos atenemos a las contradicciones, dogmatismos e incongruencias
contenidas en el Documento Base, no creo que la Conferencia esté en
condiciones de replantearse el papel del PCC de cara al presente y al
futuro de Cuba. Sin embargo, seguramente de la Conferencia saldrán
líneas de acción para perfeccionar algunos aspectos del funcionamiento
del PCC, pero sin constituir cauces programáticos para reconstruir y
relanzar su hegemonía política. […] ¿Será capaz el gobierno cubano de
propiciar un debate abierto y horizontal donde las fuerzas patrióticas
puedan consensuar libremente un 'proyecto de país' en el que quepamos
todos? ¿Será capaz la Conferencia del PCC de reinventar, con
creatividad, la rigidez actual de los marcos que dictan qué es
revolucionario y qué contrarrevolucionario? ¿Podrá el gobierno cubano
implementar reformas modernizadoras que conjuren definitivamente la
posibilidad de un escenario de desestabilización interna y una potencial
(e inaceptable) intervención militar extranjera en Cuba? ¿Seremos
capaces los cubanos de acompañar un camino de reformas graduales y
ordenadas si el actual gobierno cubano (o sus sucesores) iniciasen esta
gestión de forma seria y responsable?"
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