lunes, 27 de febrero de 2012

Trasplante o quimioterapia?

Mercado, Unipartidismo, Cambios

¿Trasplante o quimioterapia?

¿Qué se cambia primero, el sistema político unipartidista o el sistema
económico colectivista?

Rafael del Pino, EEUU | 27/02/2012

Por décadas, innumerables cubanólogos, catedráticos, políticos y
analistas de diferentes tendencias se han enfrascado en la difícil tarea
de predecir cómo el complejo entramado de la crisis política, económica
y social de los cubanos llegará a solucionarse.

Cuando resumimos todas las formulas que se han planteado y a veces
experimentado sin ningún éxito llegamos a una encrucijada. ¿Qué se
cambia primero, el sistema político unipartidista o el sistema económico
colectivista?

Creo que para nadie hay duda de que todos los cubanos dentro o fuera de
Cuba, con la excepción de la rígida nomenclatura que ostenta el poder en
la Isla, desean para nuestra patria una democracia multipartidista con
una economía de mercado totalmente libre, unas relaciones de producción
modernas, libre de corrupciones y de mafias, y un Estado de derecho que
proteja a todos y cada uno de los ciudadanos.

Es precisamente ahí donde se enreda toda la cuestión.

Los que abogan por unas elecciones multipartidistas primero, para que
después el gobierno libremente elegido cambie el sistema económico,
argumentan que si se cambia el sistema económico inicialmente y las
condiciones de vida de los cubanos mejoran, el régimen se sentirá
seguro, no realizará una apertura política y el pueblo se conformará con
el resurgimiento de la economía sin exigir cambios. Por otra parte, los
que abogan por cambiar primero el sistema económico argumentan que sin
libertad económica no hay libertad política, que el hombre piensa como
vive y no vive como piensa, y que una economía de mercado genuinamente
libre conducirá inexorablemente a la libertad política. Ambas tesis
tienen su fundamento, por lo que no estaría de más analizar algunos
ejemplos de la historia contemporánea.

En Rusia, al derrumbarse el comunismo soviético se efectuaron elecciones
multipartidistas sin cambiar primero el sistema económico. El caos
producido fue tal que los principales medios de producción cayeron en
manos de antiguos jerarcas del partido comunista, la mafia rusa impuso
su orden y al final el país terminó gobernado por Vladimir Putin, uno de
los principales jefes de la disuelta KGB. Escenario que algunos
cubanólogos vaticinan se produciría en Cuba de convocarse a unas
elecciones generales enteramente libres sin cambiarse las relaciones de
producción actuales.

¿Son el resultado de las elecciones multipartidistas la fórmula para la
prosperidad sin existir primero la protección legal y los órganos
jurídicos que garanticen totalmente el funcionamiento de una verdadera
economía de mercado? Los ejemplos sobran en nuestro propio patio
latinoamericano para no ir muy lejos.

Después del gobierno de transición de la señora Violeta Chamorro en
Nicaragua, resultó democráticamente electo como presidente un truhán que
terminó su mandato en la cárcel por ladrón, dejando al país en
condiciones económicas peores que las que dejaron los propios
Sandinistas. Y si continuamos citando ejemplos al sur del Río Bravo
hasta la Patagonia, seguro se nos acaba el papel y la tinta.

La mejor analogía que he escuchado de esta complicada madeja me la dio
un prestigioso cirujano con el cual profeso una gran amistad.

Él compara el problema de Cuba con un paciente muy grave padeciendo
simultáneamente de dos enfermedades que lo pueden llevar a la tumba. Un
tumor en el cerebro y un corazón que requiere urgente un trasplante. El
tumor no le permite ver, oír y casi no puede razonar. El corazón no
resiste más tiempo. Si aplica quimioterapia para atacar el tumor, o
cirugía para extirparle el corazón, definitivamente no resistirá ninguno
de los tratamientos. Para el cirujano el tumor es el sistema de un solo
partido y el corazón el sistema colectivista.

Yo realizaría el trasplante primero, me dijo. Solo así podrá un paciente
tan grave resistir la eliminación del tumor.

La decisión no es nada fácil y por supuesto corresponde a los cubanos de
la Isla decidir su destino. ¿Qué preferiría usted, recurrir al quirófano
para el trasplante u optar por la quimioterapia primero?

http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/trasplante-o-quimioterapia-274370

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