Monday, September 5, 2011 | Por Orlando Freire Santana
LA HABANA, Cuba, septiembre (www.cubanet.org) – No hace mucho, a un
programa deportivo de la televisión cubana asistió Jorge Hernández,
campeón olímpico de la división mini mosca en Montreal 1976. Fue
inevitable que le preguntaran sobre el declive que exhibe hoy el boxeo
cubano, y lo que podría hacerse en aras de recuperar el terreno perdido
con vistas a las olimpiadas de Londres, el próximo año.
Jorgito no demostró ser como comentarista todo lo bueno que había sido
en el ring. Habló acerca de deficiencias en los entrenamientos y la
escasez de topes internacionales, entre otras causas del descalabro. Sin
embargo, no se atrevió a mencionar el elemento clave que le impide a
Cuba en este momento presentar una escuadra tan brillante como las de
antaño: la deserción de las principales figuras hacia el boxeo
profesional. Las autoridades cubanas no acaban de comprender que es
legítima la aspiración de cualquier deportista de mejorar su estatus
económico, y llegar hasta donde se lo permitan sus aptitudes. Para los
funcionarios castristas el deporte es sólo una razón de Estado, que le
posibilite al país ganar medallas en eventos internacionales, y así
demostrar las supuestas bondades del sistema político imperante.
Ellos no aceptan el camino seguido por Odlanier Solís, Guillermo
Rigondeaux, Erislandy Lara y tantos otros. Quisieran que todos los
boxeadores cubanos imitaran a Ariel Hernández, Héctor Vinent y Ángel
Herrera, quienes dedicaron su vida al boxeo aficionado, fueron
bicampeones olímpicos, y hoy, ya retirados, yacen en el anonimato y
afrontando tal vez múltiples vicisitudes.
Pero es evidente que algo traman las autoridades de la isla para tratar
de contener ese flujo que desangra, no sólo al boxeo, sino también a
otros deportes. Hace algunos años el comentarista deportivo y diputado
Héctor Rodríguez, planteó el asunto en la Asamblea Nacional del Poder
Popular. En aquella ocasión los diputados se pronunciaron por tomar
medidas contra lo que calificaron como "un plan orquestado desde el
exterior para robarse a nuestros atletas".
Ahora el Presidente Raúl Castro, al referirse a las flexibilizaciones en
la política migratoria que piensa implementar el gobierno, ha indicado
que "se incluirán contramedidas razonables para preservar el capital
humano creado por la revolución frente al robo de talentos que aplican
los poderosos". O sea, que la "flexibilización" puede operar en dos
sentidos bien diferentes: por un lado el aflojamiento que significaría
la eliminación de la tarjeta blanca para la salida del país de
ciudadanos en general; pero por el otro, apretar las tuercas para
impedir que peloteros, boxeadores y otros talentos escapen al exterior.
http://www.cubanet.org/articulos/el-boxeo-y-la-politica-migratoria/
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