GDC, marzo 15 – El régimen cubano se apresta a desarrollar una campaña
movilizativa con fines propagandísticos, en la cual miles de personas
desfilarán en apoyo al gobierno totalitario que rige en la isla desde
hace ya más de medio siglo.
Así lo hizo saber a medios oficialistas el jefe del Departamento
Ideológico del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Rolando
Alfonso durante un acto nacional por el día de la prensa.
El régimen, que volvió a ganar cierto nivel de capacidad organizativa
pasada la década de los 90, conocida eufemísticamente como "Período
Especial", suele apelar a la movilización de las masas con el fin de
paliar crisis y combatir "enemigos" que puedan hacer peligrar el dominio
de los hermanos Castro sobre la isla. Alfonso, considerado un militante
comunista de línea dura, discurseó obre el verdadero temor del régimen
cubano en esto días: "Para desconsuelo de los que en Miami clamaron por
un Egipto en La Habana verán consignas en apoyo a la Revolución, su
partido y contra la hostilidad de Estados Unidos".
Los desfiles han sido proclamados para el 16 de abril, en
"conmemoración" del bombardeo efectuado por una brigada de cubanos
exiliados en 1961, previo a la invasión de Playa Girón. Curiosamente el
slogan manejado por el régimen en relación al hecho que proclama que el
ejército enemigo fue derrotado en 72 horas, ahora ha mutado y el tiempo
se ha disminuido a "menos de 72 horas", como el mismo Alfonso proclamó
durante el acto.
Otro desfile ha sido programado para el primero de mayo, en
conmemoración del Día de los Trabajadores, en una nación donde la clase
obrera no tiene el derecho de constituir sindicatos independientes y
donde medio millón de empleados estatales perderán sus puestos de
trabajo en el presente año sin recibir por ello compensación alguna.
Ese día, en vez de lanzarse consignas exigiendo el respeto a los
derechos de la clase obrera, se clamará una vez más por la liberación de
los cinco agentes castristas que espiaron en territorio norteamericano
para el régimen cubano. Esta campaña, que sirve como paliativo a los
problemas diarios que enfrenta el cubano, no ha tenido el éxito objetivo
que alguna vez sí alcanzó la campaña del balserito Elián González, pero
sí ha funcionado durante años como bandera propagandística del régimen.
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