Leafar Pérez
LA HABANA, Cuba, febrero (www.cubanet.org) - Mis niños están tristes.
Gato, pues ese fue el nombre que recibió, hace tres días que falta de
casa. No apareció envenenado, ni está enamorado por ahí pues mi esposa
decidió caparlo para evitar que callejeara. Creo que Gato, un pequeño
felino de seis libras, terminó en la barriga de alguien hambriento.
En un inicio de año donde la escasez aumenta cada día, sobre todo la de
los alimentos, no dudo que Gato haya sido el plato fuerte de alguna
familia. No es una exageración, son unos cuantos los cubanos que afirman
que bien preparado, la carne de un gato sabe a conejo.
No están muy lejanos los tiempos en que comíamos picadillo de cáscara de
plátano, bistec de toronja o pizza de queso obtenido al derretir
condones. El comercio estatal también hizo sus aportes como el perro sin
tripa, la pasta de oca o el caldo de subproductos.
Ahora la crisis (¿crisis ahora?) ha puesto de moda una serie de
variantes para suplir la escasez de alimentos. Picadillo mejorado, arroz
con especias y salchichas, y perritos a lo cubano, es todo lo que se
puede encontrar para comer.
Largas colas se ven por todas partes para comprar huesos de cerdo o
vegetales no tradicionales en la mesa del cubano, como nabo y acelga. En
los mercados, sólo cebolla, boniato y lechuga, pero la carne de cerdo,
carnero y pollo, están ausentes al pase de lista, ni tan siquiera en el
mercado negro.
El estado culpa a la crisis mundial, el pueblo al sistema económico
centralizado, los campesinos a la burocracia, y mis hijos culpan al
vecino de comerse a Gato. En una cola en el agro, mientras esperaba para
comprar unos boniatos, escuché decir a un señor, con cara de
especialista en la materia, que la carne de perro es exquisita cuando se
prepara como jamón.
Al llegar a casa miré a mi perro, y por si acaso, le dije a mi mujer que
no lo deje salir.
Noticias/Cuba ¿Quién se comió mi gato? (24 February 2010)
http://www.cubanet.org/CNews/y2010/feb2010/24_C_1.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario