viernes, 30 de diciembre de 2016

Cuba, ante el fanasma de un nuevo «periodo especial»

Cuba, ante el fanasma de un nuevo «periodo especial»
El régimen castrista reconoce una nueva caída de la economía 23 años
después de la última recesión oficial
MANUEL TRILLO - @manueltrillo
30/12/2016 01:38h - Actualizado: 30/12/2016 12:03h.

En Cuba se recuerda con pavor la profunda crisis en que se sumió la isla
a principios de los 90 con el desmoronamiento de la Unión Soviética, de
cuyos suministros dependía su economía. Durante lo que Fidel Castro
llamó «periodo especial en tiempos de paz», se agravaron como nunca las
dificultades para subsistir, mientras los apagones eran constantes y las
fábricas permanecían paralizadas. El hundimiento de la economía llevó a
un retroceso del Producto Interior Bruto (PIB) de casi un 15% en 1993,
año en que se aprobaron tímidas reformas y a partir del cual Cuba pudo
levantar cabeza ligeramente. Sin embargo, nunca se llegó a declarar
cerrado aquel «periodo especial» y las penurias continuaron en los años
siguientes.

Ahora, 23 años después de la última recesión oficial, el fantasma de una
nueva etapa de miseria vuelve a planear sobre la mayor de las Antillas,
en este caso coincidiendo con el colapso del que es en la actualidad su
principal socio, Venezuela. El día a día de Cuba sigue marcado, tras la
muerte de Fidel Castro, por la precariedad, con las familias haciendo
cola en las bodegas para acceder a los alimentos básicos recogidos en la
cartilla de racionamiento y unas viviendas en estado en general deplorable.

El propio presidente cubano, Raúl Castro, ha reconocido esta semana en
la Asamblea Nacional que 2016 acabará con un retroceso del PIB del 0,9%,
una vez que «las limitaciones en los suministros de combustibles y las
tensiones financieras se agravaron en el segundo semestre».

Retraso en los pagos
Según Castro, en medio de lo que calificó de «desfavorable escenario» se
ha mantenido «el cumplimiento estricto de las obligaciones contraídas
como resultado del reordenamiento de la deuda externa cubana», pero
admitió que «no ha sido posible superar la situación transitoria» en
«los atrasos de los pagos corrientes a los proveedores».

Lejos de hacer autocrítica, el mandatario insistió también en los
«efectos negativos» del «bloqueo económico, comercial y financiero de
Estados Unidos», es decir, el embargo norteamericano sobre la isla, al
tiempo que subrayó « los cuantiosos daños» que dejó el huracán Matthew»
en octubre.

En 2015 se había registrado oficialmente un crecimiento de más del 4% y
Castro dice confiar en que en 2017 la economía vuelva a situarse al
alza, hasta con un 2% de incremento, si bien advierte de que
«persistirán tensiones financieras y retos que pudieran incluso
recrudecerse en determinadas circunstancias». El régimen se marca tres
premisas «decisivas»: garantizar «las exportaciones y su cobro
oportuno», «incrementar la producción nacional que sustituye
importaciones» y «reducir todo gasto no imprescindible y utilizar
racional y eficientemente los recursos disponibles».

Según apunta a ABCel presidente de The Havana Consulting Group & Tech,
Emilio Morales, el principal factor de la crisis es que la entrega de
petróleo de Venezuela ha caído de 125,000 a 50,000 barriles diarios, a
lo que se suma el descenso del precio del petróleo de 100 dólares el
barril en 2014 a incluso 30 dólares, lo que ha «limitado la venta que
Cuba hacía del petróleo venezolano en el mercado internacional y han
llevado incluso al cierre de la refinería de Cienfuegos».

Así mismo, el responsable de esta consultora con sede en Miami destaca
«la disminución abrupta del personal cubano que presta servicios en las
áreas de salud y educación principalmente, de 45,000 a 25.000 en dos
años. Según los datos que maneja, la acción combinada de estos factores
más la caída de otros negocios con Venezuela han implicado la pérdida de
unos 8.000 millones de dólares.

A ello se añade la caída de las exportaciones de productos como el
níquel (-26,67%), el azúcar (-10,10%) y el tabaco (-7.06 %), que entre
los tres suponen una pérdida de unos 255 millones de dólares, así como
«la incapacidad del gobierno cubano de atraer las inversiones extranjeras».

A juicio de Morales, Cuba ha desaprovechado el deshielo diplomático
iniciado con EE.UU. en diciembre de 2014 y ha perdido «oportunidades de
oro de atrapar inversiones multimillonarias» en proyectos de
infraestructura turística, agroindustria y energía, entre otros sectores.

Source: Cuba, ante el fanasma de un nuevo «periodo especial» -
http://www.abc.es/internacional/abci-cuba-ante-fanasma-nuevo-periodo-especial-201612300138_noticia.html

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