domingo, 27 de junio de 2010

Alarma por creciente influencia de cubanos en Cancún

Publicado el sábado, 06.26.10
Alarma por creciente influencia de cubanos en Cancún
Por JUAN O. TAMAYO
CANCUN, México

Su esposa cubana tiene familiares en los altos niveles de la Seguridad
del Estado y su ex asesor de seguridad estuvo 16 años en el ejército de
la isla.

Así que cuando Gregorio Sánchez, candidato a gobernador y ex alcalde del
balneario caribeño de Cancún, fue arrestado en mayo hubo alarma entre
algunos analistas mexicanos.

El caso "abrió una sorprendente ventana, la penetración de la
inteligencia cubana en México'', escribió Raymundo Riva Palacio, un
respetado periodista que escribe frecuentemente sobre temas de seguridad
en el diario El Financiero.

Sánchez está en la cárcel pendiente de juicio acusado de lavado de
dinero que recibió por haber protegido a los carteles Beltrán Leyva y
Los Zetas en Cancún, un punto de llegada clave de las drogas ilícitas
que vienen de América Latina rumbo a las calles de Estados Unidos.

También está bajo investigación por alegaciones que incluyen haber
introducido de contrabando en México a cubanos con destino a Estados
Unidos, así como a chinos y rusos, y por haber espiado a políticos
rivales y periodistas, según confirmaron investigadores federales a El
Nuevo Herald.

La esposa de Sánchez, Niurka Sáliva, insiste en que los cargos son
falsos y simplemente destinados a torpedear su postulación a la
gobernación de Quintana Roo. Su coalición política, encabezada por el
izquierdista Partido Revolucionario Democrático, lo ha reemplazado como
candidato para las elecciones del 4 de julio.

Sáliva, una médica de 29 años que viste elegantemente, fue nacionalizada
mexicana y ha abanderado causas sociales en Cancún, no respondió a las
preguntas sobre Sánchez que El Nuevo Herald le envió por correo electrónico.

Un periódico de Cancún la describió como mejor política que su esposo,
un acaudalado empresario maderero y de bienes raíces y ocasional pastor
evangélico, 15 años mayor que ella. Fue electo en el 2008 como alcalde
de la municipalidad de Benito Juárez, que incluye Cancún.

Pero las numerosas y frecuentemente oscuras relaciones con Cuba mientras
encabezó la municipalidad han provocado quejas de que Sánchez le entregó
a cubanos el manejo del balneario y que puso a 150 de ellos en su nómina.

"Uno no permitiría que nadie dirigiera su casa'', afirmó Francisco Alor
Quezada, predecesor de Sánchez como alcalde y ahora Procurador General
de Quintana Roo, organismo estatal con funciones similares a la del Buró
Federal de Investigaciones de Estados Unidos.

El caso contra Sánchez viene del 2009, cuando pistoleros de Cancún
asesinaron al general retirado del ejército Mauro Enrique Tello
Quiñones, un mes después de que las autoridades federales lo enviaran a
reprimir el narcotráfico en el principal balneario mexicano.

Arrestado por el asesinato está Boris del Valle, un cubano que ganaba
$3,330 mensuales en la plantilla municipal de Sánchez como "asesor de
seguridad'', así como los jefes de policía y prisiones de Cancún.

Del Valle, de unos 43 años, es sobrino del general de división Sergio
del Valle, que fuera ministro del Interior --a cargo de la seguridad de
la isla-- entre 1968 y 1979 y ministro de Salud Pública entre 1979 y
1986. Murió en el 2007.

Los expedientes de los tribunales mexicanos muestran que Boris del Valle
estuvo en las fuerzas armadas cubanas entre 1975 y 1991 y que luchó en
la guerra de Angola. Informes de que también está emparentado con Sáliva
no pudieron ser confirmados independientemente.

El padre de Sáliva, José Angel Sáliva, es coronel retirado del
Ministerio de Interior (MININT) y tuvo varios cargos administrativos de
bajo perfil, pero se conoce como un hombre cercano a Raúl Castro y con
frecuentes relaciones sociales en los círculos dirigentes de la isla. Su
último cargo fue director del Museo del Ministerio del Interior.

En Quintana Roo también viven dos medio hermanos de Sáliva: Javier
Molina, descrito por las autoridades mexicanas como un ex capitán o
mayor de la Seguridad del Estado; y Alfredo Molina, un ingeniero que se
hizo ciudadano mexicano.

Informantes confidenciales en el caso de Del Valle llevaron a los
investigadores a estudiar los asuntos de Sánchez, reveló el mes pasado
un portavoz de la Procuraduría General de la República.

En abril, investigadores federales que rastrearon una casa de Cancún
encontraron un sofisticado centro de escucha encabezado por Manuel Vera
Salinas, un ex militar mexicano también listado en las nóminas
municipales como un "asesor de seguridad'' de Sánchez.

Salinas ha desaparecido y los investigadores dijeron sospechar que Del
Valle estaba implicado en el centro de espionaje. Solicitaron anonimato
porque no están autorizados para comentar públicamente sobre el caso.

El centro mantenía expedientes sobre políticos y reporteros, incluyendo
fotos e información sobre sus actividades, dijo César Muñoz, director de
noticias del periódico Novedades, en Cancún, y uno de los periodistas
que fue monitoreado.

Este mes, un sitio de noticias de internet reportó que 150 cubanos
estaban en la plantilla municipal, incluyendo 80 en una agencia de
servicios sociales encabezada por Sáliva cuando era la Primera Dama de
Cancún. Sánchez tomó licencia del cargo de alcalde para postularse para
la gobernación.

La alcaldesa en funciones, Latifa Muza, dijo a reporteros que no sabía
exactamente cuántos cubanos estaban en la nómina pero añadió: "Son
muchos [...] eso es evidente''.

Aunque desde hace tiempo Cancún ha sido un punto de llegada para los
inmigrantes cubanos ilegales que se dirigen a la frontera entre México y
Estados Unidos, la presencia cubana creció debido a los vínculos de
Sánchez con La Habana, dijo Alor Quezada. Actualmente, más de 6,000
cubanos están registrados como residentes de Quintana Roo.

Sánchez hacía frecuentes viajes a La Habana, una de sus dos primeras
esposas era cubana y conoció a Sáliva cuando ella trabajaba en la
embajada mexicana en La Habana. Se casaron en la capital cubana y ella
se mudó para Cancún en el 2004.

Sánchez firmó un acuerdo de "intercambio cultural'' con La Habana en el
2008 que le permitía a su municipalidad y compañías privadas de Cancún
contratar artistas, técnicos, académicos y otros cubanos para trabajar allí.

Informantes dijeron a los investigadores federales que Sánchez y Sáliva
utilizaron el acuerdo para "lanzar una operación de contrabando de
inmigrantes desde ese país'', según reportó el semanario Proceso. Sáliva
ha negado la alegación.

Muchos de los cubanos fueron contratados por Escenario Total, una firma
propiedad de Alberto Ayra, un cubano naturalizado, listado como otro
asesor de Sánchez en la nómina de Cancún, según reportó Proceso. Otros
trabajaban para la Comercializadora Riviera Maya, propiedad de Francisco
Di Mare, otro asesor de Sánchez.

Proceso también informó que Sánchez, Del Valle y otro cubano
identificado sólo como Manuel Benítez eran copropietarios de Xuyco, una
firma inmobiliaria.

Riva Palacio alegó que la presencia de la inteligencia cubana en Cancún
era el resultado de una serie confrontaciones entre Fidel Castro y el
presidente mexicano Vicente Fox.

Antes de Fox, las dos naciones tenían un acuerdo según el cual la
inteligencia cubana podía operar en México, fundamentalmente contra
objetivos estadounidenses, mientras no interfiriera en los asuntos
internos del país. Pero tras un choque fuerte en el 2004, México
discretamente expulsó al jefe de la inteligencia cubana en Ciudad
México, Orlando Silva, dijo Riva Palacio.

Desde hace tiempo, la base de inteligencia cubana en México ha sido
considerada como la mayor de la isla en el mundo, seguida por la de
España y las misiones diplomáticas en Washington y Naciones Unidas.

Otros analistas de México y Estados Unidos dijeron, sin embargo, que los
vínculos de Sánchez con cubanos con antecedentes de inteligencia no
parecían ser parte de un plan de La Habana de ampliar su espionaje en
México.

Con una gran presencia de inteligencia en Ciudad México, "¿por qué
estaría interesado Castro en Cancún?", se preguntó un funcionario
norteamericano de inteligencia que pidió el anonimato.

Lo más probable, dijeron analistas en Cancún, es que la gran presencia
cubana aquí --incluyendo a los que tienen antecedentes en labores de
inteligencia-- se debe a las viejas relaciones comerciales y culturales
entre el balneario y Cuba, 140 millas al este.

El gobierno de Castro usualmente confía en que cubanos con experiencia
en inteligencia salgan legalmente del país, establezcan negocios en el
exterior y permanezcan fieles a la revolución.

Sánchez no es el primer funcionario de Quintana Roo con fuertes vínculos
con Cuba.

Mario Villanueva, gobernador del estado en los años 90, fue extraditado
a Estados Unidos el 8 de mayo bajo cargos de haber aceptado sobornos de
$500,000 por cada embarque de drogas que pasara por su territorio,
supuestamente 200 toneladas en total.

Villanueva era un cercano amigo del ex ministro de Relaciones Exteriores
Roberto Robaina, despedido en 1999 tras admitir que había aceptado
$25,000 del gobernador para remodelar las oficinas de su ministerio en
La Habana.

http://www.elnuevoherald.com/2010/06/26/v-fullstory/753171/cancun.html

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