sábado, 1 de agosto de 2015

Perdón, Santiago

Perdón, Santiago
DARIELA AQUIQUE LUNA | Santiago de Cuba | 31 Jul 2015 - 1:21 pm.

La ciudad en la que nací ha perdido la magia. Muchas de sus lindas y
geniales personas han muerto o emigrado.

La campaña publicitaria por los cinco siglos de Santiago de Cuba creó
expectativas. Entre muchos, quise ver cuánto se ha hecho en la ciudad en
que nací.

En la mañana de la Santa Ana se cumplieron 62 años de que la ciudad
amaneciera bajo disparos, cuando un grupo de jóvenes asaltó el cuartel
Moncada. Pero el pasado 26 de julio me despertó el canto de uno de los
gallos de pelea que mi vecino cría en el sótano del edificio (aquí no
hay reglas de urbanidad y todos se quejan, pero nadie hace nada).

Seguido del gorjeo, se escucharon gritos triunfalistas de: "está
llegando el agua", pues tras más de diez días —y hasta 15 en algunas
áreas— como una dádiva para los santiagueros, "llegó" el agua. No pudo
ser exactamente el día 25, cuando la urbe cumplía 500 años de fundada,
pero sí el 26, tal vez en saludo a la gesta moncadista.

Es cierto que la ciudad se ve muy diferente de aquellas desoladoras
imágenes que dejara el ciclón Sandy. ¿Pero cuánto es para mejorar la
calidad de la villa y sus moradores y cuánto tienen de cruzada política
las obras construidas y restauradas para la ocasión?

La construcción de laAvenida Patria, desde la Plaza de la Revolución
"Antonio Maceo", ocupando la otrora calzada de Yarayó hasta la calle
Flor Crombet, llega exactamente hasta la entrada del cementerio Santa
Ifigenia, frente al mausoleo de José Martí, y tendrá como fin principal
desfiles militares. No se pensó sin embargo extender el terreno del
camposanto, que es el único de la ciudad.

Se han entregado una cifra considerable de viviendas, pero aún son
insuficientes para contrarrestar el daño a los fondos habitacionales que
sufrió la ciudad por los embates del ciclón Sandy. Han pasado casi tres
años de aquella calamidad. Tres años sin vivienda es demasiado tiempo
para los damnificados, a los que seguramente la construcción de la
avenida ha de parecerles una absurda prioridad.

Pero lo que se hace o no se hace en Santiago y en Cuba, lo decide el
Gobierno y el Gobierno a su vez hace lo que decide el Partido. Y al
Partido le pareció políticamente preponderante hacer una avenida para
marchas.

Son muchos los lugares inaugurados, sobre todo centros recreativos o de
ventas de artículos y productos de diferente índole, como por ejemplo la
nueva Cervecería Puerto del Rey, asentada en los predios de la Alameda,
un bello lugar donde los santiagueros, bebedores innatos, pueden
disfrutar de la cerveza, bebida preferida en estos lares a causa del
tórrido clima.

Muchos, sin embargo, quedaran decepcionados al encontrarse con que una
cerveza cuesta 2 CUC y se vende solo en moneda convertible.

También los niños, "para los que se abrieron centros de recreación
tecnológica", se frustrarán ante la noticia de que el servicio para
pioneros y estudiantes ya no es gratuito, sino que tendrán que comprar
tarjetas de entre cinco y 50 pesos para poder jugar en las computadoras
que el "socialismo próspero y sustentable" pone a su disposición.

De la gala cultural por los 500 años fundacionales no puedo dejar de
hablar. Hubo que conformarse con verla por la televisión porque solo
40.000 invitados pudieron estar presentes en el Parque de Céspedes.

Al pueblo se le alertó que por favor no intentaran aproximarse al área
de la actividad, pues el acceso era restringido.

Dirigentes y comandantes, los "cinco héroes" y sus familias,
combatientes, militantes y chivatientes fueron los elegidos.

No obstante, al ver la gala por la TV, quizás los santiagueros
agradecieron no haber sido convidados, pues de cultural tuvo muy poco y
de panfleto político, demasiado.

Mi ciudad, cuna de la trova, el bolero, el son y la conga, que vio nacer
al poeta romántico José María Heredia, que ha parido una pléyade de
artistas, pensadores y estrategas militares, que se defendió de
corsarios y piratas, que tuvo la primera rebelión de esclavos, que
aportó más de treinta generales a las Guerras de Independencia, que vio
derramar tanta sangre joven para derrotar a un tirano, donde se creó el
ron Bacardí y se inventó el prú oriental, donde se hacen los mejores
carnavales de Cuba y donde está la Virgen de la Caridad, es más que el
Moncada y que la Sierra y que el primer discurso de Fidel Castro.

Por eso cualquier frase que a ella le hayan dedicado, desde los
conquistadores españoles, los colonos franceses, los esclavos africanos,
los emigrantes árabes, chinos y europeos, los héroes y los mártires, los
historiadores, los poetas y los bardos, bien podía ser la elegida para
estar incrustada en el gran muro construido en uno de los sitios más
céntricos, donde se cruzan la avenida de Los Libertadores y la de
Garzón, justo en el Km 969 de la Carretera Central.

Pero el Gobierno y el Partido, o viceversa, sin consultar a los
santiagueros, decidieron que fuera una frase de Fidel Castro: "¡Gracias,
Santiago!"

Camino por mi ciudad donde ya murieron o emigraron muchas de sus lindas
y geniales personas. Donde a cada paso encuentro una valla con la imagen
de los Castro o cualquiera de sus frases. Una ciudad que aunque más
linda, parece haber perdido la magia. Donde la gente cría gallos en los
edificios y grita agradecida que están poniendo el agua. Y pienso en
enmendar la frase del céntrico muro, donde debió decir: Perdón, Santiago.

Source: Perdón, Santiago | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1438341680_16044.html

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