viernes, 30 de diciembre de 2011

Cuba, un inmenso penal

Cuba, un inmenso penal
Enrique Arias Vega 30/12/2011

Más que alborozarme, me inquieta el anuncio hecho por Raúl Castro de
indultar a 2.900 presos por delitos menores ante la visita de Benedicto
XVI. ¿Cuántos miles más, incluidos presos políticos y de conciencia,
debe haber en la isla?

Para hacernos una idea, semejante cifra de indultados equivaldría, en
proporción a sus poblaciones respectivas, a que en España se liberase de
golpe a unos 12.000 reclusos, uno de cada seis confinados en la actualidad.

Eso evidencia el carácter punitivo de un régimen que, no sólo no creó
aquel utópico hombre nuevo que preconizaba el Ché Guevara, sino que ha
ideado nuevos tipos de delitos con los que someter a sus súbditos.

Este 1 de enero se cumplen 53 años desde el triunfo de aquella
revolución armada que llevó a Fidel Castro al poder. Y durante este
tiempo su mayor éxito ha sido convertir Cuba en un inmenso penal.

Cuando episódicamente ha abierto sus puertas, como en el embarque por el
puerto de Mariel en 1980, cientos de miles de ciudadanos han huido del
presunto paraíso castrista hasta totalizar tres millones de exiliados
frente a los once millones de residentes en la isla.

Precisamente es el carácter insular del país el que ha permitido la
pervivencia de la dictadura. No deja de ser sintomático que las cárceles
de máxima seguridad se hayan situado siempre en islas, como las ya
clausuradas de El Frontón, en Perú, o Alcatraz, en Estados Unidos.

Cabe desear que, al igual que ha sucedido con esta última, los penales
de Cuba se conviertan en pocos años en una simple atracción turística
que recuerde el fracaso de un régimen que empobreció al país y privó a
todos sus ciudadanos del mínimo derecho a la libertad.

http://www.diariocritico.com/opinion-analisis/enrique-arias-vega/405338

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