Lunes, 05 de Septiembre de 2011 00:01
Hildebrando Chaviano Montes
El Vedado, La Habana, 5 de septiembre de 2011, (PD) En ocasiones un
periodista independiente, bloguero o un ciudadano cualquiera que se
atreve a expresar lo que piensa, puede verse tentado, no sin razón, a
lanzarse en un discurso lleno de diatribas, descalificaciones o, como
quiera llamarse a expresiones que no por merecidas son necesariamente
correctas o convenientes.
Andamos, como se dice, sobre el filo de la navaja. Hay que decir, pero
decir bien. Como profesionales de la palabra estamos obligados a contar
las verdades, denunciar los atropellos, y llamar a los responsables por
sus nombres, aunque no les guste. Pero existen en nuestro Código Penal
los llamados Delitos Contra el Honor. Son tres, en el presente trabajo
nos la veremos con el primero de ellos: la difamación.
Dice el Artículo 318.1:
"El que, ante terceras personas, impute a otro una conducta, un hecho o
una característica, contrarios al honor, que puedan dañar su reputación
social, rebajarlo en la opinión pública o exponerlo a perder la
confianza requerida para el desempeño de su cargo, profesión o función
social, es sancionado con privación de libertad de tres meses a un año o
multa de cien a trescientas cuotas o ambas.
2. El inculpado no incurre en sanción alguna si prueba que las
imputaciones que hizo o que propagó eran ciertas, o que tenía razones
serias para creerlas, así como que obró, o que fundadamente creyó obrar,
en defensa de un interés socialmente justificado.
3. No se admite al inculpado la prueba prevista en el apartado anterior,
si manifiestamente no tenía otro designio que denigrar a la víctima."
Con independencia de que hace mucho tiempo la reputación social de
ciertas personas está dañada sin remedio, no merecen ningún crédito ante
la opinión pública, y han perdido la confianza requerida para el
desempeño de sus cargos, profesiones o funciones sociales, el
comunicador no debe dejarse llevar por la pasión.
Esto no impide que tengamos todo el derecho del mundo para calificar de
cobardes y faltos de hombría a los oficiales de la Seguridad del Estado
y los agentes de la Policía Nacional Revolucionaria que golpean a
mujeres amparados en su impunidad.
hildebrando.chaviano@yahoo.com
http://hchaviano5.blogspot.com
http://www.twitter.com/@hildebrandoch
http://primaveradigital.org/primavera/sociedad/la-consulta/2159-delitos-contra-el-honor-i
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