martes, 13 de septiembre de 2011

Béisbol en Cuba: el asombroso crecimiento de la incompetencia

Béisbol en Cuba: el asombroso crecimiento de la incompetencia
Última actualización Tuesday, 13 September 2011
Por RAUL ARCE

- Lo no imaginado se entroniza como normalidad más burocrática que
deportiva en la pelota cubana: la Serie Nacional de Béisbol número 51 se
jugará con 17 equipos.

Como La Habana (campo) fue escindida en sus estructuras políticas y
administrativas -el territorio derivó en dos nuevas provincias, Artemisa
y Mayabeque- lo racional hubiera sido dar de baja a Metropolitanos, el
segundo equipo de la capital del país, convertido desde hace años en
guardarropa de Industriales, de donde se saca lo aparentemente útil y
adonde va a parar lo menos atractivo.

Pero ahora nos enteramos que Metropolitanos va a seguir ahí- ahí, como
los Van Van, porque alguien lo decidió de esa manera. Sin detenerme a
meditar en el manoseado e hipotético privilegio de los capitalinos,
únicos competidores que disponen de un elenco de reserva, la lastimera
labor de los Metros, con su puesto de sotaneros en la última temporada,
aconsejaba extraerlos del calendario beisbolero nacional.

Aquellos enconados duelos de hace 20 años entre las dos escuadras de la
gran urbe son apenas una imagen de la memoria, cuando Metropolitanos,
sin estar todavía sometido a un despiadado desguace, mostraba calidad
como para discutir a corto plazo el título de Cuba.

Mucho llovió desde entonces, y el único consuelo para los llamados
Guerreros de la Capital -todo un eufemismo, debían más bien apodarlos
Los Mártires del Asfalto- es que en el ciclo 2011-2012 no estarán solos
chapoteando entre las aguas del sótano, pues Artemisa o Mayabeque
podrían compartir sus angustias.

Sin suplentes de calidad

Si bien los peloteros que limitan con la capital disponen de un manojo
de buenos lanzadores -¿artemiseños? ¿mayabequenses?-, ellos, en cambio,
carecen de fuerzas para armar dos alineaciones diarias, incapaces además
de contar con suplentes de calidad en dos dugouts distintos cada día.

La 51ma. Serie Nacional, no lo dudo, será seguida nuevamente por
millones de cubanos, porque cada equipo pone todo su esfuerzo en el
terreno, nuestros peloteros son todo coraje, y no hay nada más saludable
para el estrés de una nación entera que irse a gritar a los estadios.

Ya están nombrados los 17 managers, el último de los cuales fue nada
menos que Lázaro Vargas al frente de Industriales, el equipo que lo
privilegió entre sus formidables toleteros de todas las épocas.

Tan extrovertido y showman como esa otra estrella que fue Víctor Mesa,
su presencia en la proa del equipo más controversial del deporte cubano
hace aflorar ahora más preguntas que respuestas. Me inclino a pensar que
el colofón de su trabajo podría desplazarse en las antípodas, con
Industriales regalando una final nacional de infarto… o con la decepción
de no clasificar siquiera a los play off.

Lazaro Vargas en la proa

Vargas será el octavo mentor debutante para la próxima Serie. Lo harán
también Alcides Sánchez, con Santiago de Cuba, Indalecio Alejandrez
(Granma), Ruperto Zamora (Sancti Spíritus), Ramón Moré (Villa Clara),
Felicio García (Holguín), Juan Miguel Gordo (Las Tunas) y Rigoberto
Madera (Mayabeque).

A Artemisa lo dirigirá Esteban Lombillo, quien estuvo antes con La
Habana. Regresan Felipe Sarduy al frente de Camagüey y Víctor Mesa con
Matanzas, y se mantienen Alfonso Urquiola (Pinar del Río), Roger Machado
(Ciego de Ávila), Iday Abreu (Cienfuegos), Agustín Lescaille
(Guantánamo), Armando Johnson (Isla de la Juventud) y Luis Suárez al
timón de Metropolitanos.

Esa variante en el calendario, casi imperceptible -de 90 a 96 juegos
para cada selección= ahondará en cambio el descenso cualitativo.
Deserciones, emigración y hasta el bajón en la natalidad, hacen cada vez
más reducida la veta de donde escoger peloteros.

Y el salto a las competencias internacionales, donde pueden enfrentar a
un pitcher bueno hoy, otro mañana, y también al tercer día -llámense
yanquis, japoneses o hasta de Taiwán-, se va constituyendo, muy a
menudo, en un correctivo que reduce hasta el ridículo la ofensiva de
nuestros bateadores.

¿Diez y siete equipos? No menos de cuatro ni más de ocho, por ahí anda
el verdadero indicador de la calidad en Cuba.

http://cafefuerte.com/2011/09/13/beisbol-en-cuba-el-asombroso-crecimiento-de-la-incompetencia/

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