AMBIÉN COGIÓ UNA LANCHA?

¿TAMBIÉN COGIÓ UNA LANCHA?
05-09-2011.
Hugo Araña
Corresponsal de Misceláneas de Cuba

(www.miscelaneasdecuba.net).- Desde hace días, la población matancera
algo desconcertada se pregunta y no halla la respuesta adecuada, qué
se ha hecho del café molido que hasta ha desaparecido en las
tiendas del CUC. Y quizás puedas degustarlo en ciertos puntos, cuyo
costo es cincuenta centavos, pero no en la que dicen nuestros dirigentes
es la Moneda Nacional (¿?)

Este Periodista Independiente, al cual dicho producto no puede
faltarle, días atrás a manera de un obligado tour por todas dichas no
pudo encontrarlo a la venta.

La situación, según al comentarlo con sus vecinos que también necesitan
dicha bebida como único desayuno, no saben qué aducir y mucho menos
sacar alguna reflexión sobre esta desaparición sin explicación alguna,
máxime, cuando es un producto netamente nacional.

Es más, ni las personas que lo traen desde la zona oriental de la Isla,
después de vencer una serie de obstáculos bastante riesgosos, y que
después lo ligan con chícharo para venderlo por debajo de la mesa, lo
tienen como oferta.

Además, el que venden por la cuota que la población lo llama "el
sucedáneo", y sabe dios que le echarán para complementar esa mezcla, y
que por cierto, su sabor dista de lo que es café, alcanza solamente para
dos o tres días, por mucho que lo ahorre. Por lo tanto, estamos
obligados a buscarlo donde quiera, así sea en lugares menos pensadso,
ya que por otra parte como apuntamos al principio, el que ofertaban
en las shoppings –y recargo ofertaban- cuesta bastante caro y todo el
mundo no puede adquirirlo.

Mientras tanto, las autoridades no han sacado en la prensa una
explicación sobre esta desaparición del café. Por lo tanto, con esa
jocosidad que posee nuestra población ante las adversidades, por no
decir choteo – como me acuerdo de Jorge Mañach-, "argumentan" que el
café cogió una lancha, atravesó el Estrecho de la Florida y se acogió
también al exilio en los Estados Unidos.

Y dentro de todo esto, el mencionado continúa sin aparecer. Por lo
tanto, nos encomiamos a que como dice una canción, ojalá caiga
sobre nuestra Isla, "una lluvia de café" (¡Ojalá!).

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