24 de Mayo de 2011 • 16:10
El pintor cubano Pedro Pablo Oliva salió el martes al cruce de las
acusaciones que lo tildaron de "traidor" o "disidente" tras un
enfrentamiento con las autoridades de la isla y que concluyeron con la
revocación de su mandato como diputado provincial.
No hubo comentarios inmediatos de las autoridades cubanos sobre la
situación de Oliva.
"Les confieso que no hubiera querido hablar nunca de estas cosas", dijo
el pintor en una carta colocada el martes en su página personal en
Internet, fechada el lunes, y titulada "A raíz de que fuera revocado
como Delegado a la Asamblea Provincial del Poder Popular en Pinar del
Río", (el parlamento local).
Oliva, Premio Nacional de Pintura del 2006 y autor de una serie de
retratos del ex presidente Fidel Castro que fueron expuestos en el Museo
Nacional de Bellas Artes, quedó separado del legislativo de su provincia
de origen y donde reside actualmente.
Pinar del Río se ubica a unos 150 kilómetros al oeste de esta capital.
Oliva no especificó la fecha exacta de la decisión tomada por el
organismo de eliminarlo de sus filas pero los enfrentamientos de Oliva
se venían incrementando en los últimos meses a raíz de actividades en
las que participó su taller y fueron considerados "disidentes", así como
comentarios del pintor a una radio en Estados Unidos y un mensaje
enviado en meses pasados la bloguera Yoani Sánchez, abierta opositora al
gobierno.
Según señaló el artista en su misiva del martes, la separación obedeció
a la violación de "los estatutos ideológicos y el código de ética",
preceptos que firmó cuando asumió su cargo de diputado hace cuatro años.
"Siempre he agradecido a un proceso social llamado Revolución y al
cual...le debo haberme podido formar como creador. Pero soy un hombre
que no se queda callado ante lo que considera errado", expresó Oliva.
"Vivo en un país marcado cada día por gente obsesionada con partir a
cualquier sitio. No es ese el país que soñé. Sé que el presidente de la
nación está haciendo esfuerzos por organizar nuestra maltrecha economía,
titánica labor, pero aún más lo será intentar unificar la nación
espiritualmente. Ha sido mucho el desgarramiento", comentó Oliva.
Según su carta, otros delegados de la Asamblea Provincial del Poder
Popular (el parlamento local) lo acusaron de ser "un disidente o
contrarrevolucionario" así como "traidor a la Patria y hasta anexionista".
"Me niego a aceptar esas acusaciones por el solo hecho de haber
expresado mis ideas", agregó el pintor.
"Creo que fidelidad a la Patria no es fidelidad a un partido", manifestó.
En otro comunicado, el pintor informó que se cerró también el centro
cultural Casa-Taller Pedro Pablo Oliva, que dirigía en Pinar del Río.
La clausura del lugar no obedeció a una disposición oficial, comentó
Oliva, pero los dependencias oficiales fueron advertidas sobre no
aceptar ningún tipo de colaboración con la institución artística
haciendo inviable su trabajo.
Pese a toda la tensión en torno a su persona, el pintor aseguró que no
se alejará del país.
"Aquí me quedo, esta es mi tierra y mi gente. Los conflictos del país,
económicos, espirituales y políticos, tendrán que ser resueltos por
nosotros los cubanos. Los que vivimos dentro y fuera, con nadie más.
Duermo hoy tranquilo, mañana volveré a coger mis pinceles", manifestó.
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