Monday, May 2, 2011 | Por Baldomero Vasquez Soto
CARACAS, Venezuela, mayo, www.cubanet.org -Son muchos los
acontecimientos históricos relevantes ocurridos el siglo pasado respecto
a los cuales padecen de amnesia los intelectuales izquierdistas
latinoamericanos, ni hablar de los venezolanos. Cual fanáticos
monotemáticos, su empobrecida vida se ha reducido a monitorear lo que
hace el "imperialismo norteamericano", pero jamás analizan otros
acontecimientos por importantes que hayan sido sus repercusiones.
Guardan silencio sobre las monstruosas acciones ejecutadas bajo su
ideología, cuando debieran sentirse moralmente obligados a rendir
cuentas por ellas.
Tan vocingleros para otras cosas, los izquierdistas callan sobre: las
hambrunas ocurridas en la URSS y China causadas por las estatizaciones
sangrientas del agro, llevadas a cabo por Stalin, y por las comunas
campesinas implementadas por Mao; la persecución y asesinato de las
etnias no rusas subyugadas bajo el puño de hierro del "padrecito"; el
Pacto de Amistad de 1939 entre Hitler-Stalin que permitió a esvástica y
hoz y martillo descuartizar pueblo y territorio polacos; el paraíso
socialista infernal construido en Camboya en 1975 por Pol Pot y los
Jemeres Rojos; la invasión imperialista soviética a Afganistán en 1980;
el riesgo para la humanidad de una guerra nuclear en 1962 debido a la
instalación de armas atómicas rusas en la República Soviética de Cuba; etc.
Pero, a nuestro juicio, el mayor y más vergonzoso silencio de los
socialistas ha sido el que han mantenido sobre los campos de
concentración estalinistas (Gulags), a los cuales fueron llevadas
millones de personas inocentes. A dichos campos, ellos nunca se
refieren. ¿Por qué razón? Porque revelan, junto a otros rasgos comunes,
el carácter totalitario, similar al del régimen nazi, del sistema
socialista implantado por Stalin y el PCUS en la URSS. En esa similitud
está mi respuesta a la pregunta: "¿Por qué la izquierda se negó a usar
el concepto de totalitarismo?", con la que Claude Lefort valientemente
retara a sus pares de la izquierda europea hace 30 años ("La Lógica
Totalitaria", en: La Invención Democrática. Nueva Visión, 1990, pp 41).
No iban los izquierdistas europeos, menos los latinoamericanos, a darle
curso a un concepto que los desenmascaraba, ubicándolos en el mismo
bando despreciable de los nazis.
Se entiende así por qué el debate sobre el totalitarismo nunca tuvo
acogida entre los intelectuales izquierdistas de las ciencias sociales
latinoamericanas. Cómo la iba a tener, si las universidades estaban
pobladas de profesores que predicaban que la "emancipación de la especie
humana" y "el futuro de la humanidad" ya eran una realidad en el
totalitarismo socialista soviético y en el de su colonia, la Cuba
castrista. Para la intelectualidad izquierdista de Latinoamérica el
Gulag es como si no hubiese existido, lo cual también nos explica su
mutis sobre la obra de Alexandr Solzhenitsin, ya que fue él quien reveló
a Occidente en 1973 los horrores de los campos de concentración del
"primer estado obrero de la historia".
Afortunadamente para la humanidad, el totalitarismo socialista forma
parte del pasado. La Unión Soviética fue su arquetipo de sistema
universal, pregonado como sustituto de la democracia capitalista. Ella
libró durante 50 años una encarnizada batalla planetaria con los Estados
Unidos por la supremacía mundial, de la cual salió derrotada al
desaparecer en 1991. Las repercusiones tectónicas del derrumbe de la
URSS todavía no han terminado. Hoy están presentes en las revueltas de
los pueblos árabes, pues sus cuestionadas dictaduras ya no pueden contar
con la protección que ayer les brindaba la extinta URSS guiada por la
conveniencia de sus intereses expansionistas globales.
En la actualidad observamos que se intenta asear propagandísticamente el
socialismo, agregándole la etiqueta "del siglo XXI" para venderlo como
un proyecto de futuro. Es una táctica cosmética condenada al fracaso,
ignorante de la vasta concreción histórica del socialismo en el siglo XX
y de la matriz conceptual marxista que le dio origen en el siglo XIX.
http://www.cubanet.org/opiniones/el-totalitarismo-socialista-es-pasado/
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