miércoles, 27 de octubre de 2010

El precio de la libertad

El precio de la libertad
Gustavo Pardo Valdés

LA HABANA, Cuba, octubre (www.cubanet.org) - Los cubanos alcanzaron la
libertad el 20 de mayo de 1902, pero no la coronaron con la
institucionalización de los organismos necesarios para garantizar la
democracia.

La etapa de los "Generales y Doctores" estuvo caracterizada por los
sucesivos gobiernos presididos por un caudillo que procuraba mantenerse
en el poder por más tiempo que el que la Constitución le permitía.

A partir de 1940, en Cuba comienza un periodo en el cual se incorporan
nuevos personajes al panorama político nacional. Surgidos de sectores
sociales más humildes, muchos de estos líderes incidirían en el
desarrollo de los acontecimientos ocurridos en la Isla hasta 1959. Esta
etapa se ve nuevamente matizada por el caudillismo y el predominio
militar en la política cubana.

La revolución llega al poder vestida de militar, rodeada de tanques y
fusiles, y aupando al gran jefe Iluminado, esta vez con un matiz
superlativo, quien desde el principio estableció nuevas reglas para el
debate de las ideas: "Conmigo o contra mí". No quedaban opciones medias.

Las primeras organizaciones opositoras surgen en 1959. Siguiendo la
práctica del caudillismo, se fragmentaron en cientos de grupos; fueron
fáciles de infiltrar, y desactivadas por los órganos represivos.

En 1976 surge una nueva modalidad opositora orientada a exigir
pacíficamente los derechos ciudadanos. Inicialmente el régimen no sabía
cómo lidiar con quienes decían a "cara descubierta" que disentían de la
política oficial, no ocultaban sus identidades ni los sitios de sus
reuniones o los temas a tratar en ellas. No obstante, muy pronto
Seguridad del Estado descubrió el caudillismo prevaleciente en estos
grupos y orientó su trabajo en este sentido, logrando dividir y
subdividir a estas organizaciones y evitar la coordinación de acciones
que pudieran resultar peligrosas para el gobierno, particularmente en
épocas de crisis.

El General Castro no ha podido llenar el vacío dejado por su hermano; y
aunque el Comandante trata de volver a los primeros planos, lo cierto es
que ni uno ni otro pueden regir a un país cuyo sistema socio-económico
se encuentra en bancarrota.

Esta situación estimula la existencia de un terreno social abonado por
el trabajo de una oposición inteligente y desprovista de caudillismo,
capaz de coordinarse en redes sociales destinadas a trabajar proyectos
de interés común.

Voces del Barrio es uno de estos propósitos. Destinado a motivar a los
vecinos de cada barrio, para que encaucen sus demandas a través de los
canales establecidos por el régimen; este Proyecto resulta inquietante
para las autoridades, que desconocen la cultura del debate, y se ven
precisadas a utilizar sus aparatos represivos para que disuadan a estos
activistas de no continuar movilizando a la opinión pública en los
barrios de la capital.

Es lamentable que este y otros proyectos no cuenten con la participación
en bloque de la oposición; lo que llenaría un espacio que es "tierra de
nadie", y que puede ser ocupado por las subterráneas, pero poderosas
"mafias" partidistas.

Hoy, el precio de la libertad es despojarse del "yo" caudillista,
sustituyéndolo por el "nosotros" interactivo.

http://www.cubanet.org/CNews/year2010/Oct2010/27_C_3.html

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