martes, 28 de julio de 2009

LA DANZA DE LAS CALABAZAS

LA DANZA DE LAS CALABAZAS
2009-07-28.
Richard Roselló, Periodista Independiente

(www.miscelaneasdecuba.net).- El aceleramiento y pérdida de otros miles
de quintales de calabaza en la presente cosecha, son un indicativo de la
deficiente planificación en la agricultura cubana, aseguran agricultores.

La sobreexcedida producción agrícola y su destino a una sola plaza: la
capital; la falta de prioridad a otros mercados, la sobreexcedida
capacidad en el mercado concentrador de La Habana y puntos de ventas,
indecisiones de su destino, el retorno de carga a su origen e incorrecta
comercialización; incluyendo fuertes lluvias, intensos calores y pésima
manipulación de cargue y descargue, merman la calidad, el consumo, y
perdidas monetarias sobre ese plato de la mesa criolla.

En temas de alimentos perdidos, no valen excusas. La lección de la
autoridad revolucionaria, cuesta trabajo aprenderla. No hace tiempo fue
el tomate. Miles de quintales se perdieron en manos del Estado cubano y
la población dejó de consumirla. ¿Por qué? Carencia de envases, falta de
transportación estatal, incluyendo la carencia de combustible laceran
cualquier esfuerzo creador.

El abarrote de calabazas en mercados habaneros y la negativa de no
abastecer otros mercados son insuficiencias del inadecuado manejo de la
producción estatal y su incompetente comercialización como
planificación. ¿Por qué provincias como Matanzas y Pinar del Rió, y
hasta municipios habaneros, cercanos a productores de calabaza, no
reciben ese excedente?

En cambio, se pudren en los acopios.

Hay que beneficiar primero la capital, dicen expertos. Pero el precio a
pagar por inadecuados resultados es alarmante. Todo empieza por los
productos agrícolas que no cumplen normas de control de calidad y sufren
el deterioro del insumo.

Ello se inicia en el campo cuando principia la carga. Existe una mala
selección de productos, mezclando buenos y en mal estado. Desde su
amontonamiento en camiones sin el cuidado de transportación, se
concentra sin seguridad en una unidad de acopio municipal donde se
amontonan sin orden, unas sobre otras, con diferencias de días. Luego
pasa a los mercados. Y al llegar a manos del consumidor, no sirven.

Alegan transportistas, que en el mercado concentrador de La Habana, zona
de Berroa al este de la capital, camiones con 300 y 400 quintales de
calabazas son sometidos a "rigurosa inspecciones de calidad". A muchos
les niegan entrada al detectarse una vianda descompuesta en sacos. Sin
embargo, observamos en puntos de venta a la población el mal estado de
ese producto, procedente de dicho almacén central.

Otra clara característica es ver vehículos con sus cargas y encima,
sentado sobre los alimentos de la población a empleados de acopio. Esto
y más son violaciones contra el deterioro del producto, su merma y falta
de higiene.

Hace 19 años al imponerse el "periodo especial", los cubanos caímos en
una profunda crisis alimenticia. Ver un producto era raro. El asombro de
un consumidor, es hallar variedades de ofertas en un mercado del
estatal. Y aunque exista hoy una progresiva oferta y precios asequibles,
los mercados siguen abriendo puertas a mercancías de cuarta categoría.
Muchas en mal estado.

La cosecha de calabazas ha sido alta este año, quizás la más productiva
en nuestra historia. Y algunos, justifican que su exceso productivo
sustituye la escasez de otros productos agrícolas de mayor demanda en
mercados como: plátanos, yuca, malanga y las inexistentes hortalizas de
ciclo corto de invierno.

La verdad verdadera es que no todos comemos calabaza. De ahí ese
estancamiento que sufre el producto en plazas habaneras. ¿Y luego que?

El verano actual arrecia en altas temperaturas con 35 grados. Las
lluvias que caen son intensas, amen de la alta humedad del clima sirve
de catalizadores para su descomposición.

No obstante, a un año de los daños de ciclones ocasionados a la
agricultura en la isla, el ciclo corto de siembra de productos altamente
consumidos entre ellos, tomate, pepino y las consecuentes perdidas del
primero, no hallaron tampoco espacios en mercados consumidores de La
Habana. Los errores corresponden a la dirección del país. No a los
fenómenos climáticos.

Y uno se pregunta ¿quién pagará por esto?

LA DANZA DE LAS CALABAZAS - Misceláneas de Cuba (28 July 2009)
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=21958

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