martes 19 de mayo de 2009 12:17 GYT
Por Jeff Franks
LA HABANA (Reuters) - Aunque Estados Unidos y Cuba ofrecieron el mes
pasado un destello de esperanza de que podían estar cerca de terminar
con años de hostilidades, desde entonces ninguno de los dos ha hecho
demasiado por ampliar esa ventana de oportunidad.
El presidente Barack Obama prometió en abril un "nuevo comienzo" con
Cuba tras suavizar ligeramente el embargo comercial estadounidense de 47
años contra la isla de Gobierno comunista que refleja décadas de
enemistad de la Guerra Fría.
Pero Obama dejó rápidamente claro que nuevos pasos hacia una
normalización dependían de que Cuba libere presos políticos y de señales
de avance en materia de derechos humanos.
El presidente cubano, Raúl Castro, por su parte, hizo lo que algunos
consideraron una inédita oferta pública de dialogar con Washington sobre
todos los temas, incluyendo derechos humanos. La Habana aclaró
reiteradamente, sin embargo, que no tenía intención de hacer concesiones
para satisfacerlos.
Pese a noticias del Departamento de Estado respecto a nuevas
conversaciones con la Sección de Intereses de Cuba en Washington, muchos
observadores temen que la buena sintonía de abril pudiera estar
desvaneciéndose a medida que ambos lados regresan a sus viejas posiciones.
"No hay ningún proceso, nada está teniendo lugar. La historia ahora son
las expectativas desinfladas", dijo Robert Muse, abogado de Washington
especializado en asuntos cubanos.
Obama ha dicho que quiere "relanzar" las relaciones entre Estados Unidos
y Cuba.
El 13 de abril eliminó las restricciones de la era del ex presidente
George W. Bush sobre el derecho de los cubano estadounidenses a viajar y
enviar dinero a su patria.
También levantó prohibiciones para que empresas estadounidenses de
telecomunicaciones puedan operar en la isla, situada a unos 145
kilómetros de Florida.
Aunque Obama se ha apartado de la línea agresiva de Bush, que instó
abiertamente a derrocar al Gobierno cubano, la insistencia en que nuevos
pasos dependerían de concesiones decepcionó a grupos que apoyan la
normalización de relaciones.
Críticos dicen que esa condicionalidad fue intentada sin éxito por casi
todos los 10 presidentes que precedieron a Obama desde la revolución que
llevó a Fidel Castro al poder en 1959.
"No veo que la administración Obama haya hecho realmente nada por
cambiar la política, la atmósfera", opinó Wayne Smith, ex jefe de la
Sección de Intereses estadounidense en La Habana y analista del Center
for International Policy en Washington.
PROYECTOS EN EL CONGRESO
"Debemos dejar claro que nuestra política ya no es la que fue bajo Bush:
derrocar al Gobierno cubano. Nuestra política es tener un diálogo y
comenzar a resolver los problemas y desacuerdos", dijo el analista en un
reciente viaje a Cuba.
Aunque grupos antiembargo han expresado su frustración con Obama,
generalmente asumen que su posición no es inamovible y es seguramente el
resultado del regateo político, o quizá de su inexperiencia, más que un
reflejo de sus convicciones.
Algunos dicen incluso que podría estar intentando facilitar la
aprobación de proyectos de ley en el Congreso para levantar la
prohibición de viajes a Cuba de todos los estadounidenses.
"Sospecho que obedece a los proyectos en el Congreso que quiere que se
aprueben y está recibiendo señales de que si va demasiado lejos, ellos
(sus oponentes) intentarán bloquear las medidas", dijo Smith.
Cuba, que se considera víctima en las relaciones entre ambos países, ha
hecho poco por alentar a Obama.
Fidel Castro, de 82 años, dijo que las palabras de su hermano Raúl
fueron malinterpretadas por el Gobierno de Obama.
Desde entonces, los líderes cubanos han mantenido un tono
consistentemente negativo, describiendo los pasos de Obama como mínimos
y manteniendo su dura retórica contra Estados Unidos sin ofrecer nada
concreto para comenzar las negociaciones.
"Nosotros no tenemos absolutamente nada que hacer, excepto que tomar
nota y reconocer los pasos rectificadores cuando se den", dijo la pasada
semana a CNN el presidente de Parlamento cubano, Ricardo Alarcón.
Raúl Castro expresó en una entrevista transmitida en enero por la
televisión estatal cubana que: "No estamos apurados, no estamos
desesperados". Sobre los presos políticos y los derechos humanos,
asuntos que Estados Unidos considera cruciales, Cuba ha dicho que son
asuntos soberanos.
La Unión Europea (UE), que reanudó las conversaciones tras años de
deterioradas relaciones, tuvo la semana pasada una muestra de lo que
podría venir para Estados Unidos durante una reunión con el canciller
cubano, Bruno Rodríguez.
El diplomático describió la preocupación de la UE sobre los derechos
humanos en Cuba como "obsoletas" y "un obstáculo para el proceso de
normalización" de las relaciones.
Los cubanos aseguraron que no hay presos políticos en la isla, dijo el
canciller checo, Jan Kohout. Grupos de derechos humanos calculan que
Cuba tiene unos 200 presos políticos. Raúl Castro ofreció canjear
algunos por cinco agentes de inteligencia presos desde hace una década
en Estados Unidos.
Partidarios de una nueva política de Washington hacia La Habana dicen
que esperan que Obama avance sin buscar concesiones de Cuba porque la
espera de un compromiso puede ser larga, especialmente en momentos en
que hay un enorme apoyo mundial para terminar con el embargo estadounidense.
(Editado en español por Esteban Israel y Silene Ramírez)
Sin novedades tras cruce de señales entre EEUU y Cuba | Titulares |
Reuters (19 May 2009)
http://lta.reuters.com/article/topNews/idLTASIE54I17J20090519?sp=true
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