Aleaga Pesant
LA HABANA, Cuba, mayo (www.cubanet.org)- Luego de visitar La Habana la
Presidenta Bachelet, Fidel Castro habló de romper la mediterraneidad de
Bolivia, a costa de Chile. Los chilenos calificaron sus palabras de
injerencia en un problema bilateral, exclusivo de los dos países
suramericanos.
El gobierno chileno considera que las opiniones de Estado sobre la
Guerra del Pacifico (1879), solo les corresponde a los países
involucrados en ella, Perú, Chile y Bolivia. Cualquier interesado en
ayudar a su solución, debe abstenerse de comentar el asunto.
El ascenso en Bolivia de un gobierno populista, devolvió el tema a la
palestra pública. Partieron de la experiencia cubana de crear conflictos
externos e internacionalizarlos. Los chilenos se oponen, lo califican
como un problema bilateral.
El diseño más importante y exitoso de la política exterior del gobierno
cubano, es sobredimensionar el embargo norteamericano. Al extenderlo e
internacionalizarlo, evade su responsabilidad por las acciones durante
50 años contra el vecino el norte, el hemisferio y la humanidad. Para
eso utiliza arbitrariamente el término bloqueo, para definir la no venta
de insumos norteamericanos o de comprar los productos cubanos por los
yanquis.
Pero no siempre fue así. En su notable amnesia, el régimen de los Castro
no recuerda al primer miembro de la dinastía pregonando en la principal
plaza del Estado, que la isla viviría con esa medida cien años. Sin
embargo, su discurso varió con la caída del imperio soviético en 1991.
Ante el nuevo escenario, fin del subsidio soviético y el "periodo
especial en tiempo de paz", se diseño la estrategia de internacionalizar
el diferendo. Un pequeño y pobre país, amenazado por la superpotencia.
Mientras, bloquean cualquier negociación que amenace con levantar el
embargo.
Desde siempre, cada vez que un gobierno norteamericano (Johnson, Ford,
Carter, Clinton) intentó negociar un acercamiento que levantara el
embargo, la dictadura envió tropas y logística al exterior, creó crisis
migratorias, derribó aviones civiles en vuelo. La lógica es "contra el
embargo y por el embargo."
En los últimos años, aunque el embargo se desmantela gradualmente a
través del intercambio de intelectuales, artistas y académicos, compras
de medicinas y alimentos en los Estados Unidos, libertad de viajar y
enviar remesas de los cubanos residentes en el país vecino. El gobierno
cubano se mantiene en su estrategia de internacionalizarlo, en vez de
solucionarlo.
Esa arquitectura tiene adeptos. Los foros internacionales donde
participa el gobierno cubano aprueban una moción de censura, los
mandatarios y personalidades que visitan la isla deben hacer una
declaración a favor de la dictadura y contra el embargo. De las
violaciones del derecho internacional o de derechos humanos en la isla,
ni una palabra. De sentarse a conversar sobre el diferendo con la
primera democracia mundial, menos.
La internacionalización del embargo es un éxito tan importante, que si
un día es levantado unilateralmente, el titular del principal diario
comunista será: ¡Nueva agresión imperialista, Estados Unidos levanta el
embargo!
Cuba: Problema bilateral (21 May 2009)
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