jueves, 20 de abril de 2017

La Relatora especial de la ONU no coordina con la OIT y yerra en sus apreciaciones

La Relatora especial de la ONU no coordina con la OIT y yerra en sus
apreciaciones
La Fundación de Derechos Humanos para Cuba alertó sobre lo que significa
visitar una sociedad cerrada
Marlene Azor Hernández, Ciudad de México | 20/04/2017 9:58 am

La reciente visita a Cuba de la Relatora especial de Derechos Humanos de
la ONU para el tema de la "Trata de personas" concluyó el viernes
pasado, y ofreció algunas valoraciones en una Conferencia de prensa en
Cuba. La falta de conocimiento sobre la violación de los Derechos
Humanos laborales en la Isla, algo que monitorea también la ONU con su
organización la OIT, exige una mayor coordinación entre todos los
Relatores de Derechos Humanos en la ONU.
La Sra María Grazia Gianmarinaro señaló algunas preocupaciones sobre la
situación actual en Cuba sobre este tema: La edad de 16 años y no de 18
años para declarar adultos a los adolescentes, las recomendaciones que
hará sobre la legislación cubana para proteger a los ciudadanos del
flagelo de la trata de personas, la violencia infantil en el seno
familiar, la reclusión en centros de internamiento a las personas que
ejercen la prostitución, aunque señaló a su vez "las buenas prácticas"
sobre el tema en Cuba entre las que señaló que la prostitución no es
considerada un delito en Cuba.
Creo que en este tratamiento de la prostitución ya encontramos la
primera contradicción. Si la prostitución no es un delito, ¿por qué
existen centros de internamiento para las personas que la ejercen? La
propia Relatora añadió que esas prácticas no pueden ser castigadas. La
atención a las víctimas de la prostitución no pueden ser centros de
reclusión. Esta modalidad de internamiento es moneda de cambio de la
policía para extorsionar con favores sexuales y dinero a los que se
dedican a la prostitución.
Llama la atención la definición de trata de personas que la propia
Relatora señaló: la trata implica que la persona es explotada laboral o
sexualmente, mediante el uso de coerción[1]. Sin embargo, desestimó la
acusación de los opositores sobre la "trata de batas blancas" en
relación a las misiones médicas contratadas por el Gobierno en el exterior.
Declaró:
"Se me ha garantizado que solo participan (por ejemplo, los galenos) de
manera voluntaria y pueden regresar cuando quieran". "Estas misiones
(médicas) tienen buena reputación y trabajan en zonas remotas".[2]
Aunque la Relatora especial especificó que se dedicaba sobre todo a las
mujeres y los niños sobre el tema de la trata, evidencia un
desconocimiento de la violación de los Derechos laborales en Cuba. Los
galenos no son los únicos que son explotados en Cuba y tampoco los
únicos que bajo coerción se les confiscan los salarios, carecen de
libertad sindical, de libertad de empleo, de libertad de huelga y de
libertad de negociación laboral con sindicatos independientes, violando
las Convenciones de la OIT número, 95, 87, 98 y 158. Por eso, los
contratos laborales son simulacros que esconden las condiciones de
coerción y vigilancia a la que son sometidos los trabajadores cubanos.
Una forma moderna de esclavitud que no escapa a la Organización
Internacional del Trabajo.
La política de confiscación de salario está penalizada en la Convención
de la OIT número 95, ratificada por Cuba el 29 de septiembre de 1959 por
lo tanto el Gobierno cubano es Estado parte. En esta Convención se señala:
"El art. 6 prohíbe categóricamente a los empleadores limitar en forma
alguna la libertad del trabajador de disponer de su salario y, por otra
parte, el art. 9 dice textualmente: "Se deberá prohibir cualquier
descuento de los salarios que se efectúe para garantizar un pago directo
o indirecto por un trabajador al empleador, a su representante o a un
intermediario cualquiera (tales como los agentes encargados de contratar
la mano de obra) con objeto de conservar un empleo."[3]
Si el trabajo en Cuba no es libre, los trabajadores no escogen su
trabajo, sino que son aceptados por la figura de "idoneidad demostrada"
en el nuevo Código de Trabajo que permite la expulsión del trabajador
según la veleidad de sus empleadores y la no aceptación de su
candidatura según criterios políticos, entonces estamos en un escenario
de explotación con coerción.
Si los profesionales cubanos están cautivos en las empresas estatales,
sin posibilidad de ejercer sus profesiones en el área privada y
cooperativa por ley, y sometidos a salarios paupérrimos, estamos frente
a condiciones de coerción.
Si los galenos cubanos en "misiones" se les descuenta el 80 % de su
salario por el estado, pero aun así el salario es superior al bajo
salario que reciben en la Isla, estamos en condiciones de explotación
con coerción. Si los Médicos y trabajadores de la salud, son vigilados
en los países donde trabajan, muchas veces retenidos sus pasaportes para
que no deserten y sometidos a comida y alojamiento miserables, estamos
frente a condiciones de explotación y coerción.
Si los que salen en "misión" tienen prohibido formar parejas con los
nacionales de los países donde trabajan, estamos frente a condiciones de
coerción. Si los que huyen de estas condiciones de semiesclavitud,
tienen ocho años de castigo para volver a entrar a su país, estamos
frente a condiciones de coerción.
Si los empleos en el área de las inversiones extranjeras están sometidos
a un intermediario estatal que confisca el 80 y 90% de los salarios
estamos frente a condiciones de explotación y coerción.
Si en Cuba no existe la posibilidad de formar un sindicato independiente
y los que lo intentan son reprimidos, si la huelga está reprimida y
prohibida de facto, si los contratos laborales son manipulados por el
sindicato y el partido en el poder, en fin, si estamos en presencia de
un estado totalitario que viola todos los derechos ya que ninguno puede
reivindicarse ni es justiciable, entonces nos sorprendemos de las
conclusiones de la Relatora Especial de Derechos Humanos en su reciente
visita a Cuba.
Según su propia definición, en Cuba se ejerce la trata de personas
también en la explotación laboral con coerción.

[1] "Relatora de la ONU, preocupada por el marco jurídico cubano para
enfrentar la trata de personas" en Diario de Cuba.com, 14 de abril 2017.
Lamentablemente la agencia EFE sólo publicó una pequeña nota sobre la
proposición de la Relatora que espera esta visita sea el inicio de una
ampliación del diálogo con todos los Relatores de Derechos Humanos de la
ONU y los grupos de trabajo de la misma institución.
[2] Ídem.
[3] Ver el excelente y completo análisis de Jesús R. Mercader Uguina |
Catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social |
Universidad Carlos III de Madrid, en su artículo "Las últimas reformas
laborales en Cuba 2009-2014" en
http://www.cubastudygroup.org/index.cfm/files/serve?File_id=bc0dd8f6-2a4f-40c1-b9c7-d1c75be87543

Source: La Relatora especial de la ONU no coordina con la OIT y yerra en
sus apreciaciones - Artículos - Opinión - Cuba Encuentro -
http://www.cubaencuentro.com/opinion/articulos/la-relatora-especial-de-la-onu-no-coordina-con-la-oit-y-yerra-en-sus-apreciaciones-329166

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