sábado, 18 de marzo de 2017

Los prisioneros políticos están rondando el centenar

'Los prisioneros políticos están rondando el centenar'
Entrevista a Gerardo Sánchez, vicepresidente de la CCDHRN
Sábado, marzo 18, 2017 | María Matienzo Puerto

LA HABANA, Cuba.- La Comisión Cubana de Derechos Humanos y
Reconciliación Nacional (CCDHRN) no publica aún la lista parcial de
condenados o procesados por motivos políticos, pero se estima que ronde
la centena de encarcelados.

Gerardo Sánchez, vicepresidente de la Comisión, espera sacar una lista
similar, con el mismo nivel de prolijidad, que la del año pasado que
incluía a los 77 condenados internados en prisiones, un caso de prisión
domiciliaria y los 11 que estaban, hasta el momento de la publicación,
bajo licencia extrapenal.

En conversación con CubaNet, Sánchez cuenta sobre el trabajo que están
haciendo mensualmente con las detenciones arbitrarias, brinda algunas
recomendaciones para hacer más efectiva la denuncia y comparte sus
preocupaciones por lo que cataloga como una trivialización de la represión.

"El trabajo de llevar la lista de las detenciones arbitrarias mensuales
ha sido muy tenso. Es una manera de seguir, en la medida de lo posible,
cómo se comportan los actos de represión. Lo que se hace casi imposible
en esta sociedad tan cerrada tanto de la parte de las autoridades como
por parte de los afectados, que a veces están aterrados", apunta el
activista.

A lo que agrega: "Estamos seguros que a finales de año, diciembre sobre
todo, hubo un buen número de detenciones que simplemente no se
informaron y eso nos dificulta el trabajo. En Holguín, por ejemplo, con
motivos de las exequias del que era presidente, al menos diez personas
han estado sometidas a procesos judiciales y de ellas hay cuatro con las
que es imposible hablar con la familia, porque a pesar de que las
personas han sido sancionadas por los tribunales, la policía política
los ha intimidado".

Ante la pregunta de cómo estima que estén para este año los números de
encarcelados, responde: "Los prisioneros por motivos políticos están
rondando el centenar. Cifra que es mucho más baja que años atrás porque
con este sistema de detenciones arbitrarias por cortos plazos de tiempo,
ellos logran aplastar la sociedad civil", y analiza: "Lo otro es que
cambian los métodos. Ellos están utilizando unas multas totalmente
desproporcionadas para encubrir actos de represión política".

"Es muy difícil porque algunas de las instituciones disidentes les dicen
a sus miembros que no las paguen, pero la fotocopia de las multas
arbitrarias puede ser una prueba aunque diga que es una actividad
económica no autorizada, como le pasó a alguien que le impusieron una de
1 500 pesos por pegar pegatinas", cuenta Sánchez, continuando con que
"la denuncia es importante porque hay leyes y términos que ellos tienen
que cumplir lo mismo en la Fiscalía Militar que en la Fiscalía Civil y
cuando usted denuncia y va en el plazo que establece la ley —que es
claro, 60 días—, cuando usted vaya y diga, 'bueno, y mi respuesta qué',
ya ha generado dos noticias".

Gerardo Sánchez recomienda pedir nombres porque es un derecho de todos
recibir una información completa y porque él cree que en esos lugares
también hay personas que piensan igual que "esto debe cambiar", pero que
tienen mucho miedo y esa puede ser una manera de obligarlos a
participar, para que aprendan a "administrar el miedo", dice, citando al
poeta Raúl Rivero.

Por lo general, el procedimiento para ser incluido en el listado de
denuncias es a través de las organizaciones, o a través de los
observadores y colaboradores de la Comisión, y como a veces hay casos
que no son denunciados por nadie, la observación es parcial "porque la
realidad es mucho más fea", dice el vicepresidente de la organización y
comparte su preocupación ante "cierta tendencia a trivializar las
denuncias de violaciones de derechos humanos".

"Estas detenciones arbitrarias, conforme a las leyes cubanas, no a las
leyes internacionales, no tienen un seguimiento por parte de las
organizaciones disidentes. Hay que acudir a las instancias nacionales
que existen, que se suponen que deben velar por la legalidad que está
instituida en el país. Yo coincido en la tendencia pesimista de qué
pueden hacer las autoridades; pero si usted denuncia, tiene la
documentación donde consta esa denuncia, y esas instituciones
internacionales sabrán que además de la legislación que divulga el
Gobierno cubano por el mundo, hay una realidad y es que violan de manera
flagrante sus propias leyes. Y que la Fiscalía, el Ministerio del
Interior y los tribunales son una máquina macabra, porque ni los jueces
ni los abogados tienen independencia y el aparato represivo funciona sin
cortapisas", expresa, resumiendo lo que ha visto desde su organización
en muchas ocasiones.

"Hace unas semanas alguien de Amnistía Internacional dijo: 'Es que no
tenemos tiempo para comprobar las alegaciones de violaciones de derechos
humanos en Cuba a la hora de adoptar prisioneros de conciencia'".

Sánchez profundiza en el tema: "Claro, que si usted lo compara con la
situación en Siria, en Turquía, o en Palestina, que detengan a alguien
cuatro horas para que no vaya a la iglesia o dos horas para que no
participe en una reunión de su organización, parece un juego de
muchachos. Pero nosotros somos una masa inerme en manos de un gobierno
que no pone límites a la represión para garantizar su permanencia en el
poder y las personas en Cuba a veces temen hasta pensar. Ha sido un gran
trabajo del régimen y creo que ha sido exitoso, eso de meternos el
policía dentro".

Gerardo Sánchez está convencido de que una buena estrategia puede ser
"ahogar en papeles a la administración, porque la arbitrariedad no la
ponemos nosotros sino las autoridades cuando lo toman a usted, lo montan
en un vehículo policial y lo llevan a casa del diablo".

"Eso se llama desaparición forzosa aunque, en general, y afortunadamente
hasta ahora, no se puede decir que culminan en homicidios", agrega.

Y termina haciendo un poco de historia: "Los que mataban en las
dictaduras anteriores no eran coreanos ni chinos, eran cubanos; es
decir, que el ser cubano puede ser convertido en una máquina de matar si
se dan las condiciones. Este gobierno ha sido hábil, hay que
reconocerlo, ha tratado de no repetir los errores de las otras
dictaduras pero los hechos son tozudos y esa cosa de no permitir el
libre juego de las ideas, el respeto a los derechos humanos elementales,
ya deja mucho que desear".

Recuerda el caso del poblado de Máximo Gómez en la provincia de
Matanzas, en el que un oficial de la Seguridad del Estado baleó a un
hombre por la espalda y lo mató. "Nadie puede decirme que el día de
mañana ningún fanático de estos, tontos, se les vaya la mano y empiece a
matar. ¿Qué harán?", concluye Gerardo Sánchez.

Source: 'Los prisioneros políticos están rondando el centenar'
CubanetCubanet -
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