jueves, 23 de febrero de 2017

Cuando Almagro era bienvenido en Cuba

Cuando Almagro era bienvenido en Cuba
febrero 22, 2017
Rosa Tania Valdés

El actual secretario general de la OEA, Luis Almagro, realizó una visita
oficial a Cuba en noviembre del 2014 como canciller del entonces
presidente uruguayo, José Mujica. A poco más de dos años, las
autoridades comunistas deciden negarle la visa al diplomático.
El uruguayo Luis Almagro, -actual secretario general de la Organización
de Estados Americanos (OEA) al que Cuba negó la visa para recibir el
miércoles el premio Oswaldo Payá-, corrió otra suerte en el 2014, cuando
llegó a La Habana como canciller de Uruguay.

Medios oficiales informaron entonces de la visita del diplomático en
noviembre del 2014, que incluyó "un encuentro fraterno" con la
embajadora de Cuba en Uruguay, Mercedes Vicente Sotolongo y una reunión
con el canciller cubano Bruno Rodríguez.

Como suelen informar en notas oficiales, las autoridades de la isla
dijeron que en los encuentros "se analizó el excelente estado de las
relaciones bilaterales" y ambas partes "abogaron por fortalecer la
cooperación mutua en temas económicos y sanitarios".

Almagro, en su rol de entonces como canciller uruguayo, "resaltó el rol
desempeñado por Cuba" en los esfuerzos internacionales para combatir un
brote del virus del Ébola en varios países de África Occidental.

Aludía a la presencia de más de 250 cooperantes sanitarios de la isla en
países africanos afectados por la enfermedad que mató a miles de personas.

En esa ocasión, el diplomático agradeció el apoyo de Cuba a su país en
varios sectores, especialmente en el área de salud pública, lo cual,
dijo, llena "un vacío" que la sociedad uruguaya no ha podido resolver.

Siendo Almagro canciller del exguerrillero y entonces presidente
uruguayo José Mujica, el gobierno de este país admitió que había
intervenido a petición de Barack Obama ante Raúl Castro para que
liberara al contratista estadounidense Alan Gross.

Luego cuando fue nombrado Secretario General de la OEA y criticó con
firmeza la crisis política en Venezuela, Cuba le llamó "histérico, torpe
y nada ético".

"El señor Almagro trató ahora de aplicar la Carta Democrática
Inter­ame­ri­cana, en particular su artículo 20, dirigido supuestamente
a lidiar contra las rupturas o alteraciones graves del or­den
constitucional, que no fue invocada cuando el golpe militar del 2002
contra el presidente Hugo Chávez Frías, ni para condenar los golpes de
Estado ni los intentos golpistas que en los últimos quince años han
estremecido la región, excepto en un único caso en el 2009 en el que
Estados Uni­dos y algunas fuerzas de derecha hi­cieron fuerte
resistencia. Para ello, sin mandato de los Estados Miembros,
atribuyéndose prerrogativas que no tiene, con ayuda de elementos de la
oposición golpista venezolana y de otros personajes reaccionarios de
dudosa reputación, escribió un calumnioso e injerencista informe que, en
violación de procedimientos, hizo público. Todo parecía servido para un
paseo triunfal, pero el Secretario General, los burócratas de la OEA y
sus truculentos mentores olvidaron que no vivimos en 1962, cuando con
vergonzosa complicidad se juzgó y condenó a Cuba so­cialista", aseguraba
un comunicado de la Cancillería cubana.

Pero otra fue la tarea de Almagro esta vez...

Como actual líder de la OEA, era esperado por la joven disidente Rosa
María Payá, hija del fallecido opositor cubano Oswaldo Payá, quien murió
en un accidente automovilístico en el 2012. Sus familiares aseguran que
el incidente fue provocado por la Seguridad del Estado.

Almagro había sido elegido para recibir el Premio Oswaldo Payá: Libertad
y Vida, que confiere por primera vez la Red Latinoamericana de Jóvenes
por la Democracia. Se entrega a las personas o instituciones con una
labor destacada en la "promoción efectiva y defensa de los derechos
humanos, la vida y la democracia".

En una carta divulgada el miércoles, Almagro explicó que desde el pasado
jueves el cónsul cubano en Washington informó a un funcionario de la OEA
la decisión de negarle la visa, al tiempo que mostró "asombro" por el
hecho de que desde su cargo se involucrara en "actividades anti-cubanas".

Martí Noticias había intentado sin éxito comunicarse con la OEA esta
semana. Un correo electrónico enviado a la oficina de prensa del
organismo el martes no fue respondido antes de la publicación de la
carta de Almagro.

El motivo para la petición de la visa fue catalogado por Cuba como "una
provocación inaceptable". A la vez, las autoridades cubanas en
Washington dijeron que no reconocen el premio que le sería entregado a
Almagro.

Como presidente de la OEA, Almagro ha mostrado su interés de "construir
una agenda de diálogo" para avanzar en el reingreso pleno de Cuba al
sistema interamericano". No obstante, en el 2015 había admitido que "no
es fácil".

Cuba fue separada de la OEA en 1962 por iniciativa de Estados Unidos y
de acuerdo a palabras de Raúl Castro "jamás volverá".

"En nuestra opinión, la OEA desde su fundación fue, es y será un
instrumento de dominación imperialista y que ninguna reforma podría
cambiar su naturaleza o historia. Por eso Cuba jamás regresará", declaró
el general durante la VII Cumbre de la Asociación de Estados del Caribe
(AEC) celebrada en junio de 2016.

Source: Cuando Almagro era bienvenido en Cuba -
http://www.martinoticias.com/a/cuba-oea-luis-almagro-/139798.html

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