miércoles, 18 de enero de 2017

Una olla ratonera

Una olla ratonera
17 enero, 2017 11:29 pm por Luis Cino Àlvarez

Arroyo Naranjo, La Habana, Luis Cino, (PD) El presidente Obama, a solo
unos días de terminar su mandato, ha vuelto a complacer otra petición
del régimen castrista: la eliminación de la política de pies secos y
pies mojados y del programa de parole para médicos cubanos en el exterior.

Así, ha cerrado el paso a los cientos de cubanos varados en Panamá,
Colombia, México y Ecuador, y ha privado de escapatoria a los millares
de cubanos desesperados por huir de la tiranía y que no pueden emigrar
de forma legal por no tener dinero ni familiares en los Estados Unidos
que los reclamen y que no clasifican para el programa de las 20 000
visas anuales para Cuba que concede el gobierno norteamericano.

La dictadura reclamaba con ahínco el cese de la política de pies secos y
pies mojados, vigente desde 1994, a la que culpa por las muertes en el
Estrecho de la Florida, los secuestros de aviones y embarcaciones y el
tráfico de personas. Pero no están del todo satisfecho los mandamases
verde olivo, siempre tan roñosos con los súbditos que se le escapan:
querían también que Obama en vez de dejarla tambaleándose, hubiese
derogado la Ley de Ajuste Cubano. Según su versión, dicha ley, que
califican de asesina, estimula la inmigración ilegal. Como si no fuera
su régimen de oprobio y miserias que no cesan, el culpable de la
estampida de los cubanos durante los últimos 58 años.

Es comprensible el regocijo de los mandamases por el fin del sistema de
parole para los médicos cubanos: ahora puede contar con que todos los
mal pagados galenos regresarán disciplinadamente al corral, cuando
terminen sus misiones en el exterior que tantos miles de dólares
reportan al estado cubano, para poder seguir alquilándolos y
esquilmándolos miserablemente.

Más difícil es entender los beneficios para el régimen del fin de la
política de pies secos, pies mojados. Tal vez Obama les ha hecho un
flaco favor. O un regalo envenenado. Hasta ahora el éxodo de cubanos le
ha servido al régimen de válvula de escape para librarse de los
descontentos y evitar un estallido social. Ahora los deportados, que
quemaron las naves antes de partir, se sumarán a los miles de
desesperados por emigrar que se verán encerrados con llave y candado y
custodiados, para que no escapen, por los guardacostas estadounidenses.
¿Qué pasará ahora en esta olla-ratonera con ese vapor acumulado, en
momentos en que empeora la situación económica y se prevé hostilidad por
parte de la nueva administración norteamericana?

Lo que podemos esperar, lo que ya se ve venir, es más represión. Y un
recrudecimiento de la retórica anti-yanqui y patriotera. Donald Trump le
servirá de pretexto al régimen para atrincherarse. Será el tipo idóneo
como contrincante. Con lo que esta dictadura zafia no sabe lidiar es con
el poder blando. Lástima que con Obama, tan complaciente, esa blandura,
que los mandamases no supieron aprovechar, haya sido excesiva.

luicino2012@gmail.com; Luis Cino

Source: Una olla ratonera | Primavera Digital -
https://primaveradigital.org/cubaprimaveradigital/una-olla-ratonera/

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