viernes, 6 de enero de 2017

La mujer que salvó a Fidel Castro del paredón

La mujer que salvó a Fidel Castro del paredón
Murió sin conocer Cuba
Viernes, enero 6, 2017 | CubaNet

MIAMI, Estados Unidos.- Cuando Margot Bush firmó la carta que salvó del
paredón a Fidel Castro, lo último que calculaba quizá era que cambiaría
el destino de Cuba para siempre. Hasta su publicación por el periódico
español El Mundo, pocos conocían que dentro una caja fuerte se guardaba
un documento con un peso enorme para la historia de la isla que vio
morir el pasado 25 de noviembre al nonagenario dictador.

Margot Bush, cuyo apellido de soltera era Valdés, consiguió que el
gobierno de México no deportase a Castro y sus guerrilleros, que
entrenaban en tierra azteca para fundar una guerrilla en Cuba y derrocar
a Fulgencio Batista. Estaban siendo ayudados por el coronel exiliado
español Alberto Bayo, quien los preparaba en la guerra de irregular.

El grupo de insurgentes cubanos, presos tras el fallido asalto al
cuartel Moncada en Santiago de Cuba, había emigrado a México luego de la
amnistía concedida por el propio Batista. Allí conocieron al Che Guevara
y comenzaron a entrenar con el objetivo de regresar a la isla para, tal
como sucedió después, conquistar el poder.

Sin embargo, sus planes se vieron casi fracasados cuando la policía
cubana, que había entrado en conocimiento de las operaciones
clandestinas de Castro, lo detuvo junto a sus compañeros. El movimiento
guerrillero veía cerca su fin incluso antes de comenzar.

Al frente de la operación de captura estaba el capitán Fernando
Gutiérrez Barrios. "El sedicioso Doctor Fidel Castro Ruz, exiliado
cubano que llegó a nuestro país por una amnistía, prepara una conjura
contra el Gobierno de Cuba", escribió el oficial en su informe.

En aquella época las relaciones diplomáticas entre Cuba y México eran
excelentes; y Gutiérrez, además, un profundo anticomunista y activo
represor de la izquierda mexicana, según El Mundo. Lo que no se explica
es que luego el propio capitán mexicano que escribió el informe
incriminatorio y dejó listos los documentos para deportar a los cubanos
se convirtiera en gran seguidor y amigo del propio Fidel Castro.

¿Qué fue lo que hizo cambiar de opinión a las autoridades mexicanas al
tanto del caso? Ahí es donde entra Margot Bush: la señora Guajardo
Doria, casada con un cubano simpatizante del movimiento que había
iniciado Castro, rogó a doña Bush que hiciera lo posible para influir en
la liberación de los aspirantes a guerrilleros. ¿Por qué Margot? Porque
su esposo, Edward Bush, presidente en aquel entonces de Aerolíneas
Mexicanas, era amigo del secretario de gobernación mexicano Ángel Carvajal.

La carta fue firmada y enviada por Margot. Dio resultado, y cinco días
después el propio Fidel y sus hombres se presentaron en casa de aquella
mujer que salvó al revolucionario cubano del mismo paredón que luego
este aplicó a tantos cubanos.

"Cuando el Movimiento 26 de Julio triunfe en Cuba, usted será invitada
como nuestro huésped de honor", dijo entonces un agradecido Castro, cuya
historia de vida está llena de intervenciones punto menos que milagrosas
para salvarlo de una muerte segura.

Pero Margot Bush nunca viajó a Cuba. No pudo por la nacionalidad
estadounidense de su esposo; aunque efectivamente llegase una invitación
a través de Víctor Trapote, que había sido responsable de la
Inteligencia soviética durante la Guerra Civil española y, a la postre,
fue un agente de la Inteligencia castrista también.

Cinco meses después del incidente en México, Fidel Castro partió en el
Granma hacia la Sierra Maestra. El resto, literalmente, es historia.

Source: La mujer que salvó a Fidel Castro del paredón | Cubanet -
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