sábado, 7 de enero de 2017

La amistad Trump-Putin y Putin-Raúl afectará las relaciones entre EE UU y Cuba

La amistad Trump-Putin y Putin-Raúl afectará las relaciones entre EE UU
y Cuba
PEDRO CAMPOS, La Habana | Enero 07, 2017

En un reciente artículo sobre el desfile del 2 de enero pasado en La
Habana, señalaba que uno de sus propósitos fue proyectar una imagen de
no beligerancia contra el nuevo presidente de EE UU, Donald Trump.

Sentido tenía que así fuera. Ha de esperarse a que la nueva
administración tome posesión, establezca su política hacia Cuba y
empiece a desarrollarla. Eso podría llevar unas pocas, varias o muchas
semanas. Pero en fin vale la prudencia.

Ahora acaba de aparecer en Internet un video, donde las tropas que
desfilaron en La Habana cantaban el siguiente estribillo:

"Obama con cuánto fervor quisiera enfrentarme a tu torpeza,

para hacerte una limpieza con rebeldes y morteros,

y vamos a hacerte un sombrero de plomos en la cabeza"

Increíble pero cierto: Una arenga a las tropas para combatir a Obama, el
Presidente saliente de EE UU, el que ya no va a estar en la Casa Blanca,
el que más hizo por levantar el bloqueo-embargo, el que restableció
relaciones diplomáticas con Cuba y visitó La Habana en un gesto amistoso
hacia el Gobierno y al pueblo cubanos, sin precedentes en casi un siglo.

¿Qué se gesta en verdad, detrás de ese, -no nuevo-, rechazo a Obama y no
beligerancia hacia Trump?

Una simpatía y una estrategia mutua de acercamiento entre Trump y Putin
se conoce desde antes de la llegada del neoyorquino a la presidencia. El
todavía presidente Obama, apoyándose en investigaciones de la CIA y
otros servicios de Inteligencia, asegura que con la intervención de la
inteligencia rusa se hicieron públicos correos electrónicos del Partido
Demócrata y de su candidata Hillary Clinton, que contribuyeron
decididamente al inesperado triunfo de Trump.

¿Hay o espera Raúl algún entendimiento con Trump, a través del común
amigo Putin? Y ¿desde cuándo?

Informaciones imprecisas indican que Trump había enviado a La Habana a
inversionistas de su grupo para estudiar la posibilidad de financiar y
construir un campo de golf en Cuba. El magnate es dueño de 16 campos de
golf de lujo en todo el mundo y el Gobierno cubano ha mostrado interés
en construir 10 de estos. Este último nunca se pronunció al respecto y
las denuncias que en ese sentido hicieron algunos republicanos
cubano-americanos, fueron finalmente acalladas ante el paso abrumador
del magnate en el partido.

Por demás, durante la campaña presidencial, las declaraciones de Trump
sobre la política hacia Cuba, fueron contradictorias.

Algunos observadores de la política de EE UU, sugieren que quien vive y
muere por invertir y ver abundante circulación no va a desaprovechar las
oportunidades que ofrece La Habana para el desarrollo de megaproyectos
al estilo trumpista.

También indican que, de alguna manera, el inevitable acercamiento EE
UU-Rusia, dadas las relaciones Trump-Putin, deberá jugar a favor de las
relaciones Washington-La Habana.

Por eso estiman que Cuba será una ficha en el tablero internacional al
frente del cual se sentarán ambos mandatarios en la primera salida de EE
UU que hará Trump como nuevo presidente, prevista para Moscú.

El interés demostrado por Raúl Castro en no adversar a Trump, estiman
analistas, pudiera ser parte de una estrategia concertada con Putin,
presumiblemente destinada a garantizar a Cuba un papel de pieza ofensiva
y no de sacrificio en ese ajedrez. EE UU necesita seguridad en su flanco
sur, donde Cuba tiene una posición estratégica. Rusia también necesita
seguridad en su flanco sur, concretamente, Ucrania. No se trataría de
sacrificar o cambiar piezas, sino de buscar seguridad mutua.

En ese marco, sería conveniente para ambas partes evitar la
confrontación EE UU-Cuba y, si no ampliar, al menos no afectar el camino
avanzado por el anterior Gobierno demócrata, pero buscando la manera de
aumentar los negocios entre ambos países, algo que La Habana necesita
como el aire, y Trump como el pez al agua.

Los legisladores cubanoamericanos, que siempre han estado detrás del
embargo, no apoyaron la campaña de Trump, por lo que éste no tiene
compromisos específicos al respecto. Pero si pretende mantener o mejorar
las relaciones con Cuba y evitar enajenarse el apoyo cubano en el
legislativo, tendría por lo menos que solicitar a Putin que logre con su
influencia en La Habana que mejore su imagen en materia de derechos humanos.

Éste puede ser el elemento más complicado en la eventual negociación,
dada la obstinación de los Castro al respecto, y su importancia para
poder avanzar en el levantamiento del embargo-bloqueo, imprescindible
para un aumento sustancial del intercambio económico.

Todo este entramado, con variantes, intereses inversionistas y de
seguridad estratégica, estará jugando en ese ajedrez que Trump y Putin
enfrentarán pronto. Habrá que estar atento a su desarrollo. La señal más
clara de que La Habana sabe, o espera algo en esta dirección, es
precisamente esa discreción con que se ha tratado al nuevo presidente
republicano.

Esperar para ver.

Source: La amistad Trump-Putin y Putin-Raúl afectará las relaciones
entre EE UU y Cuba -
http://www.14ymedio.com/opinion/Amistad-Putin-trump-Obama-Castro-Cuba-relaciones-afectara-Deshielo_0_2141185862.html

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