lunes, 9 de enero de 2017

En Guantánamo, los balseros del faro se sienten presionados para volver a Cuba

En Guantánamo, los balseros del faro se sienten presionados para volver
a Cuba
MARIO J. PENTÓN, Miami | Enero 09, 2017

Atravesaron el Estrecho de Florida hace seis meses y en un acto
desesperado se refugiaron en el faro American Shoal para evitar ser
deportados a Cuba. Una botella lanzada al mar y milagrosamente hallada
permitió que se conociera su denuncia sobre las condiciones en que se
encontraban en el escampavías de la Guardia Costera. Tras demostrar "un
temor fundado" a ser repatriados, los llevaron a la Base Naval de
Guantánamo. Hoy, parte del grupo de los "balseros del Faro" se sienten
presionados por las autoridades para que regresen a la Isla y agobiados
por la falta de trabajo.

"Queremos trabajar, somos refugiados, no prisioneros", explica uno de
los 17 balseros que se mantienen en la base a la espera de que un tercer
país decida recibirlos como refugiados, pues al ser considerados pies
mojados no pudieron acogerse a la ley que concede refugio automático a
los cubanos que pisan suelo estadounidense.

"Agradecemos mucho toda la ayuda que nos han brindado, pero no
entendemos por qué no se nos permite hablar con los abogados ni
trabajar", explica.

Aunque inicialmente eran 20 los emigrantes que se trasladaron a
Guantánamo, tres de ellos fueron devueltos a la Isla, dos por voluntad
propia y un tercero al descubrirse que en algún momento fue parte del
Ministerio del Interior, principal órgano represivo del Gobierno cubano.

"Tenemos prohibido hablar con la prensa sobre nuestra situación",
explica el balsero y pide mantenerse en el anonimato por temor a sufrir
represalias por las autoridades de la base.

Del grupo de 17 hombres que se quedan allí, 10 se encuentran sin empleo,
según el testimonio de un segundo balsero que tampoco quiso dar su nombre.

"Podemos llamar a nuestra familia una vez por semana, pero nadie nos
dice cuánto tiempo más tendremos que estar aquí. Algunos de los nuestros
trabajan en empleos manuales y les pagan 4,97 dólares la hora", explica.

Según el migrante, "el número dos de la base", Denis Mojica, les ha
dicho en dos ocasiones que el que no acepte las condiciones que ellos
les proponen "tienen la puerta abierta para regresar a Cuba", una frase
en la que sospechan que se esconden presiones para que regresen a la Isla.

"Aquí han venido personas a entrevistarnos pero nadie nos explica cuál
es nuestra situación legal y, cuando pedimos trabajar, nos dicen que no
hay trabajo. Es muy difícil estar de brazos cruzados todo el día. Lo
único que pedimos es que nos dejen ganarnos el sustento", explica.

Según explicó a 14ymedio un portavoz del Departamento de Estado de EE
UU, "todos los migrantes protegidos que residen en la Base Naval de
Guantánamo (NSGB) están allí voluntariamente. Son libres de regresar a
sus países de origen en cualquier momento, pero Estados Unidos no los
presionan para que lo hagan".

El vocero dijo además que los migrantes son visitados regularmente por
funcionarios que se preocupan de su situación y la más reciente visita
de inspección fue realizada en diciembre pasado.

No obstante, aclararon que las capacidades de empleo en la base son
"reducidas".

Al margen de la falta de trabajo, los refugiados enfatizan "la excelente
atención" recibida por parte del personal estadounidense.

"Nos sacan a pasear y en el aspecto sanitario no tenemos ninguna queja.
Tenemos cobertura de salud y se nos da una ayuda económica de 107
dólares los domingos para comprar nuestros alimentos. Además tenemos 30
minutos de teléfono para conversar con la familia", agrega.

"La primera demanda para que se considerara el faro como territorio
norteamericano y a los balseros como pies secos la perdimos. En estos
momentos nos encontramos en proceso de apelación", explica Ramón Saúl
Sánchez, líder del Movimiento Democracia que interpuso un recurso legal
de amparo para los balseros y batalló en la corte por un veredicto
judicial que permitiera la estadía de los balseros.

Según el activista, el grupo de abogados que realiza la defensa del caso
pro bono no pierde la esperanza de que el juez declare la estructura en
la que se refugiaron los balseros, construida hace 136 años y a siete
millas de los cayos, parte del territorio norteamericano.

Si esto ocurriese, los cubanos podrían permanecer en territorio
estadounidense. En caso contrario el Departamento de Estado, debe
encontrarles un tercer país que los acoja, un proceso que en ocasiones
puede ser extremadamente largo y complejo.

Source: En Guantánamo, los balseros del faro se sienten presionados para
volver a Cuba -
http://www.14ymedio.com/nacional/Guantanamo-balseros-sienten-presionados-Cuba_0_2142385746.html

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