domingo, 7 de febrero de 2016

Un 'cubano' en la Casa Blanca?

¿Un 'cubano' en la Casa Blanca?
CARLOS ALBERTO MONTANER | Miami | 7 Feb 2016 - 9:14 am.

Donald Trump, víctima de un acceso de furia, había decidido no acudir a
un debate entre republicanos de la cadena Fox. Ante esa circunstancia, a
Chris Matthews, notable periodista de la televisión norteamericana, se
le escapó frente a la cámara un comentario racista: "¿Quién quiere ver
una discusión entre dos cubanos?". Luego presentó excusas y pidió que lo
perdonaran.

Se refería a los senadores Marco Rubio, de Florida, y Ted Cruz, de
Texas, dos de los candidatos favoritos, hijos de cubanos. Los padres de
Rubio son unos laboriosos inmigrantes de origen humilde, mientras los de
Cruz lo forman un matrimonio mixto. Él es un ingeniero cubano convertido
en pastor evangélico y ella una estadounidense nacida en Delaware. Cruz
ni siquiera habla español.

En efecto, como entonces se dijo mil veces, si hubieran sido dos judíos,
dos afroamericanos o dos viejos anglos blancos, Matthews no se hubiese
atrevido a decir una cosa así. Tampoco si se hubiera tratado de dos
mujeres, dos homosexuales, o dos religiosos. El freno de la "corrección
política" habría funcionado de manera automática e instantánea.

En todo caso, el periodista norteamericano mentía. Ni Rubio ni Cruz son
cubanos. Son absolutamente norteamericanos. Llevan en su memoria social
el equipamiento necesario para asumir de manera auténtica la identidad
que el país les otorga a sus habitantes naturales: el conocimiento
absoluto de la lengua, el relato histórico, los mitos y leyendas, los
cantos infantiles, la literatura y la cultura popular. Todo.

Solo que tienen algo más. Como buenos nativos del país, asumen "el
discurso" de Estados Unidos desde cierta perspectiva e influencias
extranjeras. Eso sucede siempre. ¿Cuánto de Irlanda había en la
personalidad norteamericana de John F. Kennedy? Los abuelos de Trump
nacieron en Alemania (el apellido originalmente era Drumpf) y, aunque no
tendría sentido presentar al candidato como un germanoamericano, ¿por
qué creer que ningún elemento de su naturaleza y comportamiento procede
de ese origen por vía del aprendizaje?

A mi juicio, el matiz cubano de los antecedentes familiares de Rubio y
Cruz, al margen de la otra gran lengua y cultura del Nuevo Mundo, lo que
nunca está de más, les agrega un elemento valioso desde el punto de
vista moral y los hace portadores de personalidades complejas, como le
sucede a cualquier persona que crece en un ámbito sacudido por una
experiencia estremecedora.

Han escuchado en sus casas las trágicas historias de una sociedad
devastada por el totalitarismo y el mal gobierno —sus familias han sido
víctimas de este modo monstruoso de estabular a la sociedad—, y
seguramente le conceden un valor especial a la libertad individual y al
rule of law. Aprendieron que donde no se respetan las leyes y las
instituciones todos están abocados a la catástrofe en algún momento de
la vida.

Supongo que a Bernie Sanders, muy familiarizado con el Holocausto por su
condición de judío, le sucede algo similar. Su padre perdió a unos
cuantos familiares polacos durante la barbarie nazi. Los asesinaron. Esa
oculta cicatriz en el corazón de Sanders seguramente no le sobra si le
tocara gobernar.

Él sabe, en carne propia, o en la de sus parientes lejanos, el peligro
de la gente dogmática dispuesta a imponer sus prejuicios a sangre y
fuego. Ese triste bagaje, como el que se transmite en los hogares de
origen cubano, es útil a la hora de ejercer el poder, especialmente hoy
que en el Medio Oriente se alarga la sombra criminal del Estado Islámico.

Es curioso que el presidente Obama esté a la búsqueda de su legado. Lo
tiene desde el momento mismo en que resultó elegido. No ha sido el mejor
presidente, y no hay duda de que ha cometido numerosos errores en la
conducción de la política exterior, pero, junto a un desempleo por
debajo del 5%, le deja al país el hecho importantísimo de haber roto con
la tradición de enviar siempre a la Casa Blanca a varones blancos de
origen más o menos "anglosajón". Él fue el primero.

Su elección encajó en la realidad norteamericana actual, mucho más
variada y mestiza, en la que no ya no caben los viejos estereotipos. De
ahí que en las elecciones generales del próximo noviembre, si la
candidatura de Donald Trump es derrotada en el proceso de primarias del
Partido Republicano —algo que muchas personas inteligentes desean
ardientemente por el bien del país—, y si se mantiene la tendencia
observada en las primarias de Iowa, es probable que se enfrenten un
norteamericano de padres cubanos y una mujer o un judío.

¡Viva esa democrática variedad!

Source: ¿Un 'cubano' en la Casa Blanca? | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/internacional/1454807055_20040.html

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