martes, 13 de octubre de 2015

Recordando el 10 de octubre de 1868

Recordando el 10 de octubre de 1868
[13-10-2015 01:05:51]
Elías Amor
Economista

(www.miscelaneasdecuba.net).- Cuando el 9 de abril de 1865 el general
sureño Lee se rindió en Appomatox a las tropas del Norte, poniendo fin a
la guerra de secesión, y tan solo 5 días más tarde se producía el
asesinato del presidente Lincoln durante la representación teatral a la
que asistía con su esposa, los acontecimientos no pasaron desapercibidos
en Cuba. Eran momentos de cambio.
Además, tan solo un mes después, España abandonaba la isla de Santo
Domingo, reconociendo su independencia, mientras que los reformistas
cubanos, con autorización del general Duce, entonces capitán general y
gobernador de la Isla, remitían al general Serrano una propuesta de
reforma colonial con amplia autonomía para Cuba.

La falta de respuesta de la metrópoli empezó a preocupar en la Isla,
pero en el mes de noviembre un Real Decreto publicado en Madrid
convocaba una Junta de información para desarrollar un plan del entonces
ministro de ultramar Cánovas del Castillo, del gobierno del general
O´Donnell, que preveía reformas avanzadas para Cuba y Puerto Rico.

La comisión de la Junta, paritaria, fue integrada por reformistas que
habían movilizado 24.000 firmas a la propuesta canalizada con el apoyo
de Duce. La victoria de Saco en el ayuntamiento de Santiago de Cuba en
las elecciones para comisionados de la Junta se interpretó como un
importante avance en la normalización institucional.

Algunos historiadores han considerado que este avance hacia la reducción
de las tensiones entre la isla y la metrópoli, por la vía reformista, se
vio oscurecido por la campaña desplegada por el ciudadano chileno
Benjamín Vicuña, que instalado en Nueva York para hacer frente a España
en la guerra contra Chile y Perú en el Océano Pacífico, que se había
desatado en el mes de septiembre, comenzó a publicar el periódico "La
Voz de América", que dedicaba una parte importante de su contenido a la
independencia de las Antillas.

El periódico llegó a tener una circulación en Cuba de más de mil
ejemplares. Animado por el éxito de su campaña, el 1 de mayo de 1866
Vicuña publicó una proclama antirreformista, en la que intentó
desprestigiar el proceso de normalización que se había abierto en las
relaciones entre Cuba y España desde 1865, con un claro mensaje
independentista. La influencia de estas proclamas en el proceso es,
cuanto menos, discutible.

Por su parte, la metrópoli reaccionó de forma incorrecta, sustituyendo a
Duce por el conservador Lersundi, como nuevo gobernador de Cuba. Los
cambios de gobierno en Madrid, con la caída de O' Donnell no supusieron,
sin embargo, la ruptura del plan de reformas de Cánovas, y finalmente
Saco aceptó su participación en la Junta de información, por medio de
carta al nuevo ministro de ultramar, Alejandro de Castro. La Junta
empezó a funcionar en noviembre de ese mismo año.

Sin embargo, a comienzos de 1867 aquel espíritu de concordia se vino
abajo de forma abrupta. El primer golpe llegó en el mes de febrero con
la publicación de una ley de reforma tributaria que sentó muy mal en la
Isla, y que no fue informada previamente por la junta, lo que hizo
pensar a sus integrantes en la inutilidad de la misma. El malestar
creado por la decisión del gobierno de Madrid de lanzar una reforma
tributaria, en un momento en que la economía de la isla no atravesaba su
mejor momento, provocó que la junta decidiera su autodisolución poniendo
fin a la vía reformista. El gobierno de Madrid, inmerso en una grave
crisis de la dinastía, no hizo nada por negociar la continuidad de la
institución, y con ello comenzó realmente, según opinión de muchos
historiadores, el proceso independentista revolucionario en Cuba.

En agosto de ese mismo año, se produjo el inicio de los preparativos
para un alzamiento armado en la zona de Bayamo por el hacendado
Francisco Vicente Aguilera y el abogado Francisco Maceo Osorio. Un
abogado de Bayamo y maestro de la masonería de Manzanillo, dueño de un
pequeño ingenio azucarero de nombre "La Demajagua", Carlos Manuel de
Céspedes, se incorporó a la conspiración de Bayamo, invitado por
Francisco Vicente Aguilera.

La economía cubana entró en una profunda crisis, que se vio agravada por
los nuevos impuestos establecidos por la metrópoli, el de la renta y el
de utilidades comerciales, que suponían un empobrecimiento general para
la población y una menor competitividad para la producción,
fundamentalmente agrícola de la isla, de modo que las tesis
independentistas fueron en aumento y cualquier regreso a la reforma
quedó al margen de los proyectos.

La situación en la metrópoli tampoco ayudaba. Primero con el
fallecimiento del general O'Donnell, después con el del general Narvaez.
Más tarde, con el destierro de generales, entre ellos, Serrano y Duce a
Canarias, la percepción desde Cuba de una grave y profunda crisis
institucional, acentuó la aspiración de ruptura con el gobierno de
Madrid, del que sólo se recibían órdenes de recaudar más y más impuestos.

De ese modo, el 3 de agosto de 1868, se produjo en la histórica Bayamo
la primera reunión clandestina de delegados insurrectos en la hacienda
San Miguel de Rompe. En la misma se acordó fijar el 3 de septiembre como
la fecha del levantamiento armado contra España por parte de los
delegados que concurrieron procedentes de Bayamo, Manzanillo, Jiguaní,
Holguín, Tunas y Camagüey.
El alzamiento no llegó finalmente a producirse. Probablemente por los
acontecimientos en la metrópoli, que llegaban rápidamente como noticias
a la Isla. El 18 de septiembre finalmente, se produjo en Cádiz, el
pronunciamiento del general Prim y del almirante Topete, que arrancaron
la "revolución gloriosa" que puso fin al reinado de Isabel II.

La revolución destronó a la reina que se vio obligada a marchar al
exilio en París con toda su familia. En España, la institución de un
gobierno provisional bajo las órdenes de los generales Serrano y Prim
suponía un giro de 180º en los acontecimientos, con la llegada de los
militares al poder.
Las autoridades coloniales, también militares, se habían alarmado por
estos acontecimientos, no tardaron en reaccionar y el general Lersundi,
que había sido repuesto como gobernador general de Cuba tras el
fallecimiento del general Manzano en septiembre del año anterior, ordenó
la detención de los jefes de la insurrección de Bayamo.

Por todo ello, el grito de Yara se produjo de forma aislada por el
ingeniero Carlos Manuel de Céspedes, que fue el único de aquel grupo que
no fue detenido por la represión militar. Este hecho le otorga un gran
valor histórico al 10 de octubre de 1868, como aniversario del Grito de
Yara, que marca el inicio de la guerra de independencia contra España.
Poco importa que solo un día después los alzados fueran vencidos al
intentar tomar Yara. La llama de la independencia estaba encendida, y el
12 de octubre 300 hombres a las órdenes del ex militar dominicano Luis
Marcano, se unieron a los alzados.

La grandeza de Carlos Manuel de Céspedes tuvo en la liberación de sus
esclavos un hito importante que ha pasado a ser uno de los
acontecimientos más importantes de la historia de Cuba, pero también en
la redacción de los primeros decretos en los que intentó que no se
produjeran excesos o represalias entre los integrantes de sus tropas.
Lersundi no tardó en enviar tropas a la zona de Manzanillo para frenar
la insurrección, pero de nada sirvió.

Simultáneamente, Francisco Vicente Aguilera se alzaba en la zona de
Holguín y con la toma de Bayamo el 18 de octubre se interpretaba por
primera vez el Himno nacional de Cuba compuesto por Perucho Figueredo,
cuya letra aparecía publica en el periódico de la misma localidad "El
Cubano Libre", primero de los independentistas.

Los acontecimientos llevaron a Lersundi a reaccionar con violencia y
proclamó tan solo una semana más tarde un bando militar en el que se
anunciaba la represión de cualquier manifestación separatista. Los
reformistas solicitaron a las autoridades militares una reunión de
urgencia para intentar un último esfuerzo por reconducir la situación y
evitar la guerra que ya se avisaba, pero el gobernador se mostró
especialmente agresivo y rechazó cualquier vía de diálogo, lo que llevo
a los reformistas a dar todo su apoyo a la independencia y pasar a la
clandestinidad.

Estos acontecimientos ocurrieron el 24 de octubre de 1868 y a partir de
entonces comenzó la larga vía hacia la independencia que finalmente
llegó 30 años después.

Source: Recordando el 10 de octubre de 1868 - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/561c3ccf3a682e10fc77f5bf#.Vh1unnqqqko

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